Torres e Iniesta, la despedida de una generación
- Atlético y Barça homenajean a sus jugadores más queridos en el final de Liga
- Un mosaico al inicio y una fiesta al final, paralelismos en Madrid y Barcelona
Aunque no había nada en juego en cuanto a posiciones, la última jornada de Liga ponía sobre el césped muchas emociones en dos escenarios distintos: la despedida del Atlético a Torres en el Metropolitano y la del Barça a Iniesta en el Camp Nou.
Ambos han elegido la misma temporada para anunciar su marcha de los clubes de su vida. Al mismo tiempo se despedía Xabi Prieto de la Real Sociedad, a quien el Camp Nou dedicaba una sonora ovación. Anoeta ya le homenajeó la jornada anterior.
A Torres le recibía un mosaico en un fondo que decía: "De 'Niño' -su apodo- a leyenda". Otro similar en el Camp Nou recordaba al "Infinito Iniesta", haciendo una analogía con el símbolo matemático y el '8' de su dorsal.
El de Fuenlabrada tuvo la ocasión de participar en su propia fiesta con un doblete ante el Eibar. El de Fuentealbilla no marcó, lo hizo Coutinho, pero no pudo contener la emoción al ser sustituido en el minuto 80. Toda la grada cantaba su nombre y no dejó de hacerlo hasta el pitido final.
Aunque no marcó, Iniesta se llevó el consuelo de celebrar el doblete sobre el césped, con la entrega del trofeo de campeón de Liga en la fiesta final.
Torres dedicó la recién conquistada Europa League antes del partido ante el Eibar, el único y ansiado título con su Atleti. No lloró en el Metropolitano, pero se había desquitado días antes en Neptuno.
Al finalizar el partido, recibió el cariño de los pesos pesados del Atleti, empezando por el capitán Gabi y otra leyenda colchonera como José Eulogio Gárate. El presidente, Enrique Cerezo, le hizo entrega de una placa conmemorativa.
Cuando le tocó a él hablar, ahí sí quisieron aflorar las lágrimas cuando quiso dirigirse a una afición que le estaba dedicando todo el cariño: "Me gustaría comenzar recordando a los que están en el tercer anfiteatro. Luis Aragonés por enseñarnos lo que es el Atlético de Madrid y hacer historia".
Tampoco pudo contenerlas Iniesta en su despedida, aunque acertó a decir: "Ha sido un orgullo y un placer defender y representar este escudo, para mí el del mejor club del mundo. Llegué aquí hace 22 años como un niño; me voy con 34 -años- como un hombre. Os llevaré siempre en mi corazón". Y para terminar, dedicó a la grada su particular versión del "visca Barça, visca Catalunya", añadiendo su tierra natal: "Y visca Fuentealbilla".