Leipzig-Salzburgo, una 'corrida afeitada'
- Las dos 'franquicias' de Red Bull se enfrentan en la fase de grupos de la Liga Europa
- Para no adulterar la competición, la UEFA puso condiciones no del todo claras a su inscripción
El 4 de junio de 1980, el Santiago Bernabéu acogió un partido inédito en la historia del fútbol español: Real Madrid - Castilla. El filial se enfrentaba al primer equipo en la lucha por el título de la Copa del Rey. En la previa, Julián García Candau advertía en las páginas de El País que esa final era, en términos taurinos, “una corrida afeitada”.
El 20 de septiembre de 2018, el Leipzig recibirá al Salzburgo en la Liga Europa. Los dos clubes, apadrinados por Red Bull, tienen mucho en común y hasta un escudo casi idéntico con los toros de la marca de bebidas; pero sobre los se cierne la sospecha de que sus astas están adulteradas, retomando aquella metáfora.
Hace 38 años, el enfrentamiento generó bastante polémica y la Federación Española de Fútbol acabó cambiando el reglamento para impedir que se repitiera un enfrentamiento de ese tipo.
En el caso actual, es la UEFA quien organiza la competición. Y en el reglamento de los torneos continentales, tanto la Champions como la Europa League, el artículo 5 dice que ningún club que participe en una competición de la UEFA puede tener “directa o indirectamente influencia de cualquier tipo sobre la dirección, administración o rendimiento deportivo de otro club participante en la competición". Y además añade que ninguna persona o entidad “puede tener la capacidad de ejercer por cualquier medio una influencia decisiva en la toma de decisones” en más de un club.
Ante el eventual emparejamiento de los Red Bull, en junio de 2017 tuvo que estudiar el caso y aceptó inscribir a los dos. El sorteo y el devenir de la competición evitaron el enfrentamiento, pero aquel dictamen no cerró la polémica.
De hecho, en primera instancia el miembro de la UEFA que se encargó de investigar a los clubes consideró que la participación de los dos en el mismo torneo atentaba la integridad de la competición.
Pero finalmente, la Cámara de Adjudicación del Comité de Control Financiero de Clubes de la UEFA (CFCB por sus siglas en inglés) cambió de parecer a la vista de una serie de cambios que habían realizado a toda prisa tanto el Leipzig --que había culminado su meteórico ascenso hasta acabar segundo en la Bundesliga--, como el Salzburgo, considerado el banco de pruebas de Red Bull en la liga de su país, Austria, de menor nivel.
En efecto, los clubes pusieron fin al acuerdo por el cual se facilitaba la cesión de futbolistas entre ellos.
El informe constató que Red Bull controlaba el club alemán, pero no así el austriaco después de que este último reformase sus estatutos de forma que la empresa de bebidas local ya no tenía el control en los órganos de gobierno.
¿Patrocinio normal?
Según la UEFA, la relación entre las dos partes “se asemeja a un patrocinio normal”. No obstante, esta afirmación queda en entredicho cuando el propio rector del fútbol continental conminó al club de la ciudad de Mozart a realizar una serie de modificaciones en su imagen para evitar situaciones tan embarazosas como la vivida en 2015, cuando en un partido de de la ronda previa de la Champions, el Salzburgo hizo entrar en el campo a un jugador con la camiseta del Leipzig.
Entre los cambios cosméticos, en las competiciones europeas el FC Red Bull Salzburgo ha pasado a llamarse FC Salzburgo y el escudo ha sido modificado ligeramente, pero en la competición nacional y en su identidad corporativa habitual sigue llamándose igual y luciendo un escudo prácticamente idéntico al del Leipzig. Lo que sí ha cambiado es su equipación.
Más espinoso y fundamental se presentaba el asunto de su estadio, el Red Bull Arena. Resulta que Red Bull no solo daba nombre al recinto, sino que pagaba el alquiler del mismo al propietario, el estado austriaco. En su decisión de junio de 2017 [PDF, en inglés] la UEFA dijo que el club se comprometía a “regularizar” dicha situación, sin concretar un plazo para ello.
A la pregunta de RTVE.es sobre si se había cumplido ese compromiso, el FC Salzburgo se ha limitado ha indicar escuetamente que “sí”, sin más detalles. Por su parte, la UEFA se ha vuelto a remitir a lo que ya dijo el año pasado en ese informe.
Cuando hace unas semanas el azar deparó que los dos equipos compartirían grupo en la Liga Europa, el director de competiciones de la UEFA lanzó un mensaje de normalidad: "Ambos equipos han sido admitidos y se han cumplido todos los criterios", dijo Giorgio Marchetti después del sorteo, citado por el semario Spiegel.
Ahora está por ver lo que ocurre sobre el césped, este jueves en el Red Bull Arena de Leipzig, el 29 de noviembre en el Red Bull Arena de Salzburgo y en general en toda esta ronda en el grupo B, cuya última jornada será el 13 de diciembre.