Putin asegura que Rusia no boicoteará los Juegos de Invierno
- "No impediremos que nuestros deportistas participen a título individual", ha declarado
- El presidente ruso ha admitido que "Rusia es, en parte, responsable de su exclusión"
- También considera que el "castigo colectivo" es un concepto jurídico que no existe
El presidente ruso, Vladímir Putin, aseguró hoy que Rusia no boicoteará los Juegos Olímpicos de Invierno de PyeongChang después de que el Comité Olímpico Internacional (COI) excluyera ayer al equipo ruso.
"Nosotros, sin ninguna duda, no declararemos ningún boicot ni impediremos que nuestros deportistas olímpicos participen (en los Juegos), si alguno de ellos quiere competir a título individual", afirmó.
Putin también admitió que "Rusia es, en parte, culpable" de su exclusión de los Juegos, "ya que dio motivos para ello", aunque consideró que el "castigo colectivo" es un concepto jurídico que no existe.
Putin, un gran aficionado al esquí, aseguró que conoce deportistas que llevan "toda su carrera" entrenando para participar en unos Juegos.
"Es algo muy importante para ellos, por lo que, partiendo de eso, por supuesto no prohibiremos a nadie, ni crearemos las condiciones que hagan imposible su participación", señaló.
Con todo, agregó que la decisión final la debe tomar "la asamblea olímpica" que incluye a deportistas, entrenadores y dirigentes federativos, y que se reunirá en los próximos días.
"Yo también sufro por ellos. Muchos no sólo los conozco, sino que los considero mis amigos. Lo paso mal con ellos. Cada uno debe tomar una decisión", confesó.
El presidente afirma que las acusaciones de dopaje "no han sido demostradas"
Criticó el hecho de que "la mayoría de acusaciones" contra su país se basen en afirmaciones "que no han sido demostradas y que en gran medida son infundadas".
Putin denunció que las acusaciones de dopaje de Estado vertidas contra Rusia se sostengan exclusivamente en las declaraciones de una persona cuyo estado psíquico, al igual que su catadura moral, "deja mucho que desear".
Se refería al antiguo director del laboratorio antidopaje de Moscú, Grigori Ródchenkov, el principal informante de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) y que denunció un programa estatal de encubrimiento de positivos en los Juegos de Sochi (2014).
"Lo importante es que en las conclusiones de la comisión queda claro que en Rusia no ha habido ningún sistema estatal de apoyo al dopaje. Esta es una importante conclusión", comentó.
En dicho caso, al no haber apoyo estatal al dopaje en Rusia, consideró discutible la decisión de prohibir a lo deportistas rusos competir bajo la bandera nacional.
La prohibición de la bandera y el himno rusos en PyeongChang ha sentado muy mal en Rusia, que lo considera una "humillación" y una sanción "sin precedentes" en la historia de los Juegos Olímpicos.
Los diputados rusos se apresuraron a pedir el boicot, ya que consideran "inadmisible" que una "gran potencia deportiva" compita con bandera neutral, y la Cancillería denunció una "ofensiva a gran escala" para "expulsar" a Rusia del deporte mundial.
Entre los que apoyan el boicot destaca la legendaria gimnasta Svetlana Jórkina, doble campeona olímpica y actual diputada oficialista, que incluso propuso organizar una competición paralela a los Juegos.
Con todo, se oponen a ello leyendas del deporte de invierno como las patinadoras Irina Rodniná, Tatiana Navka y el jugador de hockey Iliá Kovalchuk y de los Juegos de verano, como las atletas Yelena Isinbáyeva y Tatiana Lébedeva o el tenista Yevgueni Káfelnikov.
Según los expertos, las consecuencias para el deporte ruso de un boicot serían desastrosas, empezando por una sanción de ocho años que dejaría a Rusia fuera de los próximos dos ciclos olímpicos y la convertiría en un paria.