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Motor | Entrevista

Ni diabetes ni coronavirus frenan el sueño de Kilian Meyer de llegar a la Fórmula 1

  • El joven piloto español busca equipo para continuar su progresión en las categorías inferiores
  • Subcampeón de España de F4, Meyer corre desde hace seis años con la diabetes diagnosticada

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Kilian Meyer no renuncia a su sueño de correr en F1 pese a la diabetes y la COVID-19

Hace dos años, cuando Fernando Alonso anunció que dejaba momentáneamente la Fórmula 1, un adolescente Kilian Meyer vio su nombre reflejado en el artículo que acompaña estas líneas y lo consideró "un honor", tal como dijo en sus redes sociales.

Entonces Meyer corría en karting, pero no tardó en dar el salto a la F4 y en 2019 se proclamó subcampeón de España. En 2020 se proponía buscar patrocinadores para dar el salto a la F3, pero llegó la pandemia de COVID-19: "El año pasado estuvimos de parón, buscamos sponsor y algún proyecto, pero con el COVID y la situacion financiera ha sido bastante difícil encontrar la ayuda para poder correr. También estuve preparándome porque no sabes cuándo puede surgir la oportunidad y tienes que estar al cien por cien".

La preparación es fundamental en su carrera y en su vida. Lo dice un muchacho que sabe seis idiomas y asegura que, aunque encuentre proyecto deportivo "seguiría en la Universidad porque siempre hay que tener un plan B. Yo creo que todo deportista tiene que tener una base". Y esa base es primero de Ingeniería Mecánica en Zúrich.

No obstante, Kilian no quiere dejar de lado las carreras, el motor es su pasión: "Si no es en F3, lo intentaremos en rallies, o GT o en carreras de resistencia. Tras un año sin subirte a nada te da igual que sea F4, que F3, kart o rally, lo que quiero es conducir y es lo que estamos buscando".

Los eSports, aunque están en auge, no entran en sus planes: "Están muy bien para prepararte y tienen una competitividad increíble, pero yo necesito estar un fin de semana con la adrenalina, las ruedas, el olor a gasolina...".

La diabetes como disciplina mental para el motor

Y la Fórmula 1 siempre en el horizonte. Kilian calcula que, en circunstancias normales, el plazo para llegar a la máxima categoría son cuatro o cinco años, dos en F3 y otros tantos en F2, pero los plazos se pueden acortar, "si me subo a un F3 y voy bien con pocos kilómetros, puedo dar el salto a F2".

Su sueño y pasión no se ha visto frenada ni cuando en 2015 le diagnosticaron diabetes. Meyer ha aprovechado para convertir su enfermedad en energía positiva: "Me ha ayudado mucho con mi alimentación, a controlarme mejor con mi cuerpo y mentalmente. Me ha ayudado a ser disciplinado y eso se traspasa al mundo del motor".

Además, desde su página web personal ha querido contribuir a que la diabetes deje de ser un obstáculo para que los más pequeños cumplan sus sueños. A través de la iniciativa 'Race for diabetes', el 10% de las ventas de su marca de ropa propia las destina "tanto a fundaciones y asociaciones como a cualquier empresa, persona o iniciativa relacionada con esta enfermedad".