Celtics y Warriors, dos favoritos al anillo en horas bajas
- Los dos grandes aspirantes a jugar la final de la NBA están lejos de su mejor rendimiento
- Boston no termina de encontrar su estilo y los Warriors sufren con las lesiones de Curry y Green
Los dos equipos favoritos a jugar la final de la NBA, Boston Celtics y Golden State Warriors, están viviendo momentos difíciles y ofreciendo un rendimiento muy lejos de lo que se presuponía a principio de temporada. Si bien ambos se habían mostrado irregulares en el arranque, sobre todo los Celtics, la última semana ha sido un desastre para ambas franquicias, aunque por razones muy diferentes.
En Boston las cosas no parecen funcionar desde el principio y, ahora mismo, el equipo es octavo en el Este, con nueve victorias e igual número de derrotas, lo que les mantiene muy lejos del líder de la Conferencia, Toronto Raptors (15-4).
El conjunto de Brad Stevens ha perdido siete de sus diez últimos encuentros y se ha mostrado especialmente ineficaz fuera de casa, donde solo ha sumado cuatro victorias en diez partidos. Todo ello, con un escaso balance anotador: 106 puntos por partido, la sexta peor marca de la liga.
Recuperación de Irving y Hayward
Y eso que todo hacía indicar que esta podría ser la gran temporada de los Celtics, que el año pasado se vieron masacrados por las lesiones: el alero Gordon Hayward no pudo jugar en toda la temporada por una fractura de tobillo, mientras que el base Kyrie Irving no pudo disputar los playoffs.
Pero mientras Irving mantiene el tipo con sus 22,4 puntos por noche, en la línea habitual de su carrera, Hayward está muy lejos de sus números en Utah Jazz y apenas sobrepasa los 10 tantos por partido. Otros hombres importantes como Al Horford o Jaylen Brown no han dado aún lo que se esperaba de ello y solo el alero Jayson Tatum parece mantener el tipo.
El resultado es que los Celtics han doblado la rodilla ante equipos en teoría inferiores como Orlando Magic, Indiana Pacers, Charlotte Hornets o New York Knicks.
Lo mejor para los verdes es que hay mucha temporada por delante y que, con el nivel del Este, tendría que suceder un auténtico desastre para que una plantilla como la suya no termine jugando playoffs. Y eso ya es otra película.
Los Warriors, lastrados por las lesiones
Golden State Warriors también vive momentos complicados. La franquicia, con una plantilla llamada a hacer historia en la NBA, está ofreciendo un rendimiento muy por debajo de lo esperado, aunque aquí las lesiones parecen ser la causa principal. Aunque no la única.
Es cierto que los de la Bahía de San Francisco tienen fuera de juego a estrellas Stephen Curry, Draymond Green y a su flamante fichaje, DeMarcus Cousins. Pero a estas alturas acumulan ya siete derrotas y cuatro de ellas se han producido en los cuatro últimos encuentros en la que es la peor racha desde que Steve Kerr se hiciera cargo del banquillo hace cuatro años.
La eficacia ofensiva de Kevin Durant y Klay Thompson no parece ser suficiente para sostener a un equipo sin fondo de armario y que echa de menos el liderazgo de Curry y, sobre todo, la intensidad defensiva de Green, el alma de los Warriors.
A ello hay que unir algunas diferencias internas que están saliendo a la luz en las últimas semanas, como la pelea pública que mantuvieron Green y Durant, lo que está poniendo en duda la continuidad de este último, que debe renovar a final de temporada.
Y es que los Warriors, un verdadero milagro de ingeniería financiera, corren peligro de derrumbarse ya que algunas de sus estrellas (Cousins, Durant y Thompson) terminan contrato este verano y será difícil cuadrar las cuentas para que todos ellos sigan formando parte de este superequipo.
Sea como sea, es de esperar que lo de Celtics y Warriors no sea más que una mala racha y que ambos puedan estar entre los aspirantes al anillo a final de temporada.