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Mundial de ciclismo Bergen 2017

Sagan logra su tercer Mundial seguido contra todos

  • El eslovaco hace historia al imponerse al sprint en Bergen
  • El local Kristoff ha sido plata y bronce el australiano Matthews

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Sagan entra en la historia con su tercer arco iris consecutivo

El eslovaco Peter Sagan se ha proclamado campeón del mundo por tercera ocasión consecutiva, algo inédito en la historia del ciclismo en ruta, y de nuevo buscándose la vida en Bergen (Noruega) al imponerse al sprint al local Kristoff y el australiano Matthews.

La prueba, de forma inusual, llegó con un grandísimo pelotón en cabeza a los últimos 12 km y se decidió en una llegada de un grupo de 26 corredores.

La jornada, con una meteorología ideal, comenzó con la habitual fuga de ciclistas secundarios, que llegó a tener diez minutos de ventaja. República Checa llevó el peso de la persecución y luego fue Bélgica la que se esforzó para neutralizar.

Quedaban aún cuatro vueltas al circuito de 19 kms. donde la única dificultad era la subida al monte Ulriken, un repecho de 1,5 km. al 6% de desnivel hasta el cerro Salmon, aún a 10 de meta.

Ahí llegó la primera fuga de los hombres fuertes, con el italiano De Marchi, el español De la Cruz o el colombiano Pantano entre ellos. En el pelotón fue Francia la que asumió las riendas de la persecución del octeto destacado, mientras los últimos gregarios de Sagan se quedaban ya descolgados.

En la penúltima ascensión al monte, el holandés Dumoulin, ganador hacía cuatro días de la prueba contrarreloj, dio dos arreones que dejaron sentenciada esa fuga, pero que no fueron suficientes para seleccionar el pelotón, que llegaba al toque de campana con más de cien unidades, algo extraño a estas alturas de la carrera de fondo por excelencia de la temporada, pero revelador de la relativamente poca exigencia del recorrido.

España, sin medallas

El español Lluis Mas lo intentó un par de veces en esos instantes, aunque con la prueba completamente lanzada apenas consiguió unos metros de ventaja. Al inicio de la subida, Rojas se vio perjudicado en una caída y ninguno de los españoles entró en último y definitivo corte.

Tras seis horas y media de esfuerzo, llegó el momento decisivo: el francés Alaphilippe, secundado por el italiano Moscon, consiguieron unos pocos segundos, insuficientes para que triunfara una escapada.

La volata la lanzó un Kristoff aupado por el numeroso público noruego y solo le sobrepasó Sagan, quien a duras penas consiguió aguantar el puesto en la línea de meta. Finalmente, conserva su maillot arcoíris y agranda un palmarés fabuloso a sus 27 años, en el que descatcan entre otros ocho triunfos de etapa y cinco clasificaciones por puntos en el Tour de Francia o un Tour de Flandes.

Se da la circunstancia de que además se ha proclamado campeón del mundo en tres continentes diferentes: Norteamérica en 2015 (Richmond, Virginia, EE.UU.); Asia en 2016 (Doha, Catar); y ahora Europa, y como siempre ante selecciones mucho más potentes.

El eslovaco se une así al italiano Alfredo Binda, los belgas Rik van Steenbergen y Eddy Merckx y el español Oscar Freire con tres títulos como los mejores de todos los tiempos en la competición.

En el conjunto de los campeonatos celebrados durante toda la semana en esta localidad en la costa suroccidental de Noruega, Holanda ha sido la mejor con cuatro oros y dos platas; mientras que España se va de vacío por primera vez desde Copenhague 2011.

Dedicatorias y agradecimientos

Sagan ha querido acordarse de varias personas tras su triunfo: "Quiero dedicarlo a la memoria de Scarponi. Mañana habría sido su cumpleaños y me gustaría dedicárselo a su familia. También, por supuesto, a mi mujer, que está embarazada".

Scarponi, ganador del Giro de Italia 2011, falleció el pasado 22 de abril arrollado por una furgoneta mientras entrenaba cerca de su casa de Filottrano (Italia).

Sobre la carrera, ha explicado "Kristoff corría en casa y fue un rival muy duro". "A cinco kilómetros de meta pensaba que se nos había ido", añadió sobre el ataque de Alaphilippe que desarboló al grupo en la última subida.

"Es difícil prever lo que va a pasar en un Mundial. El pelotón se rompió en la subida y los belgas tiraron. Luego hubo una escapada que no llegó y, en el sprint, me coloqué bien, pero no se puede prever cuál es la mejor decisión. Todo depende de lo fuerte que te encuentres", ha comentado en declaraciones recogidas por Europa Press.

Para finalizar, ha reconocido el trabajo de sus "compañeros", pero no solo de los eslovacos... "Quiero dar las gracias a mi equipo nacional y a algunos compañeros de otros bloques que han tirado y me han ayudado".