El Barça sigue convaleciente con los mismos síntomas que en Anfield
- El Valencia ha pasado por encima del campeón de Liga en la primera parte; Sergio Busquets y Jordi Alba, señalados
- Los culés reaccionaron en la segunda parte pero sin la fluidez ni las soluciones habituales y con bajas importantes
El Valencia fue el yin y el Liverpool el yang, pero el resultado fue el mismo, la derrota del Barcelona. Los de Marcelino esperaron atrás y los de Klopp salieron a morder arriba y ambos superaron al Barcelona con sistemas bien diferentes, no sólo por la pura disposición táctica (4-4-2 frente a 4-3-3) sino por la intención de sus hombres en el campo, los 'ches' buscaron el control y los 'reds' el famoso 'Rock and Roll' del técnico teutón.
Si el Liverpool trató de tapar en todo momento la salida de balón y presionó sin descanso los 180 minutos, el Valencia se arropó con los diez jugadores en su campo. Los goles del equipo de Klopp llegaron por empuje, por provocar errores en campo contrario, los del Valencia fueron contras con todo el campo para correr.
En la rueda de prensa previa ya se había hablado más de la derrota en Anfield que de la posibilidad de hacer el noveno doblete de la historia del Barça. Es un problema del fútbol actual de las 'Superligas europeas' pero no se pueden despretigiar las competiciones nacionales. Y el Barça demostró que aún estaba muy tocado, que en las mentes de los jugadores la debacle ante el Liverpool lo eclipsaba todo.
En todo el año el equipo de Valverde había perdido cinco partidos, dos en Copa (Levante y Sevilla), con remontadas posteriores, dos en Liga aún en 2018 (Leganés y Betis) y una en mayo con el alirón ya cantado (Celta).
Dos derrotas en dos partidos cruciales en la temporada dejan el soñado triplete en un sólo título, la Liga. Sería injusto decir que es una mala temporada con semifinales de Champions y final de Copa. Pero el horizonte se divisaba distinto en la mente de los aficionados culés.
Busquets, el último superviviente
Si por desgracia hemos visto marchar a Xavi y a Iniesta, dos de los tres componentes del mediocampo que llevaron a España y al Barcelona de Pep a sus mayores éxitos y su mejor juego jamás visto. Queda Busquets, pero huérfano de compañeros y con los años pasando por su físico.
En el primer gol, Gamerio pide a gritos el balón en la zona del mediocentro defensivo con (aproximadamente) una hectárea sin gente a su alrededor. Busquets ni sale en la foto, Rakitic y Semedo sí aparecen tratando de volver.
El seis del Barça pasó un tramo del partido que no encontraba su sitio, Arthur y Rakitic bajaban a sacar el balón y él se descolgaba. Un 'estilo Khedira' que ni le venía bien cuando le hizo debutar Pep desde Tercera División ni mucho menos ahora.
Falta de concentración
Un balón en largo para Guedes a la espalda de Sergi Roberto, que había permutado su posición con Semedo, le sirvió al Valencia para descolocar al Barcelona entero para marcar el 1-0. Con Busquets fuera de su sitio, ni Arthur, ni Rakitic ni Semedo estuvieron pendientes de Gameiro en la frontal, ni ningún central le salió.
Si en el fatídico partido de hace dos semanas el córner evidenció un esperpento defensivo, en esta Final de Copa el primer gol es para revisar por los técnicos. En dos pases y un regate de tres jugadores, Paulista para Guedes, el portugués a Gameiro y el delantero francés sienta a Alba y marca. Descosiendo al Barça con una facilidad pasmosa.
Jordi Alba, de más a menos en la temporada
El único lateral izquierdo de la plantilla ha hecho un año excelso, pero ha acusado la acumulación de minutos y partidos. Ya cometió errores de bulto en la pesadilla que aconteció en Inglaterra y en el 2-0 se le ha visto falto de frescura.
En el segundo gol Carlos Soler, que no es precisamente un velocista, le gana la partida de forma sorprendente y luego la pone con la clase habitual del canterano 'taronja'.
El Valencia, todo bien
El equipo de Marcelino lo tuvo todo de cara, antes de dominar en el partido se adelantó cuando mejor estaba el Barcelona. Y pudo haberlo hecho antes por un fallo de Lenglet. Desde entonces supo gestionar su ventaja.
El primer tiempo acabó con dos de tres ocasiones marcadas por los 'ches' y muy reforzados mentalmente en su preparación del partido. La segunda parte sufrieron algo más con los cambios ofensivos del 'Txingurri' pero solo encajaron un gol a balón parado.
Piqué y Messi, en un digno papel
Piqué estuvo al nivel de toda la temporada, salvó el 1-0 jugándose el físico contra el palo. Intentó tapar todo lo que pudo, pero hubo dos jugadas imparables o al menos que se pudieron parar fuera de su zona de influencia, así que poco se le puede reprochar.
Messi lo intentó absolutamente todo, si en Anfield estuvo igual de gris que sus compañeros, casi negro. Ante el Valencia dio su mejor versión, de cabeza... con el exterior del pie en un tiro inverosímil que golpeó en el palo...
Hasta que encontró el gol en un rechace de un córner y siguió buscando el empate sin descanso pero esta vez no lo consiguió. Sin Suárez ni Démbelé y con este Coutinho, el crack argentino está muy solo en el frente de ataque.