Los hinchas reclaman un debate tras el regreso de la Liga como mero "producto televisivo"
- Asociaciones de aficionados de 16 países europeos piden ser escuchados en la redefinición del fútbol por el coronavirus
- “Sustituir a los socios de toda la vida por musiquitas pregrabadas es hasta humillante”, dice la federación española FASFE
En plena ola de la pandemia de coronavirus, el deporte de competición quedó relegado a un papel muy secundario. Como en tantos países, en España quedó paralizado, aunque apenas mes y medio después la Liga, que no el fútbol, pasó a ser de nuevo una prioridad en la agenda pública y ya ha vuelto, pero sin público.
Después de haberse quedado al margen de todo este proceso, ahora las aficiones reclaman ser escuchadas “en los debates que determinarán el futuro inmediato y a largo plazo” del fútbol.
Justo cuando la UEFA celebra un cónclave para redefinir el fútbol de los próximos meses, 27 organizaciones de aficionados de 16 países europeos, entre ellas la española FASFE, reivindican su concepción de este deporte como actividad social y cultural, incompatible con el nuevo marco impuesto por los rectores de este deporte.
“La reciente vuelta del fútbol a puerta cerrada ha demostrado que la afición es el alma del fútbol. Su presencia en las gradas se ha echado de menos amargamente y el espectáculo al que estamos acostumbrados no ha existido sin ella”, reza el comunicado que esta semana ha difundido Football Supporters Europe (FSE).
La organización hace tres peticiones. Primero: el regreso seguro de la afición. Segundo: el reconocimiento de que la contribución de las hinchadas es irremplazable. Y tercero: diálogo multilateral sobre el futuro del fútbol.
Emilio Abejón, secretario general de FASFE (Federación de Accionistas y Socios del Fútbol Español), ahonda en esos ejes desde una visión más cercana, después de adelantarse en su momento a las autoridades y a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) al pedir que se suspendiera la Liga hasta que no hubiera garantías sanitarias que permitieran su reanudación con público.
"Actividad esencial" y "espectáculo televisivo"
No ha sido así en base a la regulación que hizo el Consejo Superior de Deportes a partir del protocolo para la vuelta de las competiciones profesionales que publicó a comienzos de mayo con el visto bueno de Sanidad. Entonces, pocos repararon en su declaración de principios: “El presente documento parte de la base de que el deporte federado, profesional y de alto nivel, por la particularidad del ciclo vital de los deportistas y por las consecuencias que ya ha tenido la primera parte de la pandemia sobre sus calendarios, es una actividad esencial”.
Abejón comparte el interés en proteger la salud y el trabajo de los protagonistas, los jugadores, pero cuestiona que se haya creado un gran sector económico a partir de una pasión de una parte de la ciudadanía. “Puede ser necesario, por ejemplo, para que los estadios tengan unas condiciones buenas para el público, pero de ahí a convertirlo en un espectáculo televisivo... creo que nos hemos equivocado”, señala en una entrevista con RTVE.es.
El portavoz de FASFE cree además que “a la larga, como contenido televisivo, perderá interés” y pone el ejemplo de formatos que han pasado de moda en esta y otras industrias. Y a título más personal considera “lamentable” la retransmisión de TV de los partidos con aficiones virtuales. “Sustituir a la gente que ha contribuido a lo largo de su vida a mantener a los clubes y convertirlos en lo que son ahora por bits y musiquitas pregrabadas, me parece hasta humillante”.
También lamenta que el CSD de momento ni haya contestado a la propuesta de diálogo que le hizo FASFE en abril, más o menos cuando la nueva secretaria de Estado, Irene Lozano, forjó el Pacto de Viana con la Liga Nacional de Fútbol Profesional (LNFP, LaLiga) y la RFEF, que se materializó en un decreto que reordenó los ingresos televisivos de la competición.
Desde el colectivo que agrupa a una treintena de colectivos y clubes de accionariado popular, tienen la sensación de que “todo ha girado sobre la vuelta de la Liga de una forma aberrante, antisocial”. “Nos parece terrible y si tenemos que sacar algo positivo, es que va a fluir más dinero de la élite del fútbol hacia la base” y otros deportes, señala Abejón.
Pero el debe pesa más en el balance de este economista. Además de que no contaron con ellos, tampoco en esos acuerdos no se incluyó nada que vaya en la línea de una de las reivindicaciones fundamentales de su federación: las mejoras en la gobernanza y democratización de los clubes de fútbol.
El comunicado de las hinchadas europeas concluye diciendo que “no puede haber una vuelta a la normalidad porque se necesitan cambios “drásticos” para hacer al fútbol “sostenible”.
Y en lo que a los ellos respecta, Abejón evoca la posibilidad de que, cuando cuenten al fin con ellos, se encuentren entonces con una huelga de animación.