Roland Garros limita el aforo a 11.500 espectadores en todo el complejo con mascarilla obligatoria
- A tres semanas de su inicio, el torneo refuerza sus medidas para prevenir contagios de coronavirus
- Los jugadores tendrán que alojarse en dos hoteles determinados y harán test a los trabajadores
La próxima edición de Roland Garros, retrasada a causa de la pandemia de coronavirus a finales de septiembre, acogerá a un máximo de 11.500 espectadores simultáneos en todo el complejo, frente a los 20.000 anunciados en un primer momento, y contará con medidas más estrictas para prevenir los contagios, entre ellos el uso obligatorio de la mascarilla.
Los organizadores han informado este lunes de una serie de medidas para "conciliar la celebración del acontecimiento con el estricto respeto a la (normativa para la) protección de la salud" pública, según ha explicado el director general de la Federación Francesa de Tenis (FFT), Jean-François Vilotte.
El nuevo plan contempla la sectorización del complejo de Roland Garros, a las afueras de París, en tres partes totalmente independientes con el fin de respetar la limitación de aforos en vigor para todos los deportes, establecido en 5.000 personas por recinto. De esta forma, cada parte comprenderá un estadio (hay tres) y sus pistas secundarias adyacentes.
En concreto, el estadio que acoge la pista central, la Philippe-Chatrier, y el de la segunda, la Suzanne-Lenglen, se limitarán a ese número; y la tercera, la Simonne-Mathieu, a 1.500 espectadores, según precisa la FFT [en francés].
En julio, la organización preveía que en las primeras rondas, donde se juega simultáneamente hasta en 17 pistas, se pudieran reunir hasta el 60% de su capacidad total, es decir, unas 20.000 personas.
Además, entonces no se preveía el uso obligatorio de la mascarilla en las gradas, algo que ahora sí se contempla, según las palabras de Vilotte en la web del torneo [en francés].
En esa comunicación, el responsable también ha explicado que los jugadores tendrán que alojarse en dos hoteles determinados y que se harán test de la COVID-19 a los trabajadores del torneo antes y durante el torneo.
En los últimos días, Francia ha registrado un repunte de los casos de esta enfermedad.