Djokovic bate a Carreño y se cita en semifinales con Tsitsipas
- El número uno del mundo derrota al tenista español por 4-6, 6-2, 6-3 y 6-4
- Tsitsipas alcanzó sus primeras semis en París al ganar 7-5, 6-2 y 6-3 a Rublev
El serbio Novak Djokovic venció al español Pablo Carreño, 4-6, 6-2, 6-3 y 6-4 en tres horas y 10 minutos, y se clasificó para las semifinales de Roland Garros por décima vez en su carrera, ronda en la que se medirá al griego Stefanos Tsitsipas.
Frente al rival contra quien sufrió la única derrota de la temporada, por descalificación en los octavos de final del Abierto de Estados Unidos, el número 1 del mundo se dejó el primer set del torneo y mostró debilidades que hasta ahora no habían aparecido.
Carreño le resistió durante todo el partido, sin darse por perdido, le ganó el primer set, tras el cual Djokovic pidió asistencia muscular y solo sucumbió cuando el serbio elevó su tenis a la altura de su ránking. Fue una derrota digna la del español, que no dio por perdido el partido y que demandó un gran esfuerzo a Djokovic, como demostró la forma enrabietada en la que celebraba sus puntos al final del duelo.
En su segunda participación en unos cuartos de final en París, Carreño, de 29 años, volvió a quedarse a las puertas de la semifinal, tres años después de que unos problemas físicos le impidieran acabar su partido contra Nadal.
Tsitsipas alcanza sus primeras semifinales
Por su parte, el griego Sefanos Tsitsipas se ha impuesto al ruso Andrei Rublev por 7-5, 6-2 y 6-3 en una hora y 55 minutos en cuartos de final de Roland Garros. El heleno se venga así de su reciente derrota en la final de Hamburgo y celebra sus primeras semiifinales del Grand Slam parisino.
Si hace dos semanas en la ciudad alemana fue el heleno quien tuvo servicio a su favor para anotarse el torneo, en la tierra batida de París el ruso desperdició el saque para ganar la primera manga, con 5-4, y acabó cediendo tres juegos consecutivos que le costaron el set, informa Efe.
A partir de ahí, Tsitsipas, de 22 años, dominó el encuentro a medida que se desdibujaba el juego de su rival.