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Final Copa del Rey

Barça - Valencia: la Copa que no sabrá igual a los finalistas

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Messi encara a Kongdobia, ante la presencia de Parejo, durante el partido de la primera vuelta de la Liga en Mestalla
Messi encara a Kongdobia, ante la presencia de Parejo, durante el partido de la primera vuelta de la Liga en Mestalla

Alineaciones confirmadas:

FC Barcelona: Cillessen; Semedo, Piqué, Lenglet, Jordi Alba; Arthur, Busquets, Rakitic; Sergi Roberto, Messi y Coutinho.

Valencia: Jaume Doménech; Wass, Garay, Paulista, Gayà; Carlos Soler, Coquelin, Parejo, Guedes; Rodrigo y Gameiro.

El Barça y Valencia se enfrentan esta noche en Sevilla en una final a la que llegan con estados de ánimo diferentes, acordes a las diferentes expectactivas que genera su diferente potencial: los culés buscan otro doblete y hacer historia con la quinta Copa del Rey consecutiva, que no hará olvidar el fiasco de la Champions; mientras que los ches quieren poner la guinda a una gran temporada —la del centenario del club— con su primer trofeo en más de una década.

Esa diferencia de palmarés entre el rey de Copas (30 títulos) y el equipo valenciano (7) no es solo una referencia. El favoritismo de los azulgrana es inevitable aunque sea por un solo hecho: tiene a Messi, como recordó el entrenador del Valencia en la víspera del encuentro.

Pero claro, también el argentino sabe que hay ocasiones en las que el fútbol es imprevisible, como le ocurrió este mes en Liverpool, una eliminación aún más dolorosa que la del año anterior ante la Roma y que ha reconocido que le ha dejado más tocado que tras perder la final del Mundial.

Así pues, por segunda campaña consecutiva el Barça puede ganar la Liga y la Copa (a la que este año suma además la Supercopa) que, de no ser por la defensa que el propio Leo ha hecho de Valverde antes de esta final, podría no ser suficiente para garantizar la continuidad del proyecto.

El Txingurri tiene además un problema añadido, ya que se le acumulan las bajas (Suárez, Dembélé) y dudas en la delantera. De hecho, puede usar a Messi como falso nueve, seguramente acompañado del cuestionado Coutinho y del joven Malcom.

En el centro del campo son fijos a priori Rakitic y Busquets. Si elige la anterior opción de ataque, el último puesto sería seguramente para Arthur, aunque apenas haya tenido oportunidades en los grandes duelos de esta temporada.

La recuperación del Valencia

La defensa está más clara, con Sergi Roberto, Piqué, Lenglet y Jordi Alba, así como la portería, para Cillesen, el guardameta de esta competición.

Valencia: Jaume Doménech; Wass, Garay, Paulista, Gayà; Carlos Soler, Coquelin, Parejo, Guedes; Rodrigo y Gameiro.

Enfrente también defenderá los palos otro suplente habitual, Domenech, al que Marcelino ha asegurado su participación en la Copa. En el resto de las líneas tiene más dudas, fundamentalmente porque llegan muy justos a la final dos de sus pilares, el central Garay y el mediocentro Kondogbia.

Las únicas bajas seguras son las de Cheryshev y Kang. Con esos condicionantes, apuntan a titulares del medio campo para adelante Carlos Soler, Coquelin, Parejo, Guedes, Rodrigo y Gameiro.

Los valencianos han ido de menos a más esta campaña, donde se han quedado a las puertas de la final de la Europa League y han remontado hasta la cuarta plaza en Liga que les ha clasificado para la próxima Champions.

Esta noche jugarán su primera final de Copa tras la de 2008 (que ganaron) frente a un rival que va por la sexta seguida y que busca una gesta inédita: el quinto título consecutivo.

Es el final de un camin, que ha sido tortuoso para los dos. El Barça estuvo a punto de ser eliminado por alineación indebida ante el Levante y protagonizó una remontada ante el Sevilla; pero a eso le ha ganado el Valencia, que se vio en aprietos en las cuatro eliminatorias, especialmente ante el Getafe, un partido que concluyó con una vergonzosa tangana.

Aunque los precedentes son muy lejanos, el Barça domina 2-1 en los enfrentamientos directos en las finales de la competición, oficialmente denominada Campeonato de España. No por obvio, conviene reparar en este título: un torneo que para el todopoderoso Barça, acostumbrado a pelear con los mejores de Europa, es insuficiente.

En las gradas del Villamarín, que acoge su primera gran final en 90 años de historia, se espera la presencia de más de 20.000 aficionados de cada equipo y muy buen tiempo. Será además el último partido del árbitro Undiano Mallenco: el navarro pone fin a su carrera.