Enlaces accesibilidad
Fútbol. Liga. Jornada 19 | Rayo 4-2 Celta

Raúl de Tomás hace naufragar al Celta de Vigo

  • El Rayo se impone 4-2 al Celta con tres goles de Raúl de Tomás
  • Narración y datos del Rayo-Celta de la 19ª jornada de Liga

Por
Raúl de Tomás, protagonista del partido contra el Celta.
Raúl de Tomás, protagonista del partido contra el Celta.

Ficha técnica:

4 - Rayo Vallecano: Dimitrievski; Advíncula, Amat, Velázquez, Abdoulaye, Alex Moreno; Embarba (Álvaro, m.61), Imbula (Medrán, m.74), Comesaña, Trejo (Bebé, m.73); y Raúl de Tomás.

2 - Celta de Vigo: Rubén Blanco; Hugo Mallo, Cabral, Araujo, Junca; Fran Beltrán (Lobotka, m.78), Okay, Jozabed (Eckert, m.81); Brais Méndez, Maxi Gómez y Boufal (Sisto, m.81).

Goles: 1-0: M.3 Raúl de Tomás; 1-1: M.13 Araujo; 1-2: M.18 Maxi Gómez, de penalti; 2-2: M.37 Raúl de Tomás; 3-2: M.77 Raúl de Tomás; 4-2: M.91 Bebé.

Árbitro: Alberola Rojas (Comité Castilla-La Mancha). Amonestó a Abdoulaye (m.16), Advíncula (70) y Velázquez (80) del Rayo; y a Brais Méndez (19), del Celta.

Incidencias: partido correspondiente a la decimonovena jornada de la Liga Santander, disputado en el estadio de Vallecas de Madrid, ante 11.465 espectadores.

Tres goles de Raúl de Tomás y uno de Bebé permitieron al Rayo Vallecano ganar al Celta de Vigo (4-2) en un partido frenético que tuvieron que remontar y que le permite mirar la permanencia con más optimismo, todo lo contrario que el equipo gallego, que se acerca peligrosamente a la zona baja.

El partido comenzó con un ritmo muy alto hasta el punto que a los tres minutos, con muchos aficionados aún entrando al estadio, el Rayo abrió el marcador con un gol de falta directa de Raúl de Tomás que se coló por el poste derecho de la portería de Rubén Blanco.

La ventaja en el marcador no le sentó nada bien al Rayo, que inexplicablemente tuvo unos minutos de desconcierto que le valieron dos goles sin que su rival realmente hiciera grandes méritos. El empate llegó tras un córner botado desde el costado derecho que fue muy mal defendido por los jugadores del Rayo y que terminó con un remate totalmente solo en el corazón del área del central mexicano Néstor Araujo.

Cinco minutos después, Brais Méndez remató un balón sin aparente peligro que tocó en el brazo de Abdoulaye Ba.  Maxi Gómez, desde los once metros, lanzó su disparo al lado izquierdo de Dimitrievski, que tocó el balón pero no lo pudo parar.

Los dos goles dejaron herido al Rayo, pero con el paso de los minutos se fue serenando y, gracias a que el Celta renunció a jugar el balón y llevar la iniciativa del choque, su juego comenzó a ser más fluido y sus acercamientos a la portería rival constantes.

El VAR entra en escena

Para entonces la afición comenzó a tomarla con el VAR, que tuvo un papel protagonista en un gol anulado a Raúl de Tomás y poco después en otro que sí dio al delantero rayista tras su consulta por el audífono. Antes del descanso el Rayo Vallecano pudo celebrar otro gol más, pero no lo hizo porque el argentino Oscar Trejo, totalmente solo ante Rubén Blanco, estrelló su remate en el portero del equipo gallego.

En la segunda parte el partido siguió con el mismo ritmo frenético que terminó la primera mitad y con el Rayo intentando llevar la iniciativa ofensiva, aunque con el paso de los minutos al Celta, por el resultado, no le quedó otra que también intentar irse arriba dando más protagonismo en el juego a sus centrocampistas Jozabed y Fran Beltrán, pitados cada vez que tocaron el balón.

Esa mejoría del Celta volvió a despertar el nerviosismo en el Rayo, que sin balón es un equipo que no se encuentra cómodo, y a punto estuvo de lamentar un nuevo gol del equipo gallego tras un disparo de falta al travesaño de Maxi Gómez.

Cuando más vulnerable parecía el Rayo una jugada extraña llena de rechaces terminó con un remate seco de Raúl de Tomás que no pudo atajar Rubén Blanco. El gol llevó el delirio a las gradas y hundió por completo al Celta de Vigo, que acabó atacando con más intención que acierto y en el tiempo añadido recibió el cuarto gol del Rayo, obra de Bebé al culminar con acierto un mano a mano con el portero visitante.