La gran noche de Iniesta y otras claves de la final de Copa
- El albaceteño lideró al Barça en su último gran partido como culé
- Su recital opacó el fabuloso partido de Messi, con un gol y dos asistencias
- La falta de competitividad y de poderío ofensivo lastraron al Sevilla
- Crónica: El Barça arrolla al Sevilla y revalida su corona con una exhibición
El recital del FC Barcelona en la final de Copa borró prácticamente del mapa al Sevilla FC, que se llevó un tremendo varapalo en una final que se presumía más competida de lo que finalmente fue. El mágico partido de Iniesta y el gran nivel de Leo Messi fueron dos de las grandes claves del partidazo de los culés.
Repasamos las claves del partido y las contrastamos con las claves que avanzamos en la previa. ¿Se cumplieron los pronósticos? ¿Hubo alguna sorpresa? ¿Claves inesperadas?
Messi estuvo bien, pero Iniesta le superó
Con Messi en el campo, cualquier partido del Barça y, sobre todo, cualquier final, pivota sobre su figura. El argentino jugó a un nivel muy alto y fue clave en la victoria culé. Marcó un gol y dio dos a Suárez y a Iniesta. Fue un peligro constante y rozó un tanto de libre directo que sacó Soria de la escuadra de su portería. Montella no le puso un marcaje al hombre y Messi disfrutó de lo lindo con libertad de movimientos y se asoció con brillantez con Iniesta, Coutinho y Suárez.
Pero, pese a su fantástica actuación, no fue el juez de la final, y eso dice mucho del recital de Andrés Iniesta. El albaceteño, en la que ha sido posiblemente su última final con el Barcelona, hiló y dio verticalidad al juego del Barça, marcó un tanto maravilloso y puso en pie a todo el estadio, sevillismo incluido. Su afición coreó su nombre tras el pitido final en lugar de cantar el clásico "Campeones, campeones". "Parecía que tenía 25 años", dijo un Montella impotente tras el partido ante tamaña exhibición.
Valverde, un doblete para olvidar la Champions
En el duelo de banquillos la final de Copa se presentaba como una reválida para Valverde y Montella. Y el azulgrana, tras la gran final de su equipo, se llevó el aprobado con nota. Valverde, tras el batacazo en Champions, podría conseguir el doblete Copa-Liga esta misma semana.
La primera ya la tiene y la ha conquistado con excelencia, por fin con un partido deslumbrante, algo que se había echado en falta hasta ahora. La segunda podría llegar en la próxima jornada liguera. Lo conseguiría sin perder un solo partido y firmaría una sobresaliente primera campaña en el banquillo del Camp Nou.
Cruz para Montella
Montella, sin embargo, tuvo una noche difícil y le espera un final de temporada duro. Pese a lo histórico de la campaña, que ha incluido el regreso a unos cuartos de final de la Champions sesenta años después y una final copera, el varapalo del 0-5 en el Wanda Metropolitano y la posiibilidad de quedarse fuera de Europa la próxima temporada podrían echarlo todo a perder.
Su afición pidió su salida en la segunda parte de la final y sus jugadores se llevaron una pitada tremenda cuando acabó el choque. El italiano rechazó dimitir y pidió una valoración más completa a su trabajo en el banquillo hispalense.
Irregularidad y falta de gol sevillista
Apuntábamos en la previa los problemas que arrastraba el Sevilla en su camino a la final. El más preocupante era la falta de un delantero que marcase la diferencia, que tuviese regularidad anotadora. Y, efectivamente, fue una de las claves de la final. El Sevilla apenas tuvo opciones de plantar cara al Barça, pero las que tuvo fueron escasas y poco peligrosas. Muriel no estuvo fino arriba y Correa no acertó en sus acciones. Y el Sevilla se fue de vacío.
Estaba por ver qué versión íbamos a ver del Sevilla, y la que apareció en el Wanda Metropolitano se acercó más a la versión irregular liguera que al Sevilla competitivo que destacó en Champions y en el resto de la Copa.
El Barça ganó los duelos en las porterías y en el centro del campo
El duelo de porterías fue claramente favorable al Barcelona. Cillessen, el portero copero del equipo azulgrana estuvo a un gran nivel y fue determinante en el inicio de la goleada de su equipo. Un largo pase suyo a Coutinho sorprendió al Sevilla y propició la jugada del primer tanto, obra de Suárez. El holandés ofreció seguridad en sus intervenciones y ganó su duelo a David Soria.
El cancerbero sevillista, en contraste con su colega del Barça, no estuvo acertado en el primer gol. Ante la llegada en carrera de Coutinho, optó por retrasarse y no presionar la llegada del brasileño, lo que permitió el pase a Suárez para que marcase el primero de la noche. Poco pudo hacer en el resto de goles en una noche para olvidar.
En el centro del campo, la seguridad de Busquets, la táctica de Rakitic y la magia de Iniesta dominaron el partido a placer ante un Banega perdido, un N'Zonzi que buscó sin éxito hacer daño con su llegada en segunda línea y un 'Mudo' Vázquez disperso que perdonó una buena ocasión sevillista con un blando cabezazo.