España muestra buena cara al mal tiempo
- La selección fue muy superior a Portugal pero se vio lastrada por los errores
- Portugal solo tiró tres veces entre los tres palos, todos de Cristiano, decisivo
- Costa por fin muestra que tiene un hueco en este equipo y se gana el puesto
- Hay que recuperar mentalmente a un De Gea que queda muy tocado tras los fallos
- La crónica del Portugal-España, (por Antonio Serrano) | Síguenos en @Mundial_rtve
España tenía una dura papeleta en el debut mundialista ante Portugal y no solo por el rival que había enfrente, sino por dos días previos que han sido como un terremoto en el seno del equipo y de la RFEF. El 'caso Lopetegui' dejaba contra las cuerdas y sin margen de error a los futbolistas, con la sombra de lo que ocurrió ante Holanda hace cuatro años.
Durante los 90 minutos solo hubo un periodo en el que no se reconoció a un equipo que lleva jugando a lo mismo desde hace una década, como recordó Santos en rueda de prensa. En el primer cuarto de hora, España perdió el balón y cambió el toque por pases de larga distancia.
Un encuentro que estuvo marcado por el error defensivo inicial de Nacho que acabó con un penalti sobre un Cristiano Ronaldo que está hecho para este tipo de partidos. De ahí las precipitaciones en el juego.
Esas precipitaciones mostraron las debilidades de España al replegar a la contra. Este equipo sufre mucho con el robo y las transiciones rápidas del rival, cuando pillan la defensa descolocada y hay que correr hacia la propia portería.
El Diego Costa que necesita este equipo
Pero solo fueron 15 malos minutos. La reacción llegó con un Diego Costa que por fin ha devuelto toda la confianza que se depositó en él hace cuatro años. El hispanobrasileño estuvo sobresaliente y no solo por sus dos goles, sino por la lucha y el sacrificio que dio toda la noche, pelando con los centrales portugueses una y otra vez.
La selección reaccionó, con un Isco muy enchufado y que aportó mucho juego en el centro del campo, volcado a la izquierda. Las malas noticias es que la creatividad de este equipo no pasa solo por él, se necesita de la magia de Silva e Iniesta. Ambos no tuvieron una gran noche.
Al de Fuentealbilla se le notan los años y está para una hora, pero una hora de Iniesta vale por dos partidos de muchos jugadores. Tampoco se vio el mejor rendimiento del 'mago' de Arguineguín, quizá porque con la entrada de Isco se ve obligado a posicionarse por la derecha y cuando mejor se asocia con Iniesta es desde la izquierda.
Carvajal como agua de mayo
Las dudas en el lateral derecho continúan. La cosa antes del partido estaba entre Odriozola o Nacho y Hierro se decidió por el jugador del Madrid. La idea, clara, mantener la posición defensiva para no perder la espalda ante la entrada de hombres rápidos como Guedes o Cristiano.
Nacho no tuvo su mejor noche, a pesar de que fue el autor del tercer gol de España, una auténtica obra de arte. La falta de profundidad del lateral lastró al equipo por la derecha, algo esperado, pero no estuvo bien donde debía estarlo, en defensa. Ante Irán, el debate quedará zanjado con el regreso de Carvajal.
Aunque el gran condicionante de la noche fue David de Gea. El potero del Manchester recibió tres disparos entre los tres palos y encajó tres goles.
El primero no se le puede reprochar nada, un penalti es un penalti y más si el que lo lanza es Cristiano Ronaldo. Donde sí se le pone un gran 'pero' es en el segundo. El guardameta español denotó una falta de concentración descomunal.
De Gea, errores de concentración
Con el 1-1 y cerca del descanso en un Mundial no se pueden tener errores de este tipo. De Gea no colocó el cuerpo detrás de las manos y el tiro inocente de Cristiano acabó con Portugal otra vez por delante en el marcador. Un ejemplo de lo que hay que hacer fue la parada de Rui Patricio ante un tiro de mayor dificultad ejecutado por Isco. Siempre el cuerpo por detrás, una lección básica en la portería.
En la segunda parte, con España ya por delante en el marcador, el cancerbero del United volvió a mostrar una falta de seguridad,fruto del error del primer gol. De Gea salió a medias a por un balón al que iban luchando Cristiano y Piqué y casi acaba en desastre.
El tercer tanto es un golazo de falta, es indiscutible aludir a lo contrario. Pero la falta de confianza le hace volcarse en su palo, demasiado alejado si el balón pasaba por encima de la barrera, que fue justo lo que ocurrió. Solo pudo hacer la estatua.
No es la primera vez que el portero español muestra debilidad. Antes Suiza, en el penúltimo amistoso antes del Mundial, tuvo una acción del mismo calado que ante Portugal, cuando España ganaba 1-0 un choque que acabó en tablas, como este del debut mundialista.
Ahora, Hierro está ante la necesidad de recuperar la confianza de un portero que con el Manchester se sale, pero que en la selección muestra mucha debilidad mental. Las cualidades ha demostrado de sobra tenerlas, ahora, hay que ponerlas en práctica. Esto es un Mundial.