Luka Doncic, la explosión del 'niño maravilla'
- El esloveno está confirmando en la NBA el alto nivel que mostró en sus años en el Real Madrid
- Su equipo, Dallas Mavericks, está con balance positivo y Doncic es claro candidato a novato del año
Ha bastado poco más de un mes y medio de competición en la NBA para confimar lo que parecía un hecho claro a este lado del Atlántico: Luka Doncic está destinado a marcar una época en la mejor liga de baloncesto del mundo.
El 'niño maravilla' está impactando en su aparición en la NBA y ya se ha convertido en el líder indiscutible de su equipo, Dallas Mavericks, que desde el anillo en 2011 estaba en un segundo plano. Con solo 19 años, promedia 17.8 puntos, 6,8 rebotes y 4,5 asistencias y es titular indiscutible desde el primer día.
Ahora mismo, los texanos tienen un balance de 15 victorias y 12 derrotas y están en puestos de playoffs, por delante de equipos en teoría superiores como Portland Trail Blazers, San Antonio Spurs, Utah Jazz o Houston Rockets.
Precisamente contra los Rockets, hace una semana, Doncic completó una de sus actuaciones más brillantes. Los Mavs perdían por 8 puntos a falta de 2:50 para el final. Pero el exjugador del Real Madrid asumió la responsabilidad y logró 11 puntos consecutivos, dando la victoria a su equipo.
Se desata la 'doncicmanía'
La hazaña del esloveno ha desatado la 'doncicmanía' en la última semana y ya hay quien especula con que el escolta podría aspirar a jugar el All-Star, algo en principio impensable esta temporada y más en la Conferencia Oeste, en la que hay jugadores en su puesto como Stephen Curry, James Harden, Russell Westbrook o Klay Thompson que parecen casi intocables. Pero ahora mismo sería osado descartar por completo a Doncic para la cita.
Más clara es su candidatura al título de novato del año, una carrera en la que ha tomado una indiscutible ventaja frente a otros aspirantes como Trae Young (Atlanta Hawks), Jaren Jackson (Memphis Grizzlies) o el número 1 del último 'draft', DeAndre Ayton (Phoenix Suns).
De hecho, ahora mismo nadie se explica cómo Doncic no fue elegido en primera posición del sorteo de novatos y, mucho menos, la extraña maniobra de Atlanta Hawks que, tras seleccionar al esloveno en tercera posición, decidieron intercambiarle por Trae Young y una primera ronda del draft de 2019.
Dominio en Europa
Está claro que en Europa las hazañas de Doncic no sorprenden tanto como en Estados Unidos. Pese a su juventud, en los tres últimos años ha acumulado numerosos títulos individuales y colectivos con las camisetas del Real Madrid y de la selección eslovena.
El equipo blanco mostró un ojo clínico para ficharle siendo casi un niño (13 años) y también supo abrirle las puertas del primer equipo, en el que debutó en abril de 2015, con 16. Pronto se vio que, antes o después, sería inevitable que Doncic hicera las maletas rumbo a la NBA.
Su verdadera explosión llegó en la temporada 2017/2018 cuando, obligado por la lesión de Sergio Llull, tomó las riendas del Real Madrid, liderando al equipo blanco a la conquista de la Liga ACB y de la Euroliga, siendo MVP en ambas competiciones. Unos meses antes, su concurso resultó fundamental para que Eslovenia conquistara su primer Europeo de Baloncesto.
Relevo natural de Nowitzki
Sus años en España han resultado esenciales para que Doncic sea ahora un jugador mucho más maduro que algunos de sus compañeros de generación.
Aunque tampoco hay que olvidar que en la NBA es habitual que se produzca lo que los estadounidenses denominan el 'rookie wall': un bajón en el juego y las estadísticas que sufren los jugadores en su primer año, generalmente a causa de la presión y de un calendario que les obliga a jugar prácticamente un partido cada dos días. Ni un superclase como Doncic está libre de sufrir esa crisis.
Lo mejor para el esloveno es tener a su lado a un icono del baloncesto mundial como Dirk Nowitzki, el mejor espejo en el que se puede mirar. El alemán acaba de regresar tras una larga lesión en la que puede ser su última temporada.
Todo el mundo en Dallas espera que Doncic sea su relevo natural y que, como hizo Nowitzki, sea capaz de marcar una etapa en el equipo texano. De momento, todo hace indicar que el 'niño maravilla' ha llegado a la NBA para quedarse.