Del Calderón al nuevo Metropolitano y de la Peineta al Wanda; la compleja operación urbanística del Atlético de Madrid (y II)
- El club inaugura este sábado su estadio con capacidad para 68.000 espectadores
- La instalación, aún sin accesos, pretende acompañar la buena marcha del equipo
- Del Calderón al Metropolitano y de la Peineta al Wanda (parte I)
Las cifras del Metropolitano:
Superficie: 88.000 m2 (por 31.000 el Calderón)
68.000 asientos (por 55.000 el Calderón)
105 x 78 (igual que en el Calderón)
Coste estimado: 310 millones
Después de medio siglo a orillas del Manzanares, el Atlético de Madrid comienza este sábado, en el partido de Liga ante el Málaga, una nueva etapa de su historia con la mudanza al nuevo estadio Metropolitano; al que hay que anteponer el nombre del último gran accionista del club: Wanda.
Un modernísimo proyecto para acoger a 68.000 aficionados y que despierta entre estos tanta ilusión como dudas sobre el balance económico de la operación inmobiliaria que se ha realizado sobre los escombros de la burbuja inmobiliaria y las fracasadas candidaturas olímpicas de Madrid.
Y es que lo que se vendió en esencia como un canje “estadio por estadio” --el Calderón por La Peineta--, se ha convertido en una larga negociación a múltiples bandas en la que el actor más poderoso ha acabado siendo el mexicano Carlos Slim y en la que el precio de la obra se ha ido elevando [ver la primera parte del reportaje] hasta 310 millones, según la última estimación ofrecida esta misma semana por el presidente atlético, Enrique Cerezo.
Pero solo cuando se resuelva definitivamente la operación Mahou-Calderón se conocerá el impacto en las ya muy endeudadas finanzas rojiblancas. El consejero delegado del club, Miguel Ángel Gil Marín, estima que la inversión se recuperará en siete años y destaca que el club seguirá teniendo en propiedad un estadio en la capital de España.
“Para seguir compitiendo entre los grandes de Europa era necesario este cambio”, aseguró el principal accionista de la sociedad anónima deportiva, que informa de su situación contable en ese ámbito, pero que no ha ofrecido a RTVE.es datos sobre el balance económico del traslado.
Sobre lo que sí hay detalles es sobre las comodidades que se ofrecerán a los asistentes al nuevo Metropolitano, empezando por un recinto mucho menos expuesto a los rigores del clima que en el Calderón, donde en invierno las tribunas eran un desfile de prendas de abrigo y aislantes contra la humedad de la ribera del Manzanares.
Aquí, el 96% de los asientos estarán cubiertos y si algún día hace frío, se promete calor con la cercanía al espectáculo. Entre el campo y la primera fila de las gradas --sin la pista de atletismo de la antigua Peineta--, se han reducido en casi todas las zonas las distancias del Calderón hasta sólo 5,90 metros en el córner noroeste.
En cuanto al consumo de recursos y el mantenimiento, más allá de que se han instalado placas solares para calentar agua y bombillas de led --incluida la cortina que cuelga de toda la cubierta--, tampoco hay datos sobre la eficiencia energética del recinto; aunque en este capítulo cabe recordar que tiene a pocos metros la estación del Metro de Madrid con más tornos de la red.
La boca del suburbano de Estadio Metropolitano está al pie del propio coliseo. Para entrar a las gradas hay que subir una cuestecita hasta una pequeña loma que domina una amplia extensión no urbanizada en el este de Madrid. Su grandiosidad se puede contemplar desde, por ejemplo, el parque Juan Carlos I, situado un par de kilómetros al norte y una autovía (A-2) de por medio.
Otras dos grandes vías de comunicación rodean esos terrenos donde se iba a levantar la villa olímpica, aunque la instalación, paradójicamente, no está preparada para recibir a tantos coches como los que suelen juntarse para los grandes partidos de fútbol.
Al sur, el distrito queda cerrado por la ‘rescatada’ Radial 3, una autopista casi fantasma (sin apenas circulación) detrás de la cual estaban, por cierto, algunos de los socios habituales de Gil y Cerezo, como la propia constructora del Metropolitano, FCC, o la también rescatada Bankia...
Y al este la M-40. Pero resulta que cualquier día laborable las entradas y salidas de esta autovía de circunvalación de Madrid desde y hacia los barrios de Canillejas y San Blas se congestionan en hora punta.
Aumento de la masa social
Por eso, y mientras no concluyan las obras de los nuevos enlaces (que han empezado hace sólo unos días y tienen una duración prevista de dos meses), todo el mundo insiste en que hay que usar el metro para ir al campo; los vecinos se quejan de que llevan una década advirtiéndolo, y otros se preguntan por qué no se ha esperado a su finalización para la mudanza.
Entre otros factores, hay uno poderoso: el Atlético lanzó hace cinco meses la campaña de abonos de la nueva temporada para el Metropolitano con tal éxito que ya no cabrían en el Calderón.
Así, cuatro de cada cinco asientos de las tribunas ya tienen ‘dueño’. Y en cuanto a abonos, solo hay disponibles en los palcos VIP del primer estadio que estrenan los clubes de Primera división desde 2013, cuando se inauguró el nuevo San Mamés.
Como en los orígenes del club rojiblanco, entonces Athletic Club de Madrid, sigue al de Bilbao, ambos bajo la influencia inglesa de los inventores del fútbol en sus denominaciones. E incluso, en el caso de los colchoneros, en el nombre de su primera gran casa, el Stadium Metropolitano, al que homenajea ahora restacando ese topónimo para el quinto campo de su historia.
Lo que pasa que ahora el título oficial está patrocinado: es Wanda Metropolitano, por la gran corporación china que ha encontrado por fin una inversión emblemática en Madrid tras intentar sin éxito dos grandes operaciones inmobiliarias: la del barrio de Campamento y la del Edificio España.
Wanda compró hace dos años el 20% de las acciones del Atleti con la intención declarada de formar cada año a un grupo de jóvenes futbolistas chinos en la ciudad deportiva del club, que ahora también lleva su nombre. Ese es todo el beneficio que, públicamente, espera obtener. En el último foro de Davos, el jefe del grupo, Wang Jianlin, descartó ganar dinero con su inversión de esta forma: “En los clubes de fútbol el dinero no se gasta, se quema”.
En definitiva, aún más dudas sobre la economía del Atlético, cuyo principal activo, a decir de muchos aficionados, no es inmobiliario, sino humano. Y lo personifican en el entrenador Diego Pablo Simeone, a cuyas órdenes el equipo ha conseguido en los últimos años los mejores resultados de la historia, en particular con la disputa de dos finales de la Liga de Campeones en tres temporadas.
El Cholo ha dado al club una estabilidad que no se recordaba con un lema archiconocido: "partido a partido". Tan exitosa ha sido la fórmula que ahora también puede decir “estadio a estadio”.