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Halterofilia

Lydia Valentín, plata olímpica diez años después: "Sabía que era mía"

  • La halterófila española recibe la medalla de Pekín 2008 por el dopaje de sus rivales
  • Valentín espera recibir también el premio económico: "Confío en mi país"
  • "Tengo el sabor agridulce de no haberla recibido allí, pero estoy contenta y feliz"

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Lydia Valentín recibe la plata de Pekín 2008

"Recuerdo toda la preparación, todo el calentamiento... debutaba y era un sueño, y hoy me he trasladado otra vez a Pekín". Lydia Valentín rememora su participación en los Juegos de 2008, cuando ganó, sin saberlo entonces, su primera medalla olímpica. Fue quinta pero debió llevarse una plata que no ha recibido hasta ahora, casi diez años después. Ha sido este martes en la sede del COE en Madrid, rodeada de compañeros, familia y un buen puñado de personalidades olímpicas.

Valentín tiene ya, por tanto, dos metales olímpicos y espera un tercero, el deseado y ya confirmado oro de Londres que espera "tener este año" para coronar su impresionante trayectoria olímpica, junto al bronce de Río 2016. La plata de Pekín llega tras confirmarse el dopaje de tres de sus rivales en la categoría de -75 kg. Primera, tercera y cuarta fueron descalificadas: "Claro que tengo el sabor agridulce de no haberla recibido allí, pero estoy muy contenta y muy feliz", ha declarado Valentín, tras recibir la presea de manos de Marisol Casado, miembro del COI.

Tengo un sabor agridulce, pero estoy contenta y feliz

"Al final los buenos ganáis y los malos pierden", le ha dicho Íñigo Méndez de Vigo, ministro de Educación, Cultura y Deporte, en un acto solemne y emotivo en el que la palabra "gracias" ha sido la más repetida. Pese a la larga espera, Valentín se ha deshecho en agradecimientos al COE, al CSD y a todos los organismos que han trabajado en conseguir que la halterófila recibiera su medalla: "Siempre miro el lado positivo de las cosas y si me hubieran dado la medalla allí no hubiera tenido este acto tan bonito", ha llegado a decir con su habitual optimismo.

"No es el momento de hablar de euros, confío en mi país"

La flamante campeona del mundo de halterofília tampoco ha ocultado su optimismo en recibir pronto el consecuente premio económico que acompañaba a la medalla y su correspondiente beca ADO como medallista olímpica: "No he hecho números, no deseo hablar de euros en este momento tan bonito, porque confío en que me lo van a entregar todo, ya es un castigo muy fuerte no tenerlo 'in situ'. Confío en mi país, en el presidente del COE, en el del CSD, en el ministro de Deportes... en todos".

Con los 48.000 euros de la plata de Pekín ya aprobados, como confirmó el presidente del CSD, José Ramón Lete, este lunes, a Valentín le faltaría por recibir, medalla de Londres aparte, la cuantía económica correspondiente a la beca ADO como subcampeona olímpica de 2008 que no recibió entonces: "tuve que hacerme una preparación de cuatro años en un deporte minoritario sin apenas ayudas, luchando día a día, trabajando, de una manera totalmente diferente a si hubiera tenido esta medalla entonces".

Confío en que me lo van a entregar todo, ya es un castigo muy fuerte no tenerlo 'in situ'

"Tengo tres medallas y puedo dormir tranquila, sé el trabajo que he hecho y lo más importante es el honor, saber que lo has hecho bien, eso es lo importante", remarcó Valentín, que aseguró que no considera que sus rivales dopadas "sean deportistas". "Si alteras unas normas, esto deja de ser deporte y ellas dejan de ser deportistas. Esas personas que han jugado de forma no legal deberían devolverlo todo. ¿Incluso más? Bueno, ya tienen la conciencia bastante dañada, seguramente", expresó.

Lydia Valentín, para Alejandro Blanco, presidente del COE, es "la gran imagen del deporte limpio". "La medalla llega con retraso, pero llega, hoy es un día muy epecial para el deporte mundial, hoy todos somos familia de Lydia, que "ha alcanzado la gloria, la excelencia y el éxito", ha dicho Blanco.

Ya con vistas al Europeo dentro de nueve semanas y los Juegos de Tokio en dos años y medio, la flamante campeona del mundo se marchó feliz con su medalla de plata al cuello: "En ningún momento tuve dudas, sabía que era mía".