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Fútbol | Final Copa

La Copa acorazada

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La policía que vigila los aledaños del estadio es la última frontera del dispositivo de seguridad de la final de Copa del Rey.
La policía que vigila los aledaños del estadio es la última frontera del dispositivo de seguridad de la final de Copa del Rey.

No es fácil llegar este sábado al estadio Wanda Metropolitano. Todo aquel que quiera vivir en directo la final de la Copa del Rey entre el FC Barcelona y el Sevilla FC deberá pasar previamente por uno de los mayores despliegues de seguridad de la historia de nuestro fútbol.

Con el fin de evitar cualquier tipo de incidente, el estadio rojiblanco se ha blindado para la ocasión con la presencia de 3.200 agentes de seguridad repartidos por todos los puntos calientes del recinto y alrededores.

Si llegar en coche ya puede ser una odisea en un día normal de partido para los aficionados del Atlético de Madrid, este sábado el aficionado que llegue en vehículo privado se encontrará con tres controles previos y una notable sensación de seguridad. Tres anillos de seguridad desplegados desde primera hora de la tarde que controlan todos los accesos e impiden el de camiones.

Prohibición de camiones, entradas personalizadas y 3.200 efectivos de seguridad para la final de Copa

Una vez en los aledaños, la entrada personalizada será el salvoconducto imprescindible para acceder al estadio. Cuatro horas antes del comienzo del partido, y a pesar de que las puertas no se abrieron hasta las 18:30h, ya eran muchos los aficionados que llegaban a la zona para evitar los colapsos de última hora. Control de entradas, visual y cacheos serán lo que se encontrará cada aficionado a su llegada al Wanda Metropolitano.

Seguridad antes, durante y después de partido

Las aficiones de ambos equipos, distribuidas en las 'fan zone' habilitadas al efecto situadas estratégicamente, no se encontrarán hasta la entrada al campo. Solo los aficionados dispersos, aquellos que llegan en masa en transporte público y que se mezclan, de momento, sin incidentes, dan la sensación de fiesta del fútbol español, con los hinchas de cada equipo coreando sus respectivos cánticos. Hasta la llegada en metro se ha distrubuido por líneas diferentes, las más cercanas a las zonas de animación, situadas en Rosas (Barcelona) y Canillejas (Sevilla).

Ellos, los que llegan en transporte público, también pasarán varios controles hasta que se sienten en su localidad. Desde la entrada, que deberán refrendar con su DNI, hasta el cacheo previo para evitar la entrada al estadio con objetos prohibidos.

La seguridad previa se mantendrá después del partido, con el dispositivo policial y de movilidad desplegado hasta las dos de la mañana. Incluidos los cortes de tráfico y desvíos, que afectan a la glorieta de Arcentales sobre la M-40 para evitar el paso de vehículos no autorizados por Arcentales sentido plaza de Grecia; glorieta de Grecia con filtros al paso de vehículos en Arcentales sentido M-40 y avenida Luis Aragonés; Luis Aragonés desde la calle San Hilario hasta Plaza de Grecia, y las calles que dan acceso a la vía de servicio de avenida de Arcentales.

Todo un enorme dispositivo que no tiene otro fin que el protagonista del partido en el que se disputa la Copa del Rey no sea más que el fútbol.