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Tenis | Abierto de Australia

Regresa la mejor Garbiñe de la mano de la última finalista española en Australia

  • La exnúmero uno del mundo buscará su tercer Grand Slam, primero en Melbourne, ante la estadonidense Sofia Kenin
  • Junto a la exjugadora y campeona de Wimbledon ha encontrado la mejor versión de sí misma y confía en hacer historia

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La tenista Garbiñe Muguruza entrena bajo la atenta mirada de su entrenadora Conchita Martínez.
La tenista Garbiñe Muguruza entrena bajo la atenta mirada de su entrenadora Conchita Martínez.

En julio de 2018 Garbiñe Muguruza anunciaba la ruptura con su entranador Sam Sumyk tras cuatro años en una montaña rusa donde conquistó dos Grand Slams (Roland Garros 2016 y Wimbledon 2017) además de alcanzar el número uno del mundo, "un sueño hecho realidad", como explicó a TVE, pero que, decepción tras decepción, se vio obligada a parar, resetear y volver a encontrar su mejor versión en el Abierto de Australia 2020.

[Sigue la final del Open de Australia en directo: Muguruza-Kenin

En noviembre de 2019 anunciaba su nueva etapa junto a Conchita Martínez, curiosamente la última tenista española en disputar una final en el Abierto de Australia en 1998 y miembro de su equipo en 2017 cuando venció en Wimbledon con la aragonesa en las gradas por ausencia de Sumyk debido a motivos personales. Fue su mejor año hasta el momento en el que llegó a estar nominada a 'Mejor Deportista del Año' en los Premios Laureus 2017 y encabezar el ránking WTA.

Cambio profundo de todo su equipo

El cambio no se limitó a un cambio de cromos. La tenista nacida en Caracas protagonizó una transformación profunda en su equipo de trabajo ya que también comenzó a trabajar junto al preparador físico Santiago de Martino en vez de Laurent Lafitte mientras que Cathrin Junker sustituyó a su anterior fisioterapeuta Alicia Cebrián.

Precisamente en su victoria de cuartos de final ante Anastasia Pavlyuchenkova se reencontró con su exentrenador que ahora dirige a la tenista rusa de 28 años y su respuesta reflejó el alto grado de concentración que está exhibiendo en Melbourne: "Juego contra la jugadora, no contra el equipo. Para mí, solo pensaré quién será mi oponente y llevaré mi juego a la pista. No hay mucho más", apuntó.

El salto ha sido abismal hasta pisar suelo firme tras un largo camino por el desierto. No solamente siginificará la ascensión desde el puesto 32 de la WTA hasta el Top-20 como sucederá tras la final de Melbourne sino en lo que respecta al juego y las sensaciones que demuestra en la pista.

Capaz de lo mejor y lo peor, el talento nunca se le ha discutido a la vencedora en París en 2014 y Londres en 2017 frente a Serena y Venus Williams respectivamente, pero su inconsistencia y la irregularidad de su tenis han arrojado una sombra de duda sobre si podía volver a enfocarse y sacar todo el tenis que atesora.

Este arranque de año ha confirmado los mejores presagios y este domingo volverá a saltar a la Road Laver Arena para intentar convertirse en la primera española en levantar el primer Grand Slam del año, algo que no pudo hacer Arantxa Sánchez Vicario, finalista en 1994 y 1996 ante la alemana Steffi Graf y la francesa Mary Pierce, respectivamente, y su actual entrenadora, tras caer en la final ante la suiza Martina Hingis en 1998.

¿Cuáles son las claves de su mejora?

Nada más clasificarse para la final del Abierto de Australia, Conchita Martínez analizó algunas de las mejorías de su pupila en Melbourne: "Ha sido una combinación de una mayor agresividad y más subidas a la red, buen nivel físico y paciencia a la hora de competir lo que nos ha devuelto a la mejor Garbiñe". La oscense se ha mostrado "muy satisfecha" de poder ver en la pista los resultados de los entrenamientos en pretemporada.

La campeona de Wimbledon en 1994 es la jugadora española con más victorias individuales (33) y tiene el segundo puesto a nivel absoluto solo por detrás de Rafa Nadal, datos que explican parte de la transformación que ha inculcado a su pupila.

"Primero debe sentirse muy cómoda con los golpes desde fondo de pista para preparar el golpe y subir a la red ya que ella no es una jugadora de saque y volea al uso. Durante la pretemporada hemos estado varias semanas construyendo desde la base para buscar después la red y ahora ella se encuentra cómoda desde el fondo" ha analizado.

Más allá del análisis técnico de la vencedora de 5 torneos WTA, el lenguaje gestual que la jugadora de 26 años está desplegando en Australia está poniendo bien a las claras que ha recuperado la ambición y esa sensación es la que percibe tanto el espectador como las rivales. Muguruza llega a la final tras haber vencido a tres top-ten como son Simona Halep (4), Elena Svitolina (5) y Kiki Bertens (9) y presenta firmes credenciales para una final donde se medirá a la estadounidense Sofia Kenin (14), verdugo de Ashleigh Barty, número uno del mundo.

La estadounidense Shelby Rogers en el debut, la australiana Ajla Tomljanovic en segunda ronda y la rusa Pavlyuchenkova en cuartos de final han sido el resto de víctimas de la jugadora española que afronta el último peldaño para regresar de nuevo a la cima.