Rubén Alcaine, sobre la huelga de futbolistas: "No se dan las circunstancias para una huelga, se paga en función de lo que se genera"
- El presidente de la Asociación de Clubes de Fútbol Femenino asegura que "nuestra postura va a ser la misma"
- "El único punto de fricción es el salario. La parcialidad queda en segundo plano si el sueldo fuera más alto", añade
“Las jugadoras están en su derecho de hacer huelga pero nuestra postura va a seguir siendo la misma. Lo hacen como medida de presión pero por responsabilidad, no podemos subir más”. Así de rotundo se muestra Rubén Alcaine, presidente de la Asociación de Clubes de Fútbol Femenino (ACFF) tras la huelga convocada por las jugadoras de Primera para protestar por el estancamiento del primer convenio colectivo del fútbol femenino.
“Nuestra postura va a seguir siendo la misma, no podemos subir más“
Y es que tras 18 reuniones infructuosas las jugadoras han decidido que parar la competición es la mejor forma de intentar que patronal y sindicatos (AFE, Futbolistas ON y UGT) acerquen sus posturas. Sin embargo, para Alcaine “no se dan las circunstancias para montar una huelga”.
“En mi opinión, una huelga se convoca cuando no se paga, que no es el caso, o cuando se está generando mucho y no se está repartiendo, que tampoco. No se da ninguna de las dos circunstancias porque se paga en función de lo que se genera pero bueno… que la hagan y que la secunden. Nosotros no nos podemos pillar las manos”, explica.
“El único punto de fricción es el salario”
El principal problema según los sindicatos es la parcialidad ya que no están dispuestos a aceptar que por ley los contratos mínimos sean de 20 horas semanales y exigen una parcialidad del 75%. Sin embargo desde la ACFF aseguran que “la parcialidad queda en segundo plano si el sueldo fuera más alto”.
“La parcialidad queda en segundo plano si el sueldo fuera más alto“
“El único punto de fricción real es el salario. Las jugadoras se han propuesto cobrar un mínimo de 12.000 euros y como lo que oferta la patronal son16.000 euros brutos anuales, eso supondría 8.000 euros estando a media jornada, por eso hablan de subir la parcialidad al 75%. Pero la parcialidad quedaría en segundo plano si el sueldo fuera más alto. Por ejemplo, si pudiéramos ofrecer 40.000 euros anuales, todas las jugadoras aceptarían la parcialidad del 50%. Sin duda”, asegura Alcaine que añade que “de momento no nos podemos comprometer a más”.
“Somos los primeros que creemos en la profesionalización del fútbol femenino y sabemos que va a llegar. Pero todavía hay clubes que no llegan y no podemos ofrecer más. Hasta que la competición no genere los ingresos suficientes no podemos subir más los salarios”, argumenta.
"Cuando se generen más ingresos se subirán los salarios"
Rubén Alcaine mantiene que desde que la ACFF llegó en 2015 siempre ha trabajado por mejorar el fútbol femenino y muestra de ello es que “además de imponer como obligatorio que todas las jugadoras de Primera coticen a la seguridad social, la gran mayoría de ellas tiene salarios por encima del que se está negociando en este primer convenio”.
“La gran mayoría tiene salarios por encima del que se está negociando en este primer convenio“
En este sentido, asegura que “de las 350 jugadoras de Primera a las que afectaría el convenio, tan solo 8 ó 10 futbolistas están cobrando menos de los 8.000 euros de los que se habla en la negociación".
“Otra cosa es si nos fijamos en las que cobran menos de 12.000 euros, que es lo que piden los sindicatos. Ahí hay más, en torno a unas 80 ó 100, pero el resto están por encima de esas condiciones”, comenta.
Pero si son tan pocas las jugadoras a las que el convenio mejoraría sus condiciones salariales ¿por qué la patronal no acepta las peticiones de los sindicatos y el convenio sigue estancado? Según Alcaine por la “inflación progresiva que eso va a generar”.
“Comprometer a los clubes a unos gastos mínimos de 360.000 euros (12.000 euros de mínimo x 22 licencias + 34% de seguros sociales) sin tener garantizado esos ingresos es algo que no podemos aceptar y creemos que estamos haciendo un ejercicio de responsabilidad”, añade.
Y es que pese al crecimiento que está experimentando el fútbol femenino en los últimos años, todavía sigue sin ser capaz de generar beneficios por sí mismo.
“En el momento en que se generen más ingresos se subirán los salarios pero no podemos depender siempre de la competición masculina para hacer sostenible la sección femenina. Ese no es el modelo que consideramos correcto”, finaliza.