La 33ª reinvención de Messi y la parada de Ter Stegen, claves en la Supercopa del Barça
- El argentino estrena capitanía culé ampliando su palmarés de títulos con el Barcelona a 33
- En un partido sin brillo de los de Valverde, se reivindicaron el meta alemán Ter Stegen y Dembélé
- Se estrena el VAR en el primer torneo de la temporada española, aunque en suelo marroquí
- Crónica: Dembélé y Ter Stegen decantan la Supercopa del lado del Barcelona, por Antonio Serrano
El FC Barcelona sucede al Real Madrid en el palmarés de la Supercopa de España y recupera la hegemonía en la competición después de ganar 1-2 al Sevilla en Tánger (Marruecos), a partido único. Es el 13º título de los culés en esta competición, pero sobre todo pasará a la historia como el número 33 en el palmarés particular de Leo Messi.
El delantero argentino estrenaba brazalete como primer capitán, elegido por el vestuario, y tuvo un debut afortunado. Ya en temporadas pasadas se hablaba del cambio de rol del 10 azulgrana, pero la salida de Iniesta lo ha hecho más patente.
Messi salió en la línea de ataque por la derecha, como de costumbre, pero desde el minuto uno se convirtió en un centrocampista más. El técnico, Ernesto Valverde, ha preferido en ocasiones el 4-4-2 al 4-3-3 y el capitán ha sabido entender al entrenador a la perfección.
Reconvertido en mediapunta, el capitán brilló menos en lo individual, pero estuvo más participativo y ayudó a conectar a la medular con los delanteros. Completó 67 pases (85% de acierto), uno menos que Busquets que fue el centrocampista con más centros.
Aunque parecen pocos -Piqué fue el barcelonista con más pases, 102 y un 94%- superan los de Luis Suárez y Ousmane Dembélé (37 y 41), sus compañeros en el 'tridente'. Temporada a temporada, Messi da un paso atrás en cuanto a protagonismo cara al gol, pero adelante en cuanto a su importancia en la creación de jugadas de ataque.
A modo de metáfora, el primer gol del equipo partió de una falta directa suya. En lugar de entrar por su pie como en otras ocasiones, dio en el palo y quedó franca para que Piqué la empujara; nuevo rol, tal vez. Es como si en cada uno de los títulos del Barça se hubiera reinventado, una y otra vez.
Valverde se desquita, pero sin convencer
No obstante, el Barça no ofreció la mejor imagen. No fue un partido brillante, aunque sí de oficio por parte de los culés. Enfrente había un Sevilla más rodado y que planteó dificultades, algo innegable, pero el debate sobre el estilo no se va a acallar tras este partido.
La cara de la moneda es el desquite de Valverde después de la derrota la temporada pasada frente al Madrid. El título le dará un empujón para terminar de rodar el equipo a una semana del inicio de Liga.
Ter Stegen y Dembélé, salvadores
Jugaron los nuevos menos Marlon, ni siquiera convocado, y dos de ellos de inicio: Arthur y Lenglet. Pasaron algo desapercibidos, aunque el primero dejó algún detalle.
Se reivindicó Dembélé, el segundo fichaje más caro de la historia del Barça y cuestionado una temporada después. El francés llega con la Copa del Mundo ganada con Francia y ganas de convencer.
Marcó el gol de la victoria, un golazo, y al final del partido recibió el respaldo del técnico para despejar los rumores sobre su salida al PSG.
Pero sin duda el momento clave fue la parada de Ter Stegen en el penalti del minuto 91. El propio meta alemán provocó el penalti por derribo sobre Aleix Vidal y arregló la situación en el cara a cara frente a Ben Yedder. Al igual que en la temporada pasada, el se guisa el error y el se encarga de arreglarlo.
El VAR se estrena en España
Otro dato para la historia fue el estreno del asistente de vídeo para el arbitraje (VAR, en sus siglas en inglés). Tras su protagonismo en el Mundial, el sistema no quiso pasar desapercibido y debutó en competición española a las primeras de cambio: gol de Sarabia anulado por el árbitro y poco después concedido por el VAR tras comprobar que no había fuera de juego.
En jugadas posteriores fue reclamado por los equipos. Aún les queda por asimilar que el VAR no se reclama, sino que actúa de oficio.
Además de haber concedido un gol perfectamente legal, cabe destacar como positivo que su actuación fue mucho más ágil de lo que se vio en el Mundial de Rusia.
Supercopa en Marruecos
Otra novedad fue la disputa de la Supercopa a partido único y fuera de nuestro país. Se buscó un terreno neutral y Tánger fue la ciudad elegida.
La decisión no gustó al Sevilla, inmerso en las rondas previas de la Europa League, que para colmo vivió el partido como si fuera el equipo visitante, debido a la cantidad de afición que tiene el Barça en el país norteafricano.