Buen ambiente bajo un sol intenso en la sesión de recuperación tras ganar a Irán

• Es el primer entreno tras la victoria ante los persas y bajo un intenso calor en Krasnodar
• Los titulares en Kazán se han quedado ejercitándose en el interior de las instalaciones
• La crónica del Irán 0-1- España, por Antonio Serrano (Rusia) | Síguenos en @Mundial_rtve

La selección española durante el entrenamiento.

Caras de mucho sueño en el primer entrenamiento de la selección española tras la victoria por la mínima Irán, en el segundo partido de la fase de grupos del Mundial 2018 y que deja el pase a octavos casi hecho. El próximo lunes se cerrará la fase regular con el coque ante Marruecos.

La llegada de madrugada de Kazán a Krasnodar se ha notado y el cuerpo técnico ha utilizado el entrenamiento para desengrasar la maquinaria, pero sin forzarla.

Ante el sol de justicia de Krasnodar, solo han saltado al campo los suplentes. Los participantes de inicio en el partido se han quedado entrenando en el interior de las instalaciones.

Como siempre, los primeros en saltar al césped han sido los integrantes del cuerpo técnico y tras una breve inspección del césped, los siguientes en aparecer han sido los jugadores. Carrera continua a mitad de campo al trote, esa ha sido la primera toma de contacto tras una larga noche.

Como ya es habitual y después de unos estiramientos, los chicos de Fernando Hierro se han apoderado del balón, que es lo que más le gusta a esta selección. Rondos en el campo y movilidad de esférico, hay que ensayar esa fluidez que falto ante los persas.

Es cierto, que de aquí hasta donde lleguen, mínimo octavos, no se van a encontrar otra selección que practique tan bien el 'Catenaccio' como los de Queiroz, experto en esta técnica.

Tras la ligera sesión de entrenamiento, Hierro ha dado descanso a todo el equipo hasta el viernes a las 14:00 horas de la tarde, hora de Krasnodar, una menos en España.

Un descanso que servirá para despejar la mente antes de empezar preparar el choque ante Marruecos y evitar cualquier sorpresa desagradable en un Mundial en el que ninguna selección está destacando por encima del resto.