La Fiscalía pide 12 años de prisión para el exseleccionador de atletismo por los supuestos abusos a menores
- Miguel Ángel Millan Sagrera está acusado de abusar de dos menores a los que entrenaba en Tenerife
- La Audiencia Provincial ha prorrogado la prisión provisional ya que aprecia riesgo de fuga
La Fiscalía de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife ha pedido 12 años de prisión por supuestos abusos sexuales a menores para el entrenador de atletismo Miguel Ángel Millán Sagrera, exseleccionador nacional de pruebas combinadas, quien se encuentra en prisión preventiva desde enero de 2017.
Asimismo un auto de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife conocido este martes se ha decidido prorrogar la prisión provisional comunicada ya que aprecia riesgo de fuga en el exentrenador de atletismo.
En su escrito de acusación, la Fiscalía pide tres años y nueve años de prisión por dos delitos de abusos sexuales continuados, así como inhabilitación durante 14 años para el ejercicio de la profesión de entrenador deportivo y de desarrollar actividades deportivas con menores de edad, además de que siga un programa formativo de educación sexual.
Millán Sagrera, nacido en 1950 en Lorca (Murcia), se valió de su extraordinario prestigio profesional para abusar de dos menores a los que entrenaba personalmente en Tenerife, quienes contaban con 14 y 15 años y 16 y 17 años de edad en el momento de los hechos, detalla el escrito de acusación.
"Si el menor se negaba a sus requerimientos sexuales, lo desplazaba del equipo"
Al primero de los menores lo conoció en 2010 con 13 años y estableciendo con él "un vínculo distinto al que tenía con el resto de los atletas", de "absoluta confianza" y trato diario, incluidos mensajes en redes sociales.
A finales del año 2011 se 'produjo el primer contacto sexual en el coche del entrenador y en la primavera y verano de 2012, con motivo de desplazamientos debidos a campeonatos, Millán, según la fiscalía, distribuyó las habitaciones para que la compartieran ellos dos, y con la excusa de un masaje masturbó al menor, que no se atrevió a rechazarlo, a quien sometía a tocamientos, caricias y masturbaciones, así como a la "satisfacción de su impulso sexual".
Su víctima no podía negarse por el ascendiente de su entrenador sobre él y por "las recurrentes reacciones de éste de decepción y malestar en el ámbito deportivo cuando el menor se atrevía a contrariarle sexualmente".
El creciente malestar del menor le llevó a distanciarse paulatinamente del entrenador y puso fin a los entrenamientos el día 23 de marzo de 2013 a través de su móvil.
Ya mayor de edad, en junio de 2017, el joven denunció los hechos en la comisaría de la Policía Nacional de La Laguna "con la finalidad de que el procesado no llevara a cabo hechos como los que él sufrió con otros menores de edad" y reclamó una indemnización por el perjuicio sufrido.
El segundo caso de abusos fue con otro de los atletas a los que entrenaba, al que conoció en torno a abril de 2015 y en mayo de ese año, y en un campeonato en Las Palmas de Gran Canaria, cuando tenía 16 años, maniobró para compartir habitación con él y aprovechó para acariciarlo y masturbarlo ante la sorpresa del menor.
Estas conductas las repitió en otras citas deportivas, así como en un apartamento de su propiedad en la localidad tinerfeña de el Porís de Abona, venciendo su oposición valiéndose de su fuerte ascendiente que como entrenador", relata la fiscalía.
"En las ocasiones en que el menor se negaba a acceder a los ilícitos requerimientos sexuales del procesado, éste se enfadaba con él, le retiraba la palabra, descuidaba su atención como atleta en los entrenamientos o lo desplazaba en el equipo", con lo cual "lograba doblegar su renuencia".
Aunque en una primera ocasión en agosto de 2016 esta víctima negó los hechos ante la Policía Nacional "por la extraordinaria influencia que todavía tenía sobre él" Millán, "una vez fue consciente del perjuicio sufrido y tras liberarse de la influencia que había ejercido sobre él, presentó denuncia" contra él en diciembre de 2017.
La fiscalía pide que si antes del 9 de enero de 2019, cuando se cumplen dos años de su prisión preventiva, no se ha celebrado el juicio, haya una comparecencia para solicitar la prórroga de su encarcelamiento provisional.
En el auto de la Audiencia Provincial conocido hoy se fija el juicio para el próximo mes de enero.