Pablo Laso, el artífice de la racha del Madrid en la ACB
- El equipo logra su quinta Liga en ocho temporadas y otras tantas finales con el vitoriano al mando
- Crónica: El Madrid, campeón de su segunda Liga ACB consecutiva, por Fran Mena
Pablo Laso Biurrun (Vitoria, Álava, 1967), ha sumado este viernes su quinta Liga con el Real Madrid como técnico, club con el que ha alcanzado su octava final consecutiva desde que asumiera el cargo en junio de 2011.
Es desde hace varias temporadas el tercer entrenador más laureado del club con 17 títulos, por detrás de Lolo Sainz (24) y Pedro Ferrándiz (27), aunque estos dos le superan en número de temporadas al frente del equipo.
Laso llegó en un momento convulso al Madrid. Fue nombrado en relevo de Emanuele Molin, técnico italiano que en realidad estaba de interino tras el cese de Ettore Messina, quien llegó con la vitola de ganar Euroligas (dos con el Virtus Bolonia y dos con el CSKA) y falló en el intento.
El presidente Florentino Pérez siempre ha querido ver el escudo del Madrid en lo más alto de Europa, tanto en fútbol como en baloncesto, pero en este último caso el cetro se resistía desde la década de los noventa (1995).
Pablo Laso había ganado la antigua Recopa con el club blanco como jugador y su regreso no iba acompañado de tanta pompa como el fichaje de Messina. Había entrenado una temporada al Pamesa Valencia (2004-2005) en ACB y su mejor logro era lograr el ascenso con el Lagun Aro Gipuzkoa Basket (2008), su club de procedencia.
Un hombre dentro del equipo directivo del Madrid se antoja clave, no solo en su fichaje sino también en su permanencia cuando las aguas corrían menos claras: Juan Carlos Sánchez Lázaro, máximo responsable de la sección desde 2010. Los títulos del equipo y de Laso (17) también son en parte suyos.
Primera temporada y primeras finales
Laso llevó al Madrid a la final de la Liga ACB y meses antes rompía una sequía de 20 años sin ganar la Copa del Rey por parte de los merengues. Se resistía la Euroliga y algún verano su nombre estuvo en entredicho, pero la confianza de Sánchez y el 'laissez faire' de Florentino al máximo responsable de la sección, quien depositó su confianza en Laso, dieron sus frutos a la tercera Final Four (2015).
En lo deportivo, la clave del éxito ha sido una mezcla de, por un lado, mantener una base sólida, reconocible, de jugadores nacionales (Reyes, Rudy, Llull) e internacionales (Carroll es su máximo exponente), sin olvidar la cantera.
En este último caso, no se puede negar que el talento se aprovecha, pero la todopoderosa NBA ha hecho complicado que la afición disfrutara de sus más recientes 'perlas': Doncic ha sido el último caso y el más brillante, sin olvidar a Willy Hernangómez y a Nikola Mirotic antes que ellos.
Sin ser de la cantera, otros casos que dieron el salto del Madrid a la NBA como los de Sergio Rodríguez, Serge Ibaka (campeón con los Raptors) muestran que ha existido una buena gestión de la plantilla.
Estilo directo, también sobre la cancha
Laso se ha mostrado en numerosas ocasiones vehemente -en los partidos ACB se permite el acceso de cámaras de tv a los tiempos muertos- con árbitros, jugadores y tampoco se ha mordido la lengua para hablar de otros estamentos, como ocurrió en la pasada y polémica final de Copa.
El estilo de juego del equipo va acorde con su personalidad. El Madrid se muestra letal cuando corre de aro a aro, cuando puede jugar transiciones rápidas. Es un equipo completo, con profundidad de banquillo y que busca un equilibrio entre el poderío interior y el acierto en tiro exterior.
Es un equipo, en definitiva, reconocible para el aficionado medio, un modelo de gestión tal y como le afean a Florentino Pérez los críticos, tanto de dentro como de fuera del madridismo. Un modelo que tiene en Pablo Laso a su principal arquitecto en lo deportivo.