Croacia e Inglaterra pelean a las puertas de la historia
- Los balcánicos sueñan con meterse por primera vez en su historia en una final mundialista
- Los ingleses buscan la final 52 años después de ganar su única estrella
- Croacia-Inglaterra en vivo, a las 20:00h. en RTVE.es
Ficha técnica:
ALINEACIONES POSIBLES:
CROACIA: Subasic; Vida, Lovren, Corluka, Strinic; Brozovic, Rakitic, Modric; Rebic, Perisic y Mandzukic.
INGLATERRA: Pickford; Maguire, Stones, Walker; Trippier, Henderson, Young, Lingard, Alli; Sterling y Kane.
ÁRBITRO: Cuneyt Cakir (TUR).
ESTADIO: Estadio Luzhnikí de Moscú.
HORA: 20.00h
Con Francia esperando ya en la final, Croacia e Inglaterra disputarán este miércoles la segunda semi del Mundial de Rusia. Un duelo en el que los balcánicos buscarán meterse en la primera final de su historia ante un conjunto inglés que afronta su partido más importante en tres décadas.
Balcánicos y británicos llevaban mucho tiempo esperando una ocasión así. Los primeros desde Francia'98, cuando la anfitriona (2-1) le cerró el pase a la final a Suker, Boban o Jarni, y los segundos desde Italia'90, donde Alemania fue su verdugo en la tanda de penaltis con los errores de Stuart Pearce y Chris Waddle.
En Inglaterra la ilusión se ha desatado de la mano de Gareth Southgate y su joven grupo de jugadores.
Aferrados a las señas históricas del fútbol en las Islas, los 'Pross' basan su producción ofensiva en el balón parado, donde han cocinado ocho de los once goles anotados en este Mundial, y su seguridad defensiva en el poderío físico y en Jordan Pickford, el guardameta que ha liquidado la histórica 'maldición' de la portería inglesa.
El capitán y máximo anotador del torneo Harry Kane (6 goles) es la guinda de un equipo que se ha mostrado sólido con tres victorias, que encajó la intrascendente derrota ente Bélgica y que solo pasó apuros ante Colombia, a la que eliminó tras romper otra de sus 'maldiciones' particulares, la de las tandas de penaltis.
Tres cuartas partes de la plantilla de los 'Tres Leones' no había nacido el 4 de julio de 1990, cuando Inglaterra disputó su última semifinal mundialista, y solo los más veteranos del país recuerdan el histórico Mundial de 1966, ese en el que se bordaron la única estrella que adorna su camiseta. De Leeds a Londres, de Norwich a Plymouth, toda una generación de apasionados hinchas sueña con la segunda final 52 años después de la primera.
Croacia, pendiente de Vrsaljko y Subasic
Enfrente, un rival que también siente que es su momento y que espera que ese anhelo sirva para neutralizar todo el cansancio físico y mental que arrastra, después de sendas prórrogas y sendas tandas de penaltis para imponerse a Dinamarca en octavos y a la anfitriona Rusia en cuartos.
Croacia, un país de apenas cuatro millones de habitantes, se ha metido entre las cuatro mejores selecciones del planeta liderada por su talentosa medular en la que brillan el madridista Luka Modric y el azulgrana Ivan Rakitic. Zlatko Dalic ha logrado que su equipo funcione a la perfección y el peligro puede llegar desde cualquier dirección, como demuestran los ocho goleadores diferentes que han anotado en este Mundial.
El seleccionador croata, al que apenas han bastado nueve meses en el cargo para ganarse un sitio en la memoria de su país, no podrá contar probablemente con Sime Vrsaljko, que sufrió un esguince de rodilla en el último duelo y en principio dejará su sitio en el lateral derecho a Domagoj Vida. En el capítulo positivo, sí se espera la participación del portero Danijel Subasic, que ha detenido cuatro penaltis en este Mundial, tras superar un edema muscular.
Por delante, el pundonor de Mario Mandzukic volverá a ejercer como punta de lanza en el tridente que se completa en las bandas con los habilidosos Ivan Perisic y Ante Rebic, muy peligrosos a lo largo del torneo y prestos para aprovechar los buenos balones servidos por Modric y Rakitic.
El único precedente en un gran torneo entre ambas selecciones data de la Eurocopa 2004, cuando Inglaterra remontó el tanto inicial de Niko Kovac, actual entrenador del Bayern, y goleó apoyada en un doblete de Wayne Rooney (4-2) para lograr el pase a cuartos y eliminar a su rival en la última jornada de la fase de grupos. Vengar aquella derrota también puede meter gasolina al mermado depósito de los 'Vatreni'.