Vigilantes aéreos silenciosos para evitar intrusiones en la final de la Champions League
- Un sistema fijo de detección de drones cubrirá las zonas de riesgo del espacio aéreo durante el Tottenham - Liverpool
- Explicamos cómo funcionan estos radares, capaces de detectar y clasificar objetivos a 24 kilómetros de distancia
La Policía Nacional va a controlar la noche de este sábado el espacio aéreo estratégico de la final de la Champions Tottenham-Liverpool, en el Wanda Metropolitano, mediante un sistema fijo de detección de drones. Radares colocados para cubrir las zonas de riesgo van a vigilar el espacio aéreo para evitar cualquier tipo de intrusión no autorizada.
La amenaza terrorista es evidente, seguimos bajo 'alerta 4 reforzada' de un máximo de 5. Sin embargo, la mayor parte de los incidentes con drones se producen por uso negligente de los dispositivos. Pero, ¿cómo funcionan esos sistemas de detección? Están basados en tres premisas: detección, identificación y neutralización.
Sistema HORUS Captor
El sistema 'HORUS Captor' desarrollado por Thales utiliza tres elementos técnicos indispensables para el control del espacio aéreo respecto a mini drones, los que tienen un tamaño aproximado de 30x30 centímetros. El primero de esos elementos es un radar tipo Squire, transportable, de baja emisión (menos de 1 vatio), y permite detectar y clasificar objetivos hasta en 24 kilómetros de distancia.
Cuenta también cámara optrónica Gecko, que permite visualizar el dron a gran distancia, así como una estación de trabajo Horus, que se activa cuando un elemento no autorizado sobrevuela la zona a proteger.
La lección del aeropuerto de Gatwick
Una de las últimas intromisiones de drones con consecuencias se produjo hace unos meses en el aeropuerto londinense de Gatwick. Más de 250 vuelos fueron cancelados, con miles de pasajeros afectados y pérdidas millonarias.
“Con la señal de radio se puede localizar dónde está el piloto“
La invasión del espacio aéreo de Gatwick generó horas de caos y riesgo en uno de los aeropuertos más concurridos de Europa. Un sistema de detección e identificación podría haberlo evitado, e incluso haber señalado a los responsables. "Aparte de detectar el dron volando y su neutralización, con la señal de radio se puede localizar dónde está el piloto”, explica Gonzalo de Aréchaga, de Thales España.
Tras la alarma, control y neutralización
En una reciente exhibición del sistema HORUS Captor en el aeródromo de Marugán, RTVE.es ha comprobado cómo es exactamente el funcionamiento de un sistema fijo de detección de drones. Tras la intrusión, se activa la alarma y el sistema toma el control del dron intruso.
En ese momento hay varias opciones: que el dron aterrice en el lugar en el que ha sido neutralizado o que vuelva al punto de origen”, cuenta Manuel Illescas, responsable de sistemas.
Ámbito militar y civil
El uso de dispositivos anti-dron se extiende ya al terreno urbano. "Es donde mayores retos de seguridad suponen los mini drones", cuenta Aréchaga, que matiza que los edificios entorpecen la detección. Para solucionar ese problema deben colocar "paneles auxiliares de radar que complementan el sistema para cubrir toda la zona de seguridad”.
Un dron puede costar menos de 100 euros. Datos facilitados por Thales, empresa especializada en seguridad y defensa, estiman que en 2023 habrá 400.000 mini drones en circulación, considerándose de esta forma los que tienen un tamaño de 30x30 centímetros.
El reto de seguridad que supone esta proliferación apremia a las empresas del sector a desarrollar sistemas de radar especializados en su detección, identificación y neutralización. Identificar a pilotos con aeronave en el momento de la compra sería una forma de evitar parte de los problemas de seguridad.