Los Red Bull dominan en Mónaco y confirman la velocidad de los nuevos neumáticos 'hiperblandos'
- Ricciardo y Verstappen han sido los más rápidos en el circuito urbano
- Alonso y Sainz han acabado la jornada en novena y décima posición
- GP de Mónaco, en vivo, domingo a las 14:00 h. en RTVE.es
Los pilotos del equipo Red Bull, el australiano Daniel Ricciardo y el holandés Max Verstappen, lideraron por este orden las dos sesiones de entrenamientos libres de este jueves en el Gran Premio de Mónaco, con récord del circuito en el estreno de nuevas gomas, y apuntan hacia la pole position en la clasificación del sábado .
Ricciardo, que ya sabe lo que es lograr la pole en las calles en Montecarlo --lo hizo en 2016, aunque entonces la estrategia le dejó sin victoria en favor del británico Lewis Hamilton (Mercedes)--, fue el más rápido en las dos tandas, con tiempos de 1:12.126 en la primera y 1:11.841 en la segunda.
A la zaga le fue el joven Verstappen, de 20 años, que se quedó en el segundo escalón de la sesión vespertina cuando parecía estar cómodamente instalado en el mejor tiempo. En los últimos 20 minutos, su compañero australiano rebajó su tiempo en 194 milésimas.
Los augurios que ponían al monoplaza de Red Bull como uno de los candidatos a hacer un buen papel en Mónaco a una vuelta parecieron confirmados con los entrenamientos de este jueves, el del estreno del nuevo juego de neumáticos introducido por la marca italiana Pirelli, los hiperblandos.
Estos compuestos, reconocibles por la banda rosa en el perfil del neumático, teóricamente mejoran hasta en un segundo por vuelta el rendimiento de los monoplazas respecto al ultrablando --hasta la fecha el neumático más veloz-- y con la poca degradación del asfalto en el circuito urbano de Montecarlo, su resistencia es suficiente.
La velocidad quedó patente, ya que el récord del mexicano Sergio Checo Pérez (Force India) de 2017 (1:14.820) fue batido sin problemas en los primeros compases de la sesión inicial.
Hamilton y Vettel, a la zaga
Fue un jueves discreto para los dos contendientes en el título, el líder del Mundial, el británico Lewis Hamilton (Mercedes), tercero en la primera sesión y cuarto en la segunda; y el alemán Sebastian Vettel (Ferrari), que hizo la progresión a la inversa, cuarto en la primera y tercero en la segunda.
No obstante, a nadie se le escapa que tanto Mercedes, que logró la última pole con Hamilton en Montmeló (Barcelona) y también lo hizo en Australia, como Ferrari, que ha firmado tres poles este año de la mano de Vettel, echarán el resto el próximo sábado para lograr el primer cajón de la parrilla, más importante que nunca en el Gran Premio de Mónaco donde adelantar es casi imposible.
En la batalla por suceder a las tres escuderías principales, el duelo volvió a estar monopolizado por Renault y McLaren. El español Carlos Sainz estableció un esperanzador sexto puesto en la primera sesión, aunque cayó al décimo en la segunda.
Por su parte, el inicio de la jornada fue complicado para Fernando Alonso, que tuvo que ver la mayor parte de la primera sesión por los monitores del garaje mientras desmontaban su McLaren-Renault por una alerta procedente de un sensor de freno, lo que le dejó solo con 16 vueltas en la tanda de la mañana.
Durante la segunda sesión, el bicampeón del mundo asturiano recuperó terreno y compensó con 42 vueltas de rodaje y un noveno puesto, justo por detrás de su compañero belga Stoffel Vandoorme, octavo. Séptimo fue el alemán Nico Hülkenberg, compañero de Sainz en Renault.
Montecarlo, la capital del pequeño estado de la Costa Azul, recibió al circo de la Fórmula 1 con tiempo soleado y temperatura primaveral (22 grados centígrados) y al desfile habitual de estrellas añadió una bonita exhibición de dos campeones del mundo.
La competición pura se tomará mañana un descanso --tradicional en Mónaco por fiesta religiosa-- hasta el sábado, cuando se disputará la tercera sesión de entrenamientos y la tanda clasificatoria.
Ahí sí, Red Bull tendrá que demostrar que su apuesta para la pole position cuenta con cartas suficientes para ganar el envite, o si la mano de Ferrari o Mercedes puede ser superior en las calles de Montecarlo.