Alberto Casillas, un triatleta extremeño que lucha por competir en los Juegos con Lituania

• "La federación lituana me propuso ayudarles a hacer crecer el triatlón y acepté", cuenta a RTVE.es
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Alberto Casillas: "La federación de Lituania me propuso ayudarles a hacer crecer el triatlón y acepté"

El triatleta Alberto Casillas vive la crisis por el coronavirus, en concreto en Orlando (Florida), desde donde le llegan las noticias sobre todo por "familia y amigos". Él aprovecha que en el estado no hay un confinamiento tan estricto para luchar por una plaza en los Juegos de Tokio, pero bajo bandera lituana.

"Tengo un acuerdo con la Federación de Lituania para hacerla crecer y ayudar a que el triatlón de allí crezca", asegura a RTVE.es. Casillas tuvo una novia lituana y compitió allí, por lo que hizo contactos con la federación. Añade que en el país báltico el triatlón es aún un deporte pequeño: "El deporte por excelencia es el baloncesto y luego los heredados de la época soviética como el atletismo o la natación; son gente dura".

El pacense no se considera una celebridad en Lituania, aunque reconoce que la gente relacionada con el deporte "me conoce, alguna vez he salido en la tele y en periódicos de tirada nacional".

A pesar de que no tendría que disputarse un puesto en un hipotético equipo con un Mario Mola o un Javi Gómez Noya, asegura que la clasificación para los Juegos de Tokio está "complicada". "En triatlón compiten 55 y se puede saltar alguna plaza, pero tienes que estar al menos entre los 65 primeros del ranking y no tienes una plaza asegurada por país".

Si logra esa soñada plaza, coincidiría con su hermana Miriam Casillas, ella sí por España. "Hace dos años estuve con el grupo de mi hermana entrenando en California, pero el anterior y este he estado en Florida".

"Una pretemporada larga" por el coronavirus

"Lo que está pasando me pilló de camino entre Costa Rica y Florida. Competí en Costa Rica a finales de febrero -Playa hermosa- y luego aquí", comenta a RTVE.es. Es en Orlando donde, de acuerdo con su entrenador, ha decidido permanecer para su preparación.

Para salir a entrenar reconoce que su situación es "mejor que la mayoría de gente en España. Aquí se puede hacer una vida casi normal, sin parques ni restaurantes abiertos, y yo puedo entrenar en solitario aunque con las piscinas cerradas".

Su rutina consiste en "una sesión más temprana y otra más suave hacia mediodía". Casillas y su entrenador se lo plantean como "una pretemporada larga", con los Juegos a la vista pero aún con la incertidumbre de qué va a pasar con la temporada. "La Federación internacional (ITU) ha tomado una decisión que entiendo lógica y un poco apelando al fair play deportivo, porque podría dejar a gente fuera", añade.

Por eso manda un mensaje a sus compañeros, amigos y también rivales: "no hay que volverse loco porque tampoco hay competiciones a la vista. Pronto estaremos de nuevo de viaje, entrenando duro y tomando un café todos juntos".