Óscar Sevilla: "Estoy viviendo los mejores momentos de mi vida"
- El corredor albaceteño acaba segundo en La Vuelta a Colombia, con 44 años
- El ciclista español afirma a RTVE.es que tiene "esa ilusión de cuando tenía 20 años"
Óscar Sevilla (Ossa de Montiel, Albacete, 1976) es un ser ejemplar. Una persona íntegra, humana, humilde, afable y, siempre, sonriente. Si a eso le sumas que tiene una condición física admirable, forma un coctel para ser un ciclista de leyenda, sino lo es ya. A sus 44 años, va camino de terminar su vigésimo tercera temporada como ciclista profesional. Acaba de lograr este pasado domingo la segunda posición en la general de La Vuelta a Colombia codeándose con chavales de 22 años, la mitad de edad que él y quedándose a 24 segundos de lograr su cuarta Vuelta a Colombia. Atiende a RTVE.es desde Bogotá, a unos días de cerrar la temporada con el Clásico RCN este próximo domingo.
Pregunta (P.): Acabas de terminar tu octava Vuelta a Colombia y casi la ganas por cuarta vez. ¿Qué sensaciones te ha dejado?
Respuesta (R.): Muy contento. Quién corre en el ciclismo colombiano sabe de la dureza que tiene esta carrera: los rivales, simplemente el recorrido, muy difícil de afrontar. Muchas veces el principal enemigo es el recorrido. Me deja satisfacción, felicidad. Mi rol en el equipo es ser el líder, pero no solamente para ganar carreras, para disputarla, sino para ayudar también a los jóvenes. Este año la carrera iba así. Estaba enfocada a ayudar a Fabio Duarte, a Tito Hernández, corredores con mucha proyección. No iba a disputar la general por el recorrido, muy montañoso con ocho finales en alto, sin una carrera plana, pero día a día me ha ido dejando en buena forma. Aproveché la contrarreloj para subir puestos en la general y luego me encontré muy bien. Me deja satisfacción, motivación y, a pesar de mis 44 años, ilusión de lo logrado.
P.: Sí, has ido de menos a más. Ganaste la séptima etapa, una cronoescalada de 22 kilómetros. ¿Te esperabas estar tan delante en esta contrarreloj?
R.: La contrarreloj siempre me ha gustado. En los últimos años he trabajado mucho en ella. Soy un amante de la aerodinámica -esta vez con bici normal-, del trabajo de contrarreloj que necesita mucha concentración, de los watios, de conocerse en los entrenamientos. Sabía que podía aprovechar, pero obviamente, no me beneficiaba, era una contrarreloj dura, con un final siempre picando hacia arriba, casi 1.000 metros de desnivel, no era mi mejor versión.
Me hubiera gustado con una bici de contrarreloj. Pero sabía que podía hacerlo bien, que el esfuerzo individual siempre se me ha dado bien y podía tener la ventaja a muchos colombianos por la falta de práctica, aquí no hay muchas cronos en las carreras. Ese día me sentí bien. Salí sin presión, que también es importante. Corro con pasión, con una responsabilidad diferente, aunque con profesionalidad. No tengo que demostrar a nadie, sino a mí mismo. Eso también ayuda, el afrontar las carreras con esa tranquilidad porque nervios siempre hay.
P.: El ganador de la Vuelta a Colombia, Diego Camargo, tiene 22 años, la mitad que tú. Hay que recordar que se trata de una carrera Sub-23 de varios días. ¿La edad no importa para ti?
R.: No, la verdad que no. Uno se siente joven. Se siente con ilusión. Toda la vida, sea deportista, sea lo que quieras ser en la vida, siempre tienes que tener ilusión por hacer las cosas, para progresar y aprender. Obviamente, el deporte tiene una fecha de caducidad. Muchos la eligen, otro el destino se la elige. A mí se me han juntado varias cosas: primero que me gusta mucho lo que hago, me siento feliz, tengo esa ilusión de cuando tenía 20 años para entrenar, para cuidarme, para estrenar una bicicleta, un maillot, un culotte, esos nervios que son bonitos...
Luego el cuerpo me sigue dando resultados porque me podía gustar mucho, pero el cuerpo no rinde. Yo digo que si has sido bueno, si has tenido buenas condiciones, si sigues trabajando, no vas a ser malo de la noche a la mañana. Irás bajando del nivel poco a poco. Pero todo depende de la ilusión de cómo hagas las cosas. Me levanto cada día a entrenar como si tuviera 25 años y también tengo el respaldo de la familia. La comprensión, el mimo, el consentimiento, y eso hace que no me vea con 44 años. Quizá con la experiencia sí, con la manera de ver las cosas, pero a la hora de estar en la carrera me siento como ellos. Me siento con chispa, muy privilegiado de poder estar ahí todavía.
P.: Este tipo de resultados, ¿te infla la moral el pensar que has podido luchar por la general con corredores que están iniciándose o con una edad que pueden demostrar mejor sus cualidades físicas?
R.: Sí, claro que sí. Me motiva y me da esa teoría de que el trabajo da sus frutos. Uno obviamente si es joven y no entrena, tampoco consigue las cosas. Si eres mayor y entrenas bien, puedes lograr cosas. Es un ejemplo de superarte a ti mismo, de no tirar la toalla, de trabajar, simplemente es para la gente que me quiere, que está a mi alrededor, para mis compañeros de equipo. No me quita el sueño si no gano, si yo soy capaz de ayudar para un compañero. El año pasado ganó la Vuelta a Colombia Fabio Duarte y fui tercero. Mi felicidad era mayor que si hubiera ganado yo. Hace dos años venció Caicedo, le ayudé también. Me gusta esa faceta de sentirme válido. No solamente me viene el resultado, sino esas sensaciones, si puedo aportar algo al ciclismo: ya sea individual o muchas veces de forma colectiva para el equipo. Mis funciones son transmitirles esa pasión que tengo yo y también digamos este resultado es un ejemplo para ellos.
P.: En Colombia no ha terminado la temporada. Este domingo arranca el Clásico RCN -hasta el 6 de diciembre-, la segunda prueba más importante del país. ¿Qué objetivos te marcas?
R.: Ha sido un año diferente. Corrimos al principio de año, luego no competimos. Ahora se viene todo de golpe. En Colombia por el clima es un poco más normal, con temperaturas más asequibles y eso hace que sea menos traumático. Vamos a ver, nunca han sido dos carreras tan cerca. Yo creo que los que hemos estado bien en La Vuelta a Colombia, si ahora descansamos bien, y no tenemos ningún problema físico, creo que vamos a estar ahí otra vez en la carrera. El objetivo es disputar la carrera con el Team Medellin, vamos prácticamente los mismos corredores. Sigo teniendo muy en cuenta a Fabio Duarte y Tito Hernández que, por caídas, averías, etc, no pudieron estar donde deberían. Yo salgo defensor del título, con el número 1. Me motiva. Sé que tengo muchos corredores como rivales. Ojalá pudiéramos disputar la carrera y por qué no ganarla, ya sea conmigo o con un compañero de equipo. Quiero acabar y sentirme que he hecho lo que tenía que hacer, ya sea primero, quinto o décimo, pero que di todo en la carretera.
P.: ¿Qué balance haces de la temporada? Quedaste segundo en el Gran Premio de la Patagonia y tercero en la clasificación general de la Vuelta a San Juan, donde participaron corredores de entidad, como Remco Evenepoel o Filippo Ganna.
R.: Para mí, buenísima. Qué más puedo pedir. Buena carrera de World Tour en San Juan, corredores de la talla de Evenepoel o Ganna, estar en el podium con dos corredorazos como ellos, es un regalo que es muy difícil expresarte cómo lo disfruto. He corrido poco, pero creo que estar en todos los podiums en las carreras, salvo el Tour de Colombia, por unas caídas, no está mal. Hasta ahora, considero la temporada muy sobresaliente.
P.: En los campeonatos nacionales quedaste decimosegundo. Es verdad que hay gran cantera y muchos ciclistas de entidad, ¿pero te gustaría estar más adelante en los próximos años?
R.: Sí, me gustaría, tengo capacidad, depende también de la época. Este año fue en una fecha diferente. Yo había preparado la prueba para junio, pero estaba pensando más en Colombia, era el objetivo del equipo y llegué bien, pero no al 100%. Obviamente respeto a todos los corredores que hay en España, hay una gran cantera y no es fácil. Pienso que es un recorrido duro, de distancia, pero en el Campeonato de España creo que puedo estar cerca. Ganar es complicado, una carrera de un día hay corredores que tienen esa disciplina de carrera, más clasicómanos, para definir la victoria, pero creo que estoy capacitado para estar ahí. Gané en Madrid hace tres o cuatro años, hice segundo en Asturias, siempre he estado ahí. También soy consciente que me queda menos que más.
P.: 23 temporadas como ciclista profesional, se dice pronto. ¿Cuál es el secreto para mantenerse en una forma física tan admirable a tus 44 años?
R.: Tengo que dar las gracias a mi condición que me dio la vida, a mis condiciones genéticas, pero la clave es la ilusión. Hay tres palabras que siempre aplico: ilusión, disciplina y sacrificio. Amo lo que hago, valoro lo que hago, no me quejo de las cosas por gusto. Conozco a ciclistas que, con 30 años, en un equipo World Tour, con un buen sueldo, con una buena bicicleta, se quejan de que la bici es roja, porque la carrera es lejos, porque llovió, yo a mis 44 años sigo disfrutando cada día que puedo a subirme a la bicicleta, agradezco a la vida tener salud, poder entrenar, sé que detrás hay muchas horas de sufrimiento, de silencio, muchos momentos para coger la forma, pero esa ilusión que tengo es lo que me tiene vivo, rindiendo así. Mi familia me apoya, me ve feliz con lo que hago. Esos ingredientes hacen que rinda bien.
P.: ¿La familia es un factor clave para seguir compitiendo?
R.: Total. No solo es sacrifico de uno, también de la familia. Vacaciones, alimentación, mis hijos, muchas cosas detrás. En los colegios no puedo ir a verlos a presentaciones. Mi familia ha sabido comprender la situación, pero yo también soy una persona comprensiva y sabemos repartirnos cuándo toca con uno u otro. Si buscas ese punto de equilibrio, y si tienes una familia como la que tengo, me siento afortunado, el formar un equipo, que siempre me animan y me cuidan. Me hacen ponerme las cosas muy fáciles. Tengo una mujer que es mi psicóloga, me da fuerza y eso es clave para salir a pedalear a gusto. También es muy importante la tranquilidad para un deportista.
P.: ¿Cómo es su día a día? ¿Sigues levantándote a las cinco de la mañana para entrenar?
R.: Aquí en Colombia se vive mucho antes. Sí, madrugo cuando sale el sol, a las cinco de la mañana estoy levantado. Soy amante del entrenamiento, seguir aprendiendo. Me gusta leer, tengo contacto con muchos entrenadores World Tour, me gusta preguntar por qué entrenan así y muchas veces es casi igual a lo que yo vengo haciendo. A veces hago entrenamientos en ayunas cuando me toca. Otros días toca entrenamientos largos. Entreno cuatro o seis horas al día. Llego y ya mi mujer tiene mi jugo, mi fruta o mi comida preparada al gusto, a la carta. Vivo como un rey. No tengo problema en eso. Me gusta estar en casa tranquilo. Dedicar el tiempo a la familia. Soy una persona muy de casa. Y cuando se puede, mi hobbie es viajar y comer.
P.: ¿Entonces no tienes entrenador personal?¿Eres tú mismo?
R.: Yo mismo. Tengo la suerte de que tengo muchos entrenadores que corrieron en mi época, como Xabier Artetxe, Iván Velasco, etc, que digamos que conozco. Me gusta compartir, seguir planes de entrenamiento de jóvenes de World Tour. No me hago planificaciones día a día, sino cuál es mi objetivo en tres o cinco semanas. Me marco entrenamientos semanales. Escuchar a mi cuerpo y compararlo un poco. Yo mismo me rio y no voy tan mal encaminado. Un entrenamiento de Egan Bernal junto con lo que yo estaba pensado hacer es muy parecido, pueden cambiar unas series, pero mínimo. Lo que le digo a los jóvenes es que está muy bien tener entrenadores, tener un guía, unos parámetros para mejorar, cuánto tiempo necesita en coger la forma, pero también hay que conocerse, lo que necesita uno, cómo asimila el entrenamiento, cada cuerpo es único. Sigo aprendiendo, pero creo que me conozco bastante.
P.: ¿Crees que el parón por la pandemia del coronavirus te ha podido afectar más por la edad de cara a continuar en el ciclismo profesional?
R.: Obviamente, lo pensaba. Sin correr cinco o seis meses, no tienes las rentas como un joven, que coge la forma más rápido, que no pierde tanto el ritmo de carrera. Quizá, era no tanto preocuparme, cómo hacía para estimular eso, sino al mismo tiempo, machacarme porque no sabía cuándo íbamos a empezar. Entrené muy bien en rodillo, hice una buena pretemporada, con muchos ejercicios funcionales. Con los años he visto que, no solo hay que dedicarse a la bicicleta, que es lo más importante, sino también trabajar otras partes del cuerpo que a veces abandonamos y que solo lo hacemos cuando estamos lesionados o cuando vemos las orejas al lobo. Me lesioné o tengo un dolor en la espalda o en la rodilla y a veces es tarde. He aprendido que, con los años, es mejor evitar, y estamos siempre fortaleciendo, que esperar a la lesión. Aprendí a hacer entrenamientos específicos para no perder, sobre todo, esa 'chispa'.
P.: El año pasado renovaste una temporada más. ¿Cuáles son tus pretensiones? ¿Quieres seguir? ¿Qué te ha propuesto tu equipo, el Team Medellin?
R.: La idea es seguir. Continuar un año más. Y más con este año tan complicado, afortunadamente hemos corrido, se ha salvado la temporada. Dentro de lo malo, se salvó el año. El rendimiento está ahí. Quiero seguir porque disfruto. También, seguir por seguir, no. Continuar en un equipo donde se me valore, que tenga esa voz, esa tranquilidad, en mi equipo no tengo ninguna presión. El director deportivo, José Julián Velázquez, es mi amigo, más que mi director. Incluso soy parte del equipo en muchas decisiones: entrenamiento, planificación o calendario. Me siento muy válido en ese terreno, no solo como ciclista, sino en la manera de formar al mismo. Si el Team Medellin sigue, por lo menos, a día de hoy, está encaminado para seguir un año más, me gustaría seguir en él y terminar ahí mi carrera deportiva. No sé cuando, no me gusta poner fechas, pero de momento, el año que viene quiero estar en las carreras.
P.: ¿Todavía no está confirmado que sigas en el Team Medellin?
R.: No se ha confirmado, de momento. En estos días se confirmará. Hay un 99,9% de que sigamos e incluso que seamos un equipo más fuerte que este año.
P.: ¿Los mejores momentos como ciclista los vivió con el Kelme -con su segundo puesto en La Vuelta a España y séptimo en el Tour de Francia en 2001- u hoy también los sigues viviendo?
R.: Todos son bonitos. No puedo olvidar esos años, cuando pasé a profesionales, cuando firmé el primer contrato, me acuerdo el 27 de julio saltando, corriendo por el pueblo, feliz, firmaba un contrato profesional con el Kelme, eso es inolvidable. Mi primera victoria en Normandia, el podium de la Vuelta a España, son momentos que parece que fueron ayer. No puedo olvidar tampoco este domingo en La Vuelta a Colombia quedando segundo. Para mí, cada carrera es importantísima. Todas me han dejado cosas positivas en mi carrera deportiva y personal. Me siento afortunado. No tengo nada que reprochar. Quizá ahora estoy viviendo los mejores momentos de mi vida. No tengo esa presión que quizá tienes cuando eres más joven. Disfruto más ahora con lo que hago.
P.: Lleva más de diez años en Colombia. ¿Te costó cambiar de dinámica?
R.: No es fácil dejar a mi familia en España. Fui a la Vuelta a Colombia y me quedé aquí. Pero ha pasado rápido, y si es así, es que estás a gusto. Las costumbres me han gustado, los horarios, la gente, los compañeros, la amabilidad de la mayoría, pero también hay cosas malas, me robaron, atracaron, pero quizá Colombia tiene una imagen más negativa de la que realmente tiene. Me he encontrado con gente maravillosa tanto en el nivel deportivo como personal.
Me atrevo a decir que no sé si en España estaría corriendo todavía. En un ambiente diferente, más pesado, aquí se transmite alegría. El ambiente que tenemos cenando, las risas, las bromas, el latino tiene ese cachondeo que ayuda mucho a estar fuera de casa, a superar muchas cosas. Es verdad que ha habido cosas que he extrañado, carreras, comida, pero al mismo tiempo, he conocido carreras muy diferentes en países que en la vida hubiera pensado correr.
P.: Cuando termines tu carrera deportiva. ¿Tienes pensado ya a qué te vas a dedicar? Por ejemplo, ¿director deportivo?
R.: Si tú me das a elegir, pido un deseo, te diría sí, quiero ser director deportivo, quiero manager de un equipo, formar jóvenes, ya sea World Tour, en Sub-23, en Colombia, en Europa... Me encantaría porque, igual que siento esa felicidad de competir, creo también que el ciclismo hace falta en mi vida, me hace falta la adrenalina. Le debo mucho al ciclismo, me ha dado mucho, me siento agradecido de ser ciclista. Tengo mucho que aportar, me gusta ayudar, compartir con los jóvenes, enseñarles, darles consejos, pero no pienso, no tengo un futuro marcado. A mí la vida me mandó un destino que nunca iba a imaginar: acabar en Colombia, conocer otro país y desde entonces creo que es mejor ir día a día. Hay que pensar del futuro, más si tienes hijos, pero lo que aprendí de Colombia, es disfrutar del día a día que en España no hacía, pensamos demasiado el futuro. Cuando llegue el momento de retirarme, pensaré qué voy a hacer, dónde lo voy a hacer y qué puedo hacer. De momento, no pienso ni fechas ni destino.