La España de Robert Moreno afianza los conceptos
- La selección española sigue en racha y suma su sexta victoria consecutiva ante Islas Feroe, con otra goleada
España ha logrado una nueva victoria, esta vez ante las Islas Feroe (4-0), y ya van seis de seis en esta fase de clasificación a la Eurocopa 2020. En su segundo partido oficial como seleccionador, Robert Moreno, con su toque personal, sigue el camino empezado por Luis Enrique hace un año.
El fracaso del Mundial 2018 parece ya lejano, en un torneo que se tornó convulso con la destitución de Lopetegui antes del debut ante Portugal y el nombramiento casi forzoso de Fernando Hierro sobre la bocina. Ese verano supuso la despedida de una generación que le dio todo al fútbol español, con especial atención al adiós de Iniesta, el héroe de Sudáfrica.
El nombramiento de Luis Enrique como seleccionador supuso un soplo de aire fresco para un grupo que llegaba muy tocado y desde el inicio dejó su sello personal. Hombres que no habían contado hasta el momento, como Saúl, se convirtieron en puntales de un equipo que ha ido reconstruyéndose desde la base con una transición tranquila.
La idea de juego estaba clara, presión alta a la salida de balón del rival y, sobre todo, buscar mayor profundidad y verticalidad en el ataque. Con este sistema de juego, se hacía imprescindible una transición en defensa muy rápida en caso de pérdida en tres cuartas partes del campo. Unos automatismos que aún no se han asimilado bien y que muestra la mayor carencia de este combinado, el desbarajuste defensivo cuando el rival lanza una contra.
Desde que Robert Moreno se hiciese cargo del equipo de manera interina tras el duelo ante Noruega, fue el último en el que Luis Enrique se sentó en el banquillo, la selección no ha dejado de perfeccionar un sistema operativo basado en el 4-3-3.
En la goleada ante Islas Feroe, España ha vuelto a tener los mismos problemas, no tan evidenciados por la escasa calidad del rival. Cambios aparte, que han sido nueve respecto al duelo ante los rumanos, el equipo sigue teniendo lagunas a la hora de defender, zona del campo donde mayor número de errores se cometen.
Ya lo dijo el nuevo entrenador el día de su presentación oficial, ha aprendido de Luis Enrique pero tiene sus propias ideas. Esas ideas se transforman dentro del campo en plena confianza en ciertos jugadores que se están convirtiendo en sus imprescindibles.
Pase quién pase por ese banquillo, solo Ramos y Busquets parecen intocables, el resto, se van asentando en función de las ideas del nuevo 'jefe'. Si tras el Mundial de Rusia era el técnico asturiano quien acababa con el debate en la portería confiando de nuevo en De Gea, ahora el nuevo míster ha puesto su firma sobre el césped con Kepa como habitual bajo los palos.
Confianza que le ha devuelto el guardameta vasco en forma de destacadas actuaciones, sobre todo, con tres paradas de mérito en los instantes finales del partido que evitaron el empate de Rumanía el pasado jueves. El vasco no fue titular ante Islas Feroe, pero es uno de los fijos en las ocasiones importantes.
También se ha ganado la plaza Navas que, reconvertido a lateral derecho desde su regreso a Sevilla, está viviendo un gran momento de forma que está viendo reconocido en la selección y que corrobora lo dicho por el nuevo entrenador: "Están aquí por lo que hacen, no por quiénes son". Si no fuese así, Carvajal seguiría ocupando la titularidad del puesto.
El sevillano le da una gran profundidad a la banda derecha, siendo un quebradero de cabeza para las defensas rivales y un soplo de aire fresco cuando echan el cerrojo. También destaca por su repliegue defensivo y solidaridad en las mismas tareas.
Mismo ejemplo que ha pasado con Jordi Alba, pero a la inversa. El lateral del Barcelona no fue convocado en las primeras llamadas de Luis Enrique porque el cuerpo técnico no consideraba que estuviese al nivel, pero tras unos meses y su mejora en el estado de forma le han llevado a ser otra vez titular indiscutible por la izquierda. Aunque Gayá está vendiendo caro el puesto.
El centro del campo está siendo cosa de Busquets y dos más, pero dos más que aún no están bien definidos, aunque haya descansado en este último duelo.
Parejo, Thiago y Saúl están entrando y saliendo en función de los partidos y con Fabián tomando cada vez más protagonismo. El futbolista del Nápoles se mueve como pez en el agua entre líneas y, sobre todo, da otra visión de juego. En definitiva, jugadores más directos, físicos y que especulan menos con el balón en los pies.
Robert Moreno también parece tener claras las cosas arriba: juega el que llegue en el mejor momento de forma, aunque mantiene su confianza en Rodrigo, en un difícil momento tras su frustrado fichaje por el Atlético de Madrid de este verano.
El hispanobrasileño se ha quitado un peso de encima y ha respondido a ese voto de confianza con dos goles que le deben servir para poner punto y aparte.
Pasado meridiano de la fase de clasificación, ya solo quedan cuatro partidos, y con la primera plaza casi asegurada, salvo catástrofe mayúscula, Robert debe ir afinando un equipo que tiene la oportunidad de ofrecer un gran rendimiento la Eurocopa multisede del verano que viene si sigue por este buen camino.