Coleman, campeón mundial de 100 metros, puede perderse los Juegos por saltarse un control antidopaje
- El atleta ha sido suspendido temporalmente y se enfrenta a una sanción de dos años que le impediría llegar a Tokio
- Coleman, de 24 años, ya se había saltado varios test el pasado año y estuvo a punto de no disputar el Mundial
El atleta estadounidense Christian Coleman, campeón mundial de los 100 metros en Doha (Qatar), ha sido suspendido provisionalmente por no haber estado localizable para hacerse un control antidopaje, según desveló la Unidad de Integridad de Atletismo (IAU).
El corredor defiende que esta suspensión podría haberse evitado "con una simple llamada telefónica" porque, cuando intentaron localizarle, estaba "de compras a cinco minutos de casa".
Los controladores se presentaron en el domicilio de Coleman el pasado 9 de diciembre y estuvieron llamando a la puerta durante una hora, sin respuesta desde el interior, según consta en el 'aviso de intento fallido' que le fue remitido al atleta.
Coleman, de 24 años, estuvo a punto de perderse el pasado Mundial por haber cometido tres irregularidades en menos de un año, aunque finalmente esas faltas fueron reducidas a dos y pudo competir en Doha. Ahora, tras saltarse este nuevo control, se enfrenta a una suspensión de dos años que le haría perderse los próximos Juegos Olímpicos en Tokio el próximo año.
Coleman lo considera "intencionado"
El estadounidense, poseedor del récord mundial para los 60 m bajo techo (6 segundos 34), adelantó este martes en sus redes sociales que se había perdido un nuevo control en diciembre de 2019, lo que le podría acarrear la suspensión provisional anundiada finalmente por la organización antidopaje. En ese mismo escrito defendió que "algo tiene que cambiar".
Coleman dice que siempre que ha sido sometido a control le han "llamado por teléfono" y no entiende por qué esta vez no fue así. Añade que lleva seis meses recurriendo la decisión que ahora ha sido anunciada.
Coleman admite que esta es su tercera falta a un control en los últimos doce meses y, aunque admite su culpa en una de las dos anteriores, considera que esta tercera obedece a "un propósito intencionado" de hacerle perderse un examen.
"Me han controlado muchas veces después, incluso durante la cuarentena. Pero, por supuesto, eso no importa. Como no importa que nunca haya consumido drogas", afirma en su comunicado.
"Sabéis que esto es incorrecto, AIU. Algo tiene que cambiar", dice Coleman.
La AIU, organismo independiente responsable de la política antidopaje en la federación mundial de atletismo (World Athletics), destaca que una suspensión provisional "en ningún caso" supone un ataque a la presunción de inocencia del atleta "y no es una sentencia previa de culpabilidad".
"Es una decisión tomada de forma cautelar para salvaguardar los intereses del deporte", apunta.