Roglic se reencuentra en Arrate en una primera etapa que muestra algunas debilidades

• El ganador de 2019 y segundo del último Tour ha sido el mejor en la subida al santuario, seguido por Carapaz
• Valverde, De la Cruz y Doumolin han cedido casi un minuto y Froome más de 11 a las primeras de cambio
• Vuelta a España 2020: Etapa 2 en directo, miércoles 21 de octubre a las 14:40 en Teledeporte, La 1 y +tdp

Vuelta 2020 | Roglic marca territorio entre los favoritos

Primoz Roglic (Jumbo), vencedor de la Vuelta el año pasado, ha ganado en la subida al santuario de Arrate (Guipúzcoa) en la primera etapa de la nueva edición de la carrera española, que ha comenzado con una etapa en la que ya se ha visto la debilidad de algunos favoritos, sobre todo de Chis Froome.

El esloveno, que perdió el Tour 2020 en la penúltima etapa, ha atacado en el último kilómetro y ha obtenido un segundo de ventaja (y cuatro más más gracias a la bonificación) sobre el ecuatoriano Richard Carapaz (Ineos), que ha llegado segundo, y un reducido grupo de corredores.

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La jornada comenzó como era lógico con una escapada de un quinteto de ciclistas dispuestos a afrontar en un pequeño grupo los 177 kilómetros de recorrido entre Irún y Eibar, con lluvia en las primeras horas.

La fuga la buscó antes que nadie, también dentro de lo previsible, el Burgos-BH, de camino a la ciudad donde se fundó la fábrica de bicicletas que patrocina al equipo. Jetse Bol fue el representante de esta formación en la escapada junto a Rémi Cavagna (Deceuninck), Tim Wellens (Lotto Soudal) , Jasha Sütterlin (Sunweb) y Quentin Jauregui (AG2R).

Primero en paralelo a la costa y después hacia el interior, el pelotón nunca les dejó demasiada ventaja y en la aproximación al penúltimo puerto del día, tras más de 140 km destacados, terminó su aventura.

Primer duelo entre el Jumbo y el Ineos

Al principio fueron sobre todo Jumbo y Movistar, pero en la fase decisiva, primero en el Alto de Elgeta y sobre todo en Arrate, fue Ineos quien tomó el mando de las operaciones. Sin importarles que el doble ganador de la Vuelta y cuádruple del Tour, Chris Froome, se quedara descolgado a las primeras de cambio a pesar de sus esfuerzos para no perder comba.

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Ya en la salida Carapaz había dejado claro que el jefe de filas del equipo británico era él; y su compañero Sosa hizo la selección en el pelotón en las primeras rampas de la subida final (5,3km al 7,7% de desnivel medio) en las afueras de Eibar.

Kuus dio la réplica de gregario del Jumbo, mientras Doumolin se quedaba junto a Valverde, de forma que también quedaba claro el liderazgo en la formación holandesa y en Movistar, con Mas que sí aguantaba entre los elegidos.

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Junto al balear, Roglic, Kuss y Carapaz solo otros tres hombres (Dan Martin, Grosschartner y Carthy) que llegaron a la cumbre juntos. Y en el llano antes de la meta el esloveno aprovechó la superioridad numérica y su potencia para demarrar y volver a vestirse de rojo y marcar otro hito en su trayectoria.

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Y es que, pasada la época de los grandes contarrelojistas y las prólogos, es un hecho poco habitual que un ganador de una gran carrera comience la siguiente de nuevo al frente de la general. Tras la decepción del Tour, Roglic se empezó a reencontrar hace dos semanas en Lieja --su primera victoria en una clásica, casi de rebote--; y ahora aquí, en el País Vasco, tras un recorrido entrecruzado de rutas ciclables, ya fuesen vías verdes o bidegorris, los caminos rojos --traducción literal del euskera-- como el color del maillot de líder de la Vuelta a España que el esloveno conoce bien.

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Entre los grandes nombres, Valverde, De la Cruz o Dumoulin han cedido 51 segundos; mientras que Daniel Felipe Martínez --que sufrió una caída--, perdió casi 5 minutos; Pinot, más de 10, y Froome, 11. De esta forma el británico ha dicho ya adiós a sus aspiraciones de triunfo final... si aún las tenía tras una temporada en la que no ha podido ni acercarse al nivel anterior a su grave caída de 2019.

En definitiva, ha sido un comienzo intenso; una especie de homenaje al ciclismo en una zona con una gran afición por este deporte pero que no ha podido disfrutarlo in situ por las restricciones sanitarias.