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Dopaje

Desarticulada una organización dedicada a traficar con EPO para deportistas

  • La operación de la Guardia Civil llamada HIPOXIANET se ha desarrolado en las provincias de Barcelona y Cádiz
  • La red ofertaba productos esteroides anabólicos sin ningún tipo de control sanitario a través de varias páginas web

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Combo facilitado por la Guardia Civil, este jueves, con imágenes de la redada contra una de las redes más importantes de tráfico ilegal de eritropoyetina (EPO).
Combo facilitado por la Guardia Civil, este jueves, con imágenes de la redada contra una de las redes más importantes de tráfico ilegal de eritropoyetina (EPO).

La Guardia Civil ha desarticulado una organización delictiva dedicada a traficar con Eritropoyetina (EPO) para deportistas a nivel nacional e internacional en el marco de la operación HIPOXIANET desarrollanda en las provincias de Barcelona y Cádiz.

Esta operación, coordinada por el Juzgado de Instrucción número 4 de Cádiz y la Fiscalía Provincial,  ha sido llevada a cabo por agentes pertenecientes a la Sección de Salud Pública y Dopaje de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil.

La operación se inició a raíz de una información, recibida desde la Agencia Española de Protección de la Salud en el Deporte (AEPSAD), en la que se indicaba que varios deportistas podrían estar accediendo a este tipo de sustancias dopantes mediante su compra a través de internet.

De esta manera, los agentes pudieron identificar al menos siete páginas web que ofertaban distintos productos esteroides anabólicos sin ningún tipo de control sanitario, como es el caso del sitio www.epobest.com, que ha sido intervenido judicialmente al igual que el resto de páginas con dominios alojados en servidores de países como Islandia o paraísos fiscales como New Jersey, cuya legislación es más permisiva en cuanto al alojamiento web se refiere.

Se está llevando a cabo el estudio y análisis de un importante volumen de información obtenida, tras la fase final de la investigación, en distintos ordenadores, teléfonos, correos electrónicos y cuentas corrientes radicadas en Austria, Eslovaquia y Chipre, de cuyo resultado se obtendrá un amplio listado de posibles consumidores finales, entre los que se prevé que haya una gran cantidad de deportistas de diferentes disciplinas deportivas y niveles, que accedían a estas sustancias dopantes con el fin de aumentar sus capacidades físicas.

Hasta el momento se han bloqueado más de 800.000 euros en distintas cuentas bancarias y bienes inmuebles/muebles, localizándose más de 70.000 euros en efectivo en los registros efectuados.

Así operaba la organización

La red mantenía varias páginas web, alojadas en servidores de países extranjeros y dados de alta con identidades falsas, en las que se ofrecían los productos dopantes. Los usuarios realizaban los pedidos seleccionando las sustancias en sus distintas presentaciones. Para facilitar la comunicación entre comprador y vendedor, se utilizaban redes de mensajería instantánea encriptada a través de un número de teléfono austriaco, que era operado desde España.

La organización desarticulada facilitaba entonces varias vías para realizar los pagos, a través de empresas de envío de dinero, transferencias bancarias a cuentas corrientes internacionales, o mediante criptomonedas para facilitar su anonimato. Hasta aquí la red era operada por varios ciudadanos de nacionalidad serbia, uno de ellos afincado en Barcelona.

Para la obtención del EPO, la organización se servía de otra célula formada por ciudadanos españoles que extraían los medicamentos del circuito legal español, a través de una clínica de diálisis de Cádiz. Estos medicamentos eran muy apreciados por los clientes, al tratarse de fármacos originales, siempre dentro de las fechas de caducidad.

Una vez que el medicamento era sustraído de dicha clínica, se acumulaban en un almacén hasta que, finalmente, eran enviados a los compradores. En esta clínica se han aprehendido más de 850 jeringuillas de EPO precargadas (entre otros medicamentos), sin las debidas condiciones de conservación ni de temperatura, lo que supone la mayor incautación realizada en Europa de este tipo de EPO.

Los pagos entre los componentes del grupo criminal se realizaban en mano y en efectivo para dificultar la trazabilidad de los fondos relacionados. La Eritropoyetina (EPO) era obtenida por uno de los miembros del grupo en Cádiz, aprovechándose de su condición como responsable de una clínica de diálisis, falseando los datos necesarios para la realización de los pedidos en las fichas de los pacientes de la clínica, quedándose con el excedente.

Esta actividad se habría llevado a cabo desde, al menos, los últimos diez años, estando pendiente aún de finalizar el análisis y estudio de toda la información recabada, para poder determinar el importe total defraudado a la Seguridad Social, el cual se presupone que va a ser realmente alto, ya no solo por ese largo periodo en el que la organización ha operado, sino por el importante volumen de pedidos que han tenido.