Deportes que suben y bajan: una cuestión de competencia donde gana la gimnasia

• Factores socioeconómicos muy diversos provocan la crisis de algunos deportes y el auge de otros
• Frente al espejo: Las tendencias de los deportes en España (interactivo) | Entrevista a la gimnasta Ana Pérez

Natación, atletismo, pádel, surf, ciclismo, esquí, tenis son algunos de los deportes que más suben o bajan en España.

En un mundo donde cada vez se hace más deporte, no todas las especialidades ganan adeptos: al fin y al cabo, también hay competencia entre deportes. Y así, mientras el pádel ha dado la sorpresa al veterano campeón de la raqueta, el tenis; otros como la gimnasia hacen una exhibición de fortaleza y flexibilidad.

Metáforas aparte, una gran variedad de factores socioeconómicos están detrás de estos fenómenos que se dan a lo largo de la historia. Esa casuística tan grande y la escasez u opacidad de fuentes oficiales hacen complicado el análisis.

• Frente al espejo: Las tendencias de los deportes en España (especial interactivo)

No obstante, algunas tendencias están claras. Y en el plano positivo hay que destacar una actividad física que muchas personas practican como mero ejercicio, y que como deporte —entendiendo como tal el que se realiza con ánimo competitivo— también está en auge: se trata de la gimnasia.

Prácticamente uno de cada siete españoles dice hacer gimnasia (de cualquier tipo) todas las semanas, según la última Encuesta de Hábitos Deportivos del INE. Una década atrás era solo uno de cada diez.

La federación internacional distingue cinco especialidades competitivas (artística, rítmica, trampolín, aeróbica, acrobática) y una no competitiva. Además, tiene planes para incorporar al parkour como la séptima, no sin polémica dentro de la comunidad de practicantes de esa carrera de obstáculos.

"Para todos"

En España también se trabaja para integrar a esa modalidad dentro de la Real Federación Española, que explica que todas las especialidades están creciendo, aunque de momento la que no tiene como fin la competición, denominada “gimnasia para todos”, apenas se ha organizado.

Jesús Carballo, en los Juegos de Atlanta'96. EFE

Esta última celebrará el año que viene su segunda Gimnastrada en Austria, un acontecimiento que, junto al auge del parkour (que ya ha sido presentado como candidato al programa olímpico), ilustra bien el principal fenómeno sobre tendencias del deporte que se apuntó en el informe sociológico encargado por el Consejo Superior de Deportes (CSD) que acompañó a la referida estadística de hábitos deportivos de 2010: el “progresivo desplazamiento hacia unas prácticas con mayor carácter recreativo”.

Adultos (incluso ancianos), jóvenes y niños, la edad es una de las claves de la transversalidad de la gimnasia (cuestión de género al margen). “Es un deporte súperfamiliar”, explica a RTVE.es el presidente de la RFEG, Jesús Carballo, que se preocupa sobre todo por las nuevas generaciones.

“La gimnasia se hace a edades muy tempranas, por lo que la familia está muy implicada“

Quienes deciden iniciarse en la artística o la rítmica lo hacen a “edades muy tempranas, por lo que la familia está muy implicada”. En ese sentido, también son importantes los referentes, “buenos embajadores”, entre los que destaca a las integrantes del equipo de rítmica que ganaron la medalla de plata en los Juegos de Río 2016.

En esa disciplina, “de un año a otro se han duplicado las inscripciones”, asegura Carballo, que destaca también los programas de formación de entrenadores y el “esfuerzo” que ha hecho la federación en los últimos cinco años para organizar competiciones nacionales en pabellones más grandes, con mejores medios y nuevos canales de comunicación. “Los eventos nos han dimensionado mucho”, concluye.

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El resultado, entre 2008 y 2017 se han multiplicado por 4,5 sus licencias, un crecimiento solo superado por algunos más minoritarios, como el surf.

En el extremo contrario, la federación de deportes de invierno ha perdido más de tres cuartas partes de sus inscritos. El organismo presentó en 2016 un plan estratégico para siete años en el que analizó sus debilidades y fortalezas. Entre las primeras, factores físicos como la estacionalidad o dependencia del cambiante clima; el aislamiento (que condiciona también la conciliación de la vida personal y académica con la deportiva); pero también otros más propios, como la profesionalización “muy dispar” o el “mantenimiento muy caro” de algunas instalaciones, pasando por la caída de los patrocinios.

Para remontar ha puesto en marcha una serie de acciones, fundamentalmente formativas y de comunicación. Así, ha dado facilidades y ayudas de todo tipo a los medios de interesados en informar de este deporte.

Una caída no explicada

Pero entre los grandes deportes llama la atención la caída del tenis, que ha perdido varias posiciones entre los favoritos de los españoles en los últimos años. Varios expertos apuntan que el auge del pádel es determinante como sustitutivo del tradicional deporte de la raqueta.

De hecho, los números positivos de la modalidad más joven son prácticamente los mismos, en términos negativos, que registra en sondeos y fichas uno de los deportes que más éxitos ha dado a España en los últimos tiempos, sobre todo gracias a Rafa Nadal.

La Federación Española de Tenis ha rechazado la invitación de RTVE.es para explicar las causas de ese descenso y sus planes para revertir la situación.

Tampoco el CSD ha contestado sobre estos fenómenos. En cualquier caso, parecen confirmar otra de las conclusiones que apuntó el catedrático de sociología de la Universidad de Valencia Manuel García Ferrando en el estudio que el Consejo publicó en 2010, y es que se ha dado un “cierto repliegue de aquellas modalidades deportivas de tradicional naturaleza federativa y competitiva”.

Aunque no en el caso del fútbol.

Una beca, un futuro...

Ana Pérez, durante un campeonato de 2015. EFE

RTVE.es ha preguntado a Ana Pérez cómo se forja una deportista que ha llegado a la élite internacional de la gimnasia, el deporte que está registrando la tendencia más positiva en España en coincidencia con su trayectoria.

Nacida hace 20 años en Sevilla, empezó a practicar en un club de su ciudad. “Poco a poco fui alcanzando más nivel”, explica, agradecida por las atenciones recibidas antes que nadie de su familia y las preparadoras. “Venir al Centro de Alto de Rendimiento (CAR) de Madrid me ha facilitado progresar y recibir apoyo en forma de becas”, entre ellas la del Comité Olímpico Español y una de Telefónica. “Pero son apoyos que vas recibiendo poco a poco, según vas consiguiendo nivel y resultados”.

Más a ‘pie de pista’, “la federación nos apoya dándonos la ropa, cierto material y nos paga los viajes a las competiciones y el alojamiento”. “Todo eso facilita mucho. Hay otros deportes en los que se tienen que pagar sus gastos”, añade la olímpica.

Aunque también sabe que otros deportes “tienen más apoyos de empresas o de otro tipo”, del mismo modo conoce y presume del suyo. “La gimnasia va creciendo. Demostramos que entrenamos muy duro y conseguimos resultados. Eso nos está dando a conocer y hace ver que es un deporte en el que se puede invertir”, concluye.

La gimnasia es una parte “superfundamental” de su vida actual. Pero también estudia, aunque aquí es donde más limitaciones nota. “Es muy difícil compaginar por horarios”. “Hago doble sesión (de preparación física) y me quedan pocas horas libres para estudiar. Este año estoy probando a estudiar a distancia un grado superior y me organizo entre los entrenamientos para llevar al día" las asignaturas.

En el futuro le gustaría estudiar una carrera relacionada con el deporte, pero aún no lo tiene claro. En todo caso, quiere seguir teniendo algo a lo que agarrarse sin ayuda de la magnesia.