La guerra de los horarios del fútbol: preguntas y respuestas
- El último conflicto entre Rubiales y Tebas se dirime este miércoles en un juzgado de lo Mercantil
- Los escenarios que se abren para las partes con mucho dinero en juego son complejos
Un juez abordará este miércoles el conflicto entre la Liga y la LigaFederación sobre los partidos de los lunes y los viernes, a poco más de una semana para el inicio de la competición. Es el penúltimo capítulo del sempiterno conflicto entre las dos grandes entidades que rigen el fútbol español y se que se ha recrudecido con el enfrentamiento personal entre sus presidentes: Luis Rubiales, al frente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), y Javier Tebas, de la Liga Nacional de Fútbol Profesional (LNFP; antes conocida como LFP y que ahora usa el nombre comercial de LaLiga).
Como en casi todos sus disputas, detrás hay intereses fundamentalmente económicos, por lo que cobra especial relevancia que la cita sea ante un juzgado de lo Mercantil. Es un caso es complejo ante el que caben toda una serie de interrogantes:
¿Cómo se organiza el campeonato nacional de liga?
A grandes rasgos, la RFEF aprueba el marco normativo general y la asociación de los clubes profesionales tiene la competencia para determinar los detalles de las principales competiciones, las ligas de Primera y Segunda División.
Antes de cada temporada, la Federación debe autorizar el calendario de competición que propone la LNFP. En este calendario se fijan solo los fines de semana en los que habrá Liga y qué jornadas se pueden disputar entre semana, teniendo en cuenta las otras competiciones nacionales que organiza la RFEF (Copa y Supercopa) y las internacionales de clubes y selecciones. Después, es la Liga la que fija los horarios concretos de cada jornada con un mes de antelación a las mismas (plazo que se contempla en la normativa para esta próxima temporada). Pero no hay una disposición que diga expresamente quién determina los días concretos de la semana en los que se juegan los partidos.
¿Cómo se ha llegado hasta aquí?
Para evitar conflictos en cuestiones tan elementales, las relaciones entre la Liga y la RFEF se pactan en un convenio de coordinación. Los anteriores contemplaban expresamente en un anexo la posibilidad de que se pudieran disputar partidos los viernes y los lunes, a cambio de una compensación económica para la RFEF, una práctica que se remonta de un modo u otro a 1996 (con los partidos de los lunes de Antena 3).
El convenio que venció en junio pasado, firmado en 2014 por Tebas y el vicepresidente de la anterior directiva de la RFEF Juan Padrón, indica que se “autoriza” jugar esos días. Se sobreentiende que la potestad para ello era de la federación, pero no se explicita.
En 2017, la Federación sufrió una crisis tras la detención de su anterior presidente, Ángel María Villar, y el propio Padrón por presunta corrupción. La Asamblea del organismo eligió al año siguiente a Rubiales como presidente, que llegó al puesto con el ánimo de cambiar la relación con la la Liga, que en los últimos años había ganado peso en la organización del fútbol español en detrimento de la Federación.
Lejos de entenderse, durante estos 12 meses las dos partes han multiplicado sus conflictos. Con todo, gracias a la mediación del Consejo Superior de Deportes (CSD), el 3 de julio firmaron un nuevo convenio, aunque ya se presentó como “de mínimos”.
Tras muchas polémicas, el pacto sí respeta el nuevo formato de la Copa y la Supercopa de la RFEF y otras cuestiones sobre derechos de explotación de la liga. Pero en esta ocasión no se pactó nada sobre los días de la semana en que se jugarán las competiciones.
Meses antes de la firma del convenio, Rubiales cerró rotundamente la puerta a los partidos de los lunes si no había acuerdo previo con Tebas. Y después, LaLiga también actuó unilateralmente y anunció los horarios de las tres primeras jornadas, con encuentros los viernes y los lunes. Inmediatamente, Rubiales lo desautorizó y la Juez de Competición, de la propìa RFEF, anuló esa programación y trasladó los partidos únicamente a los sábados y domingos. La LNFP recurrió entonces a los tribunales.
¿Qué pretenden unos y otros?
En un comunicado, la Liga defiende que es “la única organización competente para fijar horarios y fechas” de la competición. En su demanda, dice que la resolución de la RFEF “afecta al valor de los derechos audiovisuales de los clubes y sociedades anónimas deportivas” asociados a la LNFP, que valora en más de 2.000 millones de euros solo por la presente temporada. Cerrando filas con Tebas, los presidentes de los clubes se posicionaron la semana pasada en contra de la "invasión clara de competencias" de la Federación.
La Federación exige por su parte negociar una compensación, que en el anterior convenio ascendía a 3,3 millones por temporada (actualizado con la inflación).
Y aunque no están personadas en el proceso judicial, hay muchas otras partes interesadas. Desde Telefónica y Mediapro, que compraron los derechos de emisión de los partidos por TV e internet hasta 2022, pasando por las aficiones. En este caso, la Federación de Accionistas y Socios del Fútbol Español (FASFE) defiende que solo se juegue los sábados y domingos. En solo una semana, más de 170 colectivos han firmado el manifiesto que se ha difundido con la etiqueta #LaLigaEnFinDeSemana, y que en este caso, apoyan la postura de la RFEF.
¿Qué se dirime en la vista?
El juzgado de lo mercantil número 2 de Madrid tendrá que decidir si acepta o no la demanda de medidas cautelares de La Liga. Si le da la razón, quedaría anulada la resolución de la Juez de Competición de la RFEF y por tanto, se daría validez a los partidos de los viernes y los lunes (al menos para las tres primeras jornadas).
Según explica en el medio digital especializado en derecho deportivo Iusport su director y abogado Antonio Aguiar, “lo que se discutirá es si el proceder de la RFEF constituye (o no) una vulneración de las reglas sobre libre competencia, si interfiere (o no) en el mercado de los derechos audiovisuales, sea por extralimitación, por abuso de una posición de dominio, por competencia desleal (siendo titular de derechos de otras competiciones), o por cualquier otra causa que derive de las reglas de libre competencia”.
O sea, no se entrará en el fondo del asunto de las competencias, es decir, a quién corresponde fijar el programa exacto de la liga.
¿Cuándo tomará su decisión el juez?
La vista está señalada para este miércoles por la mañana y en principio se resolverá en una sola sesión. Una vez terminada, el titular de ese juzgado, Andrés Sánchez Magro, tendrá un plazo de cinco días hábiles para dictar un auto sobre la solicitud de medidas cautelares. Es decir, que tendrá hasta el 14 de agosto para pronunciarse. Si apura los plazos, sería justo en vísperas del festivo por excelencia del verano y a menos de dos días del partido inaugural del campeonato, el Athletic-Barça que la Liga fijó para el viernes 16 a las 21.00 horas.
¿Será un fallo definitivo?
No. Contra el auto cabrá recurso de apelación en cualquier caso. En caso de falle a favor de la LNFP, el eventual recurso de la RFEF no supondrá la suspensión de la norma. Si le da la razón a la Federación, Tebas también podrá recurrir y la tramitación será preferente.
Además, cabe recordar que un juzgado de lo contencioso administrativo tiene pendiente decidir sobre la demanda que presentó la federación después de que el CSD no le permitiera restringir las franjas horarias en las que se pueden jugar partidos en verano. En realidad, este fue el primer intento de la RFEF, sin éxito por ahora, de ganar competencias sobre las jornadas de liga, en un caso donde la argumentación se basaba en la protección de la salud de los futbolistas frente al calor extremo.
¿Pueden hacer algo más la Liga o la Federación?
En las últimas horas se ha especulado en varios medios con que las partes adopten otro tipo de medidas en caso para imponer su postura al margen de la decisión judicial. Por ejemplo, la RFEF podría no enviar árbitros a los partidos de los viernes y los lunes; y los clubes podrían optar por un paro patronal, decisiones en ambos casos muy delicadas que abrirían con toda seguridad nuevos procesos judiciales. A falta de ninguna declaración pública al respecto, estos eventuales boicots parecen más filtraciones interesadas para provocar a la otra parte.
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FE DE ERRATAS: La prórroga por un año del anterior convenio de coordinación entre la RFEF y la LNFP se firmó en 2015, no en 2018 como se daba a entender en una versión anterior de esta noticia.