Roglic sufre pero salva la Vuelta y Gaudu gana en La Covatilla
- Carapaz ha puesto contra las cuerdas al líder en la subida final, pero el esloveno manejó su renta
- Vuelta a España 2020: Etapa 18 en directo, domingo 8 de noviembre a las 14:30 en Teledeporte y +tdp
Primoz Roglic ha salvado el liderato de la Vuelta tras un ataque de Richard Carapaz en el alto de La Covatilla, que puso en jaque la carrera. Al final, el esloveno es el virtual ganador de la carrera tras la 17ª etapa, que ha ganado el francés David Gaudu en una escapada.
Ha habido emoción hasta el final, pero Roglic ha podido conservar el maillot rojo por 24 segundos frente al ecuatoriano del Ineos.
Finalmente, no ha habido cambios de posiciones en los primeros puestos de la clasificación general de forma que Carapaz será segundo y el británico Hugh Carthy (Education First), tercero (a 47 segundos).
Sequeros, la localidad de salida, no hizo honor a su nombre y desde entonces hasta casi el final (178 kilómetros de recorrido) los ciclistas se enfrentaron a la humedad, con algún chaparrón, bancos de niebla y sobre todo llovizna.
Como era de esperar hubo ataques desde el inicio y a la media hora se formó un grupo muy numeroso, de 34 ciclistas, en el que estaban representados casi todos los equipos, con especial presencia de los UAE, con cuatro, incluido David de la Cruz, el mejor clasificado (décimo a 9:29).
Junto a él, otros ya ilustres de esta Vuelta como Gaudu (ganador en otra gran etapa de montaña en La Farrapona) o el maillot de lunares, Guillaume Martin, que sumó aún más puntos al paso por los seis puertos del día, en un trayecto con rodeos por el sur de la provincia de Salamanca (y un par de incursiones por el norte de Cáceres).
La escapada fue tomando ventaja hasta los cuatro minutos, pero entonces Jumbo empezó a marcar un ritmo más vivo de lo que quizá era necesario.
En cabeza Ivo Oliveira se sacrificó por sus compañeros del equipo emiratí y dio un recital guiando al grupo durante casi cien kilómetros. Solo le daba relevos Armirail (Groupama). El resto de los escapados se limitaron a guardar fuerzas pues quedaban todavía muchas dificultades.
Otra demostración de Movistar
Las cosas se complicaron más cuando Movistar tomó el mando del pelotón y aceleró a falta de 60 km, descolgando de forma progresiva a los ciclistas que había colado en la fuga para imprimir velocidad a un gran grupo cada vez más pequeño. En esa fase se vivió un momento de tensión cuando el pelotón se cortó en las primeras posiciones por un problema técnico de un Education First y Carapaz se quedó cortado.
Ante la debilidad de sus gregarios, el ecuatoriano optó por cerrar él mismo el corte y un poco después se quedó sin su lugarteniente Amador, de forma que a unos 30 km de meta del Ineos ya solo quedaba él entre los 50 primeros, por entonces casi los mismos en el grupo del líder que por delante.
Por contra, uno de los gallos de Movistar se apoyó todavía en uno de los que iban destacados, Erviti y en la subida al puerto de La Garganta Marc Soler recortó el minuto y medio que tenía la escapada. Otro buen movimiento ofensivo del equipo español en esta carrera.
Ahí fue cuando la responsabilidad de la persecución pasó de nuevo a manos del Jumbo y eso permitió que los fugados ampliaran su renta y conservaran sus opciones de triunfo.
Entre ellos, las hostilidades se desataron en la travesía empedrada de Candelario, donde se fue un trío en cabeza comandado por Ion Izagirre. Pero todavía quedaba el último puerto completo, y no uno cualquiera: más de 11 km al 7% de desnivel medio (catalogado como especial).
Y ahí volvieron a aparecer los mejores escaladores, entre ellos Gaudu, que ha acabado haciendo doblete.
El último acto
Aunque la emoción más grande estaba en el grupo de los favoritos a la victoria final. A falta de unos cuatro kilómetros, por encima de los 1.500 metros sobre el nivel del mar (todavía con 400 por remontar) se hizo la luz por encima de las nubes y Carthy, como estaba cantado, comenzó las hostilidades.
Carapaz se mostraba con ganas y dio continuidad al segundo movimiento del británico con un demarraje seco a tres kilómetros para el final que no pudo seguir nadie. Roglic se quedó además solo y sufrió a medida que el ecuatoriano iba ganando segundos y acercándose en la general. Tenía 45 de margen.
El del Ineos afrontó el último kilómetro con casi medio minuto de ventaja, es decir, a poco más de 15 para provocar un vuelco de última hora. Pero el esloveno se encontró entonces con dos ayudas llegadas casi del cielo.
Primero con su compañero Lennard Hofstede, que estaba intercalado tras formar parte de la escapada, aunque apenas pudo ofrecerle su rueda unos segundos. Después la colaboración le vino de los Movistar.
Según Marc Soler, quería ganar una plaza en la clasificación general (del quinto al cuarto que ocupaba --y ha conservado-- Dan Martin, que se había quedado descolgado), pero entre los aficionados queda la duda de si de paso querían perjudicar a su excompañero Carapaz, que salió de la formación telefónica de malas maneras la pasada campaña.
Al final, Roglic pareció que había guardado algo y en los últimos metros recortó él solo un poco para celebrar su primer puesto y que volverá a vestir de rojo en Madrid por segundo año seguido.
Y a su aire, como casi siempre, Alejandro Valverde en el top 10, como casi siempre también.
El domingo, la etapa final, en principio de puro trámite, saldrá del Hipódromo de la Zarzuela, en las afueras de la capital de España, y sin pasar por las localidades por donde estaba previsto circunvalará la capital por la M50 hasta entrar en la ciudad por el lado contrario y finalmente dar seis vueltas a un circuito. Serán 140 km prácticamente llanos que posiblemente culminen en un sprint en el paseo del Prado.