Una Copa en la distancia
- Los aficionados más fieles viven con resignación la Copa del Rey más extraña de sus vidas
- Baskonia y Barça se citan en las semifinales de Copa
"¿Habéis llegado ya?", "¿Dónde quedamos?", "¿Lleváis la bufanda?", "¿Por qué puerta hay que entrar?"... Estas preguntas cruzan estos días los grupos de Whatsapp de muchos aficionados al baloncesto. No han podido viajar a la Copa del Rey y la pasión que genera esta cita ha llevado a muchos de sus fieles a vivirla de manera virtual cada uno desde su casa.
"Estamos todo el rato hablando de qué estaríamos haciendo si estuviéramos en la Copa", explica Andoni, aficionado al Baskonia y miembro de la famosa Fanfarre Biotzatarrak, la 'txaranga' que brinda la banda sonora a cada Copa del Rey. "Para nosotros es una cita imprescindible, es el momento en el que nos juntamos con los amigos de otras aficiones que hemos hecho a lo largo de los años en otras Copas. Es un evento muy especial", indica a RTVE.
“Es un orgullo que se nos eche en falta“
"La simbiosis entre nosotros y la gente hace que la fiesta fluya, pero si no hay gente con ganas de divertirse, nosotros no existiríamos. Para nosotros es un orgullo que se nos eche en falta, pero sin afición no podríamos estar", destaca Andoni.
La ausencia de la 'txaranga' es una de las notas más significativas en una Copa privada de su esencia. El ambiente frío de un Wizink Center con las gradas casi vacías, tan solo roto por los gritos y ánimos que los propios jugadores se lanzan entre ellos desde los banquillos, contrasta dramáticamente con el fervor en las gradas de cualquier año anterior. Gran parte del éxito de la Copa del Rey, formato estrella de la ACB, es el ejemplar ambiente que se repite cada temporada entre las ocho (o más) aficiones reunidas en la ciudad sede del torneo.
“Es nuestro gran momento, se echa de menos“
No solo los aficionados echan de menos la Copa sino que muchos de los jugadores y entrenadores presentes en el torneo han mostrado su decepción ante la falta de afición, como Pablo Laso o Dusko Ivanovic, que tras lograr el pase a semifinales aseguró que su afición siempre le da "un 'punch' diferente a esta competición".
"Llevamos dos días como si estuviésemos de Copa pero sin estarlo"
"Es uno de los dos viajes que nunca nos han faltado en los últimos 14 años", explica Ana, aficionada al Real Madrid y miembro de un grupo de chicas que juegan al baloncesto, que trata de buscar el lado bueno de esta rara Copa que le produce una honda nostalgia por los buenos ratos que la pandemia le está privando vivir. "Esta semana ha sido extraña, debía estar llegando a la ciudad que acoge la Copa, empezando a ver gente... y llevamos dos días como si estuviésemos en una Copa pero sin estarlo", cuenta la aficionada merengue, que no deja de repetir que "este es el gran momento de los aficionados al baloncesto y se echa de menos, es inevitable".
Ana forma parte de un grupo de aficionados de toda España y de diferentes equipos que, a falta de una Copa tangible, se reúne cada noche después de los partidos para vivir un "post" a través de la pantalla del ordenador. "Las videollamadas nos permiten seguir viéndonos y comentando los partidos, comentando qué haríamos si estuviéramos de Copa", explican.
Baskonia, Estudiantes, Real Madrid... poco importan los colores cuando imperan la pasión por el baloncesto y la amistad. Andoni y Ana forman parte de uno de estos grupos nacido, como tantos otros, de la Copa. "Nos juntamos cada año en la Copa pero también intentamos hacer cosas juntas el resto del año", explica Andoni, llevando un paso más allá la historia de este grupo de amigos coperos.
El buen momento del Tenerife, a 2.000 kilómetros vista
Mientras, a casi 2.000 kilómetros de distancia, la peña San Benito del CB Canarias, el actualmente conocido como Lenovo Tenerife, vive desde la lejanía la progresión de su equipo en la Copa de Madrid. Después de 40 años animando a su equipo, lamentan no poder acompañarles en este momento dulce. "Nos hubiera encantado estar con ellos animando y apoyando en todo lo posible, pero las circunstancias lo impiden y tratamos de juntarnos aquí para vivirlo con la mayor pasión posible", explica a RTVE Jorge García, miembro de la peña canaria.
Son muchos los aficionados que viven esta Copa desde sus casas, compartiendo momentos de Copas anteriores y tratando de sobrellevar una Copa que ha perdido la mitad de su razón de ser con su ausencia. Mientras, en el Wizink Center, apenas un puñado de miembros de lus clubes y patrocinadores (muy lejos del tope de 65 por club permitido) disgregados por las gradas aportan un ápice de normalidad perdida. La ACB, en su intento de tener a la afición presente, les da voz e imagen a través de una enorme pantalla en la que pueden, además de animar en una videollamada, compartir sus mensajes por redes sociales.
"Ya estamos haciendo planes de futuro", dice Andoni, mientras Ana ya piensa en que la siguiente Copa sea completa: "Falta la mitad de la Copa, que son las aficiones". Jorge, por su parte, sueña con volver a "hacer un esfuerzo" por acompañar a su equipo cuando todo pase. Mirando hacia delante, hacia la siguiente Copa, e intentando disfrutar de la Copa más diferente de sus vidas.