Final feliz para River en una Libertadores histórica

• El conjunto millonario se llevó el título tras una final que se ha prolongado durante un mes
• Madrid superó su examen garantizando la seguridad del partido y haciendo que solo el fútbol fuera el protagonista

Jugadores de River: "Hay que festejar la final de la historia"

El River Plate ya está en el Mundial de Clubes tras su victoria ante el Boca Juniors en la Final de la Copa Libertadores del Bernabéu (3-1). El equipo bonaerense ha logrado el último billete para el 'Mundialito' después de una Libertadores histórica, que se prolongó durante un mes, y que ha tenido un final feliz.

Y es que este 'Superclásico' del fútbol argentino se ha convertido en mucho más que un partido de fútbol y ha copado la atención mediática de todo el mundo durante 30 días.

Justo el 10 de noviembre estaba previsto el duelo de ida en el estadio de Boca Juniors pero las fuertes lluvias en Buenos Aires obligaron a aplazar ese choque

Un día después, La Bombonera pudo acoger el encuentro y 'Xenizes' y 'Millonarios' no defraudaron y empataron 2-2 dejando toda la empoción para el partido de vuelta.

Pero el duelo en El Monumental, previsto para el 24 de noviembre, tuvo que ser suspendido por los graves incidentes previos en los que se atacó al autobús de Boca con piedras y gas pimienta.

El 'Superclásico' se programó para un día después pero no se llegó a disputar porque, según la Conmebol, no estaban "garantizadas las condiciones de igualdad" de ambos equipos ya que algunos de los jugadores de Boca estaban heridos.

Se acordó entonces posponer la final de la Libertadores sin fecha y se comenzó a hablar de sacarla de Argentina. Mientras, Boca solicitaba que se le diera como ganador y River interponía sus quejas porque quería jugarla en su estadio.

Ninguna de esas peticiones prosperó y, el 29 de noviembre, el Bernabéu fue elegido como feudo para la 'Superfinal'. Una decisión que indignó en el país sudamericano y que solo gustó a los argentinos residentes en España pues tenían ante sí la oportunidad histórica de vivir una Libertadores.

Y mientras River y Boca se reafirmaban en sus quejas, la afición respondía agotando las entradas puestas a la venta y todo el mundo fijaba su atención en Madrid a la espera de saber si podría garantizar la seguridad en un evento de este tipo.

Madrid, un éxito en seguridad

Y la capital de España, cumplió. La operación CABA, como así se bautizó el operativo en referencia al acrónimo de la ciudad de Buenos Aires, concluyó sin "nada" que reseñar porque todo funcionó dentro de la "más absoluta normalidad".

Los 4.000 efectivos involucrados,  de los cuales 2.054 eran policías nacionales, cumplieron con su labor en el dispositivo de seguridad preparado para antes, durante y después del partido y todo fue un éxito.

Los miles de aficionados argentinos desplazados a la capital española debieron pasar tres filtros policiales en los que los asistentes eran registrados y se requisaban materiales que pudieran ser peligrosos. Todo con el único objetivo de que el fútbol fuera el centro de atención, como así fue.

Cuando River y Boca saltaron al cépdel del Bernabéu el ambiente era una fiesta y los jugadores se encargaron de prolongarla con una prórroga.

El 'Superclásico', que llevaba un mes esperando coronar al campeón de la Libertadores, quiso regalar al mundo 30 minutos más de fútbol. Un tiempo extra en el que Quintero brilló con su zurzado y en el que Piti Martínez puso el colofón final con el 3-1 para dar el título al conjunto millonario.

Se ponía así el punto y final a una Copa Libertadores histórica en la que, por fin, el fútbol sin más fue el protagonista.