El Real Madrid, guillotina o gloria para Unai Emery
- Tras el 6-1 del Camp Nou, una eliminación en octavos condena al técnico español
- Sin Neymar en París, puede resarcise con una remontada que tumbe al campeón
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Cuando Nasser Al-Khelaïfi desembarcó en el París Saint-Germain como cabeza visible de los nuevos propietarios del club parisino el objetivo era, a largo plazo, situar al club galo en lo más alto del fútbol europeo y mundial. Había que ganar cuanto antes la Champions. [PSG - Real Madrid
Para ello no dudaron en dejar claras sus intenciones a golpe de talonario. De entrada, ficharon al argentino Javier Pastore, procedente del Palermo, una joven promesa que media Europa se rifaba. El paso adelante se daría posteriormente con la llegada del sueco Zlatan Ibrahimovic, ex del Milan, Ajax, Juve, Inter y Barça.
A la llegada de jugadores estrella se unieron las incorporaciones de entrenadores también estrella. Por el banquillo desfilaron Carlo Ancelotti y el exseleccionador francés Laurent Blanc —como sustituto del entrenador italiano, que decidió cambiar el PSG por el Real Madrid—.
Con ellos se consiguió que el club se hiciese con la hegemonía del fútbol francés, desplazando así a al Olympique de Lyon, pero no acababa de encumbrarse en las competiciones europeas, especialmente en la Liga de Campeones.
Los éxitos en Sevilla catapultaron a Unai Emery
Para llevar al equipo a lo más alto de su historia ficharon el curso pasado al técnico español Unai Emery, que llegaba con la vitola de haber ganado tres veces la Liga Europa con el Sevilla. El plan fracasó con estrépito la temporada pasada cuando el equipo dilapidó una ventaja de 4-0 en la ida de los octavos de final contra el FC Barcelona en la Liga de Campeones y fue eliminado tras un histórico 6-1 en el Camp Nou.
Para colmo de males del técnico español, la Ligue 1 francesa se la llevaría el AS Monaco a pesar de manejar un presupuesto claramente inferior a los capitalinos.
Los emires pensaron que Unai Emery se merecía una segunda oportunidad y además decidieron pisar el acelerador. Rompieron la banca con el fichaje del brasileño Neymar, nunca nadie había puesto tanto dinero, 222 millones de euros, encima de la mesa para hacerse con un futbolista. Por si fuera poco, desembolsaron otros 190 por Mbappé.
Con estos ingredientes se esperaba en las altas esferas del club parisino que la receta del éxito por fin se materializara en la Champions League. Había que entrar por fin en la historia del fútbol.
De ahí que si el equipo cae en los octavos de la máxima competición continental, aunque después se ganara liga y copa en Francia, el futuro del entrenador español es más que negro.
La temporada pasada fue el señalado por su planteamiento defensivo y poco valiente en el Camp Nou. Ahora, sin Neymar disponible, está ante su gran oportunidad para resarcirse. Eliminar al equipo que viene de ganar dos Champions League consecutivas está a su alcance. El todopoderoso Real Madrid llega al Parque de los Príncipes y toca remontar para seguir con opciones de hacer historia.