La victoria de los Hurricanes sobre los Maple Leaf, un final con un héroe accidental
- El equipo de Carolina se quedó sin sus dos porteros por lesión y llamó a un operario técnico
- David Ayres es el encargado de la máquina de repasar el hielo de la pista y fue portero por un día
El sueño de todo aficionado al deporte es vestir alguna vez la camiseta de sus ídolos. Eso le pasó al operario David Ayres, que a sus 42 años vio cumplido su sueño y se convirtió en todo un "héroe por accidente" -como la película- en la victoria de los Carolina Hurricanes sobre Toronto Maple Leafs de la NHL de Estados Unidos.
El conjunto local perdió en la primera parte a su portero titular, James Reimer, por lesionarse tras un choque. Lo mismo le ocurrió al suplente Petr Mrazek, algo insólito y no había más suplentes.
Desde la primera lesión de Reimer nadie reparó en que David Ayres se levantó del asiento que ocupaba al lado de su mujer. A sus 42 años y con un riñón transplantado desde hace 15, este empleado del club se sentía preparado por si surgía la ocasión.
Ayres compagina su labor como reparador del hielo de la pista, conduciendo la máquina que repasa la superficie, con los entrenamientos del equipo.
Llegó la lesión de Mrazek y ahí empezó a vivir su sueño, pero pronto tuvo que despertar. Los dos primeros lanzamientos del equipo de Toronto sobre la meta que defendía fueron gol.
Por suerte, los Hurricanes llevaban una cómoda ventaja antes de que tuviera que saltar a la pista. El primer gol que encajó supuso el 4-2 y el segundo, el 5-3. Los locales llevaban el control.
Y ese control se hizo mayor cuando Ayres, a sus 42 años, comenzó a hacer paradas como un profesional más. Su equipo acabó ganando 6-3 y los Hurricanes le recibieron en el vestuario como un héroe.
Además, el equipo le pagó 500 dólares por sus servicios extra y le regalaron la camiseta. "Fue salvaje, fue divertido", declaró.