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La Liga | Real Madrid 1-1 Valladolid

El Valladolid arranca un meritorio empate del Bernabéu

  • Sergi Guardiola neutralizó el tanto inicial de Karim Benzema en el tramo final del encuentro
  • Datos y narración del Real Madrid 1-1 Valladolid

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El jugador del Valladolid, Sergi Guardiola celebra su gol en el Bernabéu. REUTERS/Juan Medina
El jugador del Valladolid, Sergi Guardiola celebra su gol en el Bernabéu. REUTERS/Juan Medina

Ficha técnica

1 - Real Madrid: Courtois, Carvajal, Varane, Sergio Ramos, Marcelo; Casemiro, Kroos, Isco (Jovic, m.68), James (Vinicius, m.57), Bale y Benzema (Lucas Vázquez, m.89).

1 - Valladolid: Masip, Mpyano (Waldo, m.60), Salisu, Kiko Olivas, Nacho, Fede San Emeterio (Anuar, m.84), Michel, Oscar Plano, Pedro Porro (Antoñito, m.80), Enes Unal y Sergi Guardiola

Goles: 1-0, m.82: Benzema; 1-1, m.88: Sergi Guardiola

Árbitro: Pablo González Fuertes, del Comité Asturiano. Mostró tarjeta amarilla a San Emeterio, del Valladolid y a Kroos del Real Madrid.

Incidencias.  encuentro de la segunda jornada de LaLiga Santander disputado en el estadio Santiago Bernabeu ante unos 63.037 espectadores.

El Real Madrid no pudo superar al Real Valladolid y ambos conjuntos empataron (1-1) en el segundo partido correspondiente a la segunda jornada de Liga 2019-2020 disputado en el Santiago Bernabéu con un final de vértigo donde Sergio Guardiola anotó el emapte en el minuto 88, tres minutos más tarde de que Karim Benzema anotara el tanto del Madrid.

Le bastó con poco al conjunto de Pucela para dar con el premio en Madrid ante un rival al que le falta pegada, verticalidad y al que aún le tiemblan las piernas ante el mínimo contratiempo después del curso anterior.

Tuvo el partido ganado, con el gol de Benzema a ocho del cierre. Pero no lo supo gestionar y fue víctima de sus errores individuales. Sergi Guardiola devolvió los fantasmas al Bernabeu.

Y eso que Zinedine Zidane cargó de alicientes la puesta en escena del equipo en el estadio Santiago Bernabeu tras la alentadora pinta de Vigo. Desprovisto en su citación de los refuerzos incorporados por el club, en vía de recuperación de sus lesiones (Eden Hazard o Mendy), el preparador francés acentuó su apuesta en la vieja guardia y en poner en el escaparate a los 'indultados'.

Gareth Bale y James Rodríguez son el ejemplo más claro. Si hace una semana, en Balaídos, fue el galés el que respondió a la confianza de un técnico que le había mostrado la puerta de la salida tiempo atrás, en esta ocasión fue el colombiano el bendecido por el golpe de timón dado por el galo.

Fue Isco Alarcón, uno de los más motivados y que sobresalió en la primera parte, el que ocupó el lugar del sancionado Modric. James, sin embargo, saltó al campo en detrimento de Vinicius. Lo acusó el conjunto de Zidane en la primera parte.

El Valladolid, que contó con las ausencias de Sandro Ramírez y Rubén Alcaraz pero con el estreno oficial de Pedro Porro, se sostuvo simplemente con orden. Líneas juntas y trabajo ante un rival acomodado con la pelota pero lento en la transición.

Las llegadas al área de Masip fueron fuegos de artificio que se marcharon fuera. Con centros de Kroos y de Isco casi siempre desaprovechados. En el último tramo antes del intermedio el partido se abrió. James pudo marcar en más de una ocasión. Un cabezazo, un tiro y un golpe franco. Opciones claras siempre fuera del arco.

El partido se abrió del todo después y las llegadas del conjunto pucelano frecuentaron. Adelantó las líneas y eso le proporcionó acometidas muchas veces en superioridad que aventuraban problemas para el Real Madrid en cualquier momento.

Final de vértigo

Zidane no esperó y antes de la hora de juego ya dio entrada a Vinicius. Quitó a James, que se llevó la ovación de un público nostálgico de los buenos tiempos de antaño. Cualquier cosa le vale al madridismo después del caos.

El técnico francés buscó una nueva solución a la falta de gol con la entrada del serbio Luka Jovic. Dos puntas. Él y Benzema en punta. Bale, que empezó en la derecha, a la izquierda y Vinicius al otro lado. Pudo dar resultado al instante. Un centro del galés lo envió al larguero el delantero balcánico.

Al Real Madrid le entraron las prisas y el partido enloqueció. Waldo obligó a Courtois, hasta ese momento inédito y un centro posterior de Nacho, envenenado, no encontró rematador. Fue a causa de una doble pérdida de Vinicius, impreciso en ataque y alocado en defensa.

Benzema alivió la situación en el tramo final.  El de siempre. Recibió de Varane un balón de espaldas, dentro de área, giró y llevó el balón al palo izquierdo de Masip. Fuera de su alcance.

No supo el Real Madrid gestionar la ventaja ni eliminar a los fantasmas del pasado. Una pérdida de balón en el centro del campo propició un robo gracias a la presión. Oscar Plano vio la entrada por la izquierda de Sergi Guardiola que superó a Courtais para premiar a su equipo en el Bernabeu.