Enlaces accesibilidad
Champions

El Bayern activa el rodillo en la temporada más atípica

  • El conjunto alemán consigue el triplete en Lisboa tras un año marcado por el coronavirus
  • La temprana desescalada de la Bundesliga y el trabajo de Hans Flick obtienen premio

Por
El jugador del Bayern Thomas Muller celebra el título de Champions en Lisboa.
El jugador del Bayern Thomas Muller celebra el título de Champions en Lisboa.

El Bayern de Múnich ha logrado en Lisboa su sexta Copa de Europa tras vencer al PSG por 1-0 en la final de la Champions League conviertiéndose en el primer equipo que logra con pleno de victorias en la competición -11 de 11-, y consigue su segundo triplete con un equilibrio perfecto entre juventud y veteranía -Neuer, Boateng, Alaba, Javi Martínez y Müller ya conquistaron Champions, Liga y Copa en 2013- para recuperar el trono europeo.

Consigue el título de la mejor forma posible: 29 victorias y un empate en sus últimos 30 partidos, once victorias seguidas en la Champions League anotando 43 goles promediando más de 4 goles por partido y superar el promedio de 3,38 establecido por el PSG en la 2017/18, sólo superado por el FC Barcelona con 45 goles en 16 partidos jugados en la temporada 1999/2000.

Tablero deportivo - El Bayern de Múnich gana su sexta Champions League - Escuchar ahora

La temprana desescalada de la Bundesliga tiene premio

Se enfrentaban en Lisboa los dos polos opuestos en la desescalada futbolística marcada por el coronavirus con una Budesliga que fue la primera competición en volver en la que el Bayern dominó con mano de hierro y una Ligue1 que optó por cancelar el torneo y dar por campeón al cuadro de Tuchel, líder en ese momento.

Precisamente el eje franco-alemán es el que ha dominado en esta Final a 8 de Lisboa con sendos finalistas de esos países, Lyon que cayó ante el campeón y el Leipzig, verdugo del Atlético que cayó ante Neymar, Mbappé y compañía.

Mientras los clubes alemanes se desconfinaron antes pudiendo recuperar su mejor forma antes que los demás pudiendo dosificarse y teniendo más descanso entre partido y partido, los franceses han enfocado el asalto al trono europeo apostandolo todo a una carta de tan solo tres partidos.

Flick recupera el rodillo germano

Con el cambio de Kovac por Flick el equipo ha recuparado un estilo y una filosofía dominadora en la que su actual técnico apuesta por tratar de imponer un domino al oponente cimentado en el gran estado de forma y el caráctar de sus a a los jugadores dejando atrás las cautelas de su antecesor.

Un tercio de los goles del campeón alemán han llegado de las botas de Robert Lewandowski. El internacional polaco cumplió 32 años el viernes, y sigue haciendo el mejor fútbol de su carrera. Después de marcar 34 goles en 31 partidos de Liga (un récord para un jugador de la Bundesliga) se ha quedado a sólo dos goles de la marca establecida por Cristiano Ronaldo (17 goles) en la temporada 2013/14 de la Copa de Europa.

"Lo que Hansi ha hecho por este equipo es brillante. La última vez que estuvimos tan bien entrenados fue bajo el mando de Pep Guardiola. A cada jugador se le permitió añadir su propio toque a su posición, pero el papel siempre estuvo claro. Hansi nos da pautas claras, no opciones, sino detalles", afirmó Müller en una entrevista.

Un parisino, verdugo del PSG

Apostó Flick por Kingsley Coman en el once titular y no se equivocó con el parisino. Su actuación en la final fue determninante al anotar el tanto de la victoria con sólo 24 años, después de que junto a su compañero Davis, desbordaran por el costado izquierdo para llegar siempre en superioridad, enviar balones al área y decidir una final de Champions.

Coman llegó al Bayern porque Guardiola quería tener un recambio fiable para Arjen Robben y Franck Ribery que eran propensos a las lesiones. El francés, junto a Gnabry, se han ganado los galones siendo jóvenes mientras la velocidad en las bandas de Kimmich y Davies han dado un empaque a un Bayern Munich, que combina toque, precisión y llegada con un Levandowski, que a pesar de no marcar en la final, ha sido una pesadilla para el PSG.