Nadal consuma su 'vendetta' sobre Djokovic y alza su noveno título en Roma
- El español se impone en otro duelo titánico por 6-0, 4-6 y 6-1
- Narración y estadísticas del Rafa Nadal - Novak Djokovic, final del Abierto de Roma
Rafa Nadal vence al serbio Novak Djokovic en la final del Abierto de Roma, quinto Masters 1000 de la temporada. El número dos del mundo se impuso al número uno por 6-0, 4-6 y 6-1 en otro titánico partido entre los dos mejores del planeta (2 horas y 25 minutos). [Datos y estadísticas]
Es el noveno título en la Ciudad Eterna para Rafa, que vuelve a aventajar a su rival en la carrera por acumular Masters 1000: 34 a 33. Además, es el título número 58 en tierra batida para el español, superficie en la que por fin se estrena esta temporada tras caer en semifinales en Montecarlo, Barcelona y Madrid.
Ya antes de la final, una estadística del torneo reflejaba que Djokovic había corrido tres kilómetros más que Nadal (9,5 a 6,5). Un asa del trofeo se lo debía Rafa a los argentinos Del Potro y Schwartzmann, rivales del número uno en cuartos y semifinales.
En un duelo que se ha repetido ya en 54 ocasiones (28-26 para Djokovic) con la de este domingo, Rafa no estaba dispuesto a repetir errores y sí a vengar afrentas como la de la arrolladora final del Open de Australia que ganó el serbio. En la arcilla romana había empate previo a dos finales cada uno.
El español dio muestras de tener estudiados los puntos débiles de su rival, al menos en lo que a tierra batida respecta. Restos al pasillo central, bolas altas, cambios de ritmo y su 'drive' en el momento preciso, sin abusar, hicieron mucho daño a Djokovic. De hecho, hizo más daño su 'passing' de revés que su derecha.
El primer set fue un visto y no visto con 6-0 y tres roturas, a cada cual más traumática para el de Belgrado. Fue significativo de la presión a la que le sometió, que 'Nole' cediera una doble falta justo después de salvar una pelota de 'break'.
Pero este no es número uno del mundo por casualidad; una de las claves, entre otras muchas, ha sido su cambio de mentalidad. Segundo set y juego en blanco con tres saques directos mediante. Gritos de "¡Nole!" desde la grada. Orgullo herido.
Además de afinar con su primer servicio, salió Djokovic al segundo set con la derecha más afinada, dejando atrás los 13 errores no forzados del primer set.
Llegó la primera bola de 'break' para el serbio, en el cuarto juego del segundo set y una hora disputada de partido. Nadal la salvó y remontó su saque con derechazos certeros, demostrando que la balanza como mucho se había nivelado.
Mucho orgullo sobre la pista sumando los números uno y dos del mundo. Afrentas y cuentas pendientes, unas más recientes que otras, esperaban cobrarse sus deudas. Pero una de las deudas de Djokovic era con su propio físico, más castigado en Roma que el de Nadal.
'Nole' paga su esfuerzo
El de Manacor se puso 0-40 en el séptimo juego después de un intercambio extenuante que finalizó Djokovic estampando su machaque en la red. Otro error no forzado. Pero 'Nole' sacó fuerzas de su orgullo y logró salvar las tres, apoyándose en su servicio.
No aprovechar las bolas de rotura fue un lastre para Rafa, lo que sumado a la inoportuna aparición de errores no forzados dio al traste con el segundo parcial. Lo aprovechó Djokovic a la tercera para él y llevó el partido al desempate. Media hora el primero, una hora el segundo.
Esa hora de esfuerzo le pasó factura a 'Nole' en el inicio del tercer set, que le costó la rotura de su servicio por culpa de sus propios errores y de su propia raqueta por el enfado. Esas seis dejadas que estrelló en la red aparecerán en sus pesadillas estas noches.
Luego sí fue capaz de salvar otra bola de 'break' en el tercer juego, pero entre medias se encontró con la versión conservadora de Nadal, que sabe gestionar su ventaja con paciencia aunque acabe ganando 6-4 o 7-5.
Aunque si el rival le abre la puerta, Rafa entra como un vendaval. Djokovic iba con el depósito en reserva y un Nadal más fresco le hizo la segunda rotura en el quinto juego. Los gestos tras cada punto eran muy significatos en el belgradense: hombros caídos, arrastrando el paso, cabizbajo... El primer punto de partido para el español llegó al resto y 'Nole' arrojó la toalla.