El Rivas Futsal más solidario: un crowdfunding para luchar contra la pandemia del coronavirus
- La iniciativa está teniendo una gran visibilidad, pero no la ayuda económica esperada
- El equipo madrileño de fútbol sala cuenta con dos equipos en Segunda División y una nutrida cantera
La pandemia del coronavirus ha golpeado fuertemente al deporte, especialmente a los clubes más humildes. Algunos han sabido reinventarse y buscar alternativas que les permitan sobrevivir y mantenerse en tiempos tan convulsos, como el Rivas Futsal. El equipo madrileño de fútbol sala ha lanzado una campaña solidaria de crowdfunding en colaboración con la Red de Recuperación de Alimentos de Rivas-Vaciamadrid, a la que se destina el 15% de lo recaudado. ¿Su lema? “Ayudando al Rivas Futsal, ayudas a muchos que lo necesitan”.
“La idea surge precisamente porque la situación económica empieza a ser preocupante (…). Ha habido que hacer auténticos malabares para poder empezar la competición (…). Hemos perdido un montón de patrocinadores (…) y el contador de gastos, por desgracia, sigue funcionando desde el día 1”, reconoce el presidente del Rivas Futsal, Luis Moreno, que resume que la campaña responde a dos motivos: “ayudar al club para poder seguir con este proyecto tan bonito y a la gente de Rivas (…). Hay mucha que lo está pasando mal”.
A diferencia de lo esperado por el club, la iniciativa está teniendo una gran visibilidad en redes y medios. Incluso rostros famosos como el humorista Leo Harlem han grabado vídeos en apoyo a la causa. No obstante, el éxito social no se acompaña del económico. “No está repercutiendo en la recaudación que nosotros teníamos en mente. (…) Confiamos en que en el futuro algún patrocinador o empresa se fije y pueda ayudar al club”, continúa diciendo un esperanzado Luis Moreno.
Dos equipos en Segunda División con objetivos muy claros
Además de en la búsqueda de apoyo económico a través de la campaña de crowdfunding, el Rivas Futsal está centrado en sus propios objetivos deportivos. Tanto su equipo masculino como el femenino compiten en Segunda División, pero mientras que el primero lucha por la permanencia, el segundo se mantiene primero en la tabla de clasificación. “¿Por qué no soñar que pueda subir a Primera División? Sería una pasada”, señala ilusionado el presidente del club.
La capitana del equipo femenino, María Teresa Manchado, se muestra cauta y confiada: “No nos imaginábamos ir primeras ni en el anterior grupo ni en este. Nuestro objetivo ahora es el siguiente partido, intentar ganarlo y, si tenemos suerte, quedar primeras”. Por su parte, José Luis Ballano, capitán del equipo masculino, cree en la permanencia: “Trabajamos todos los días para ello. Estamos concienciados, motivados y en ningún momento hemos dudado de ello”.
A estas dos plantillas se le suma una cantera formada por 14 equipos y más de 150 niños y niñas, y una escuela en colaboración con el ayuntamiento de la localidad. Todo ello es parte de la apuesta del club ripense por un proyecto sólido con gente joven, tal y como apunta Jesús Camacho, director deportivo del Rivas Futsal: “En el futuro, lo que queremos es que en los equipos de arriba el 80% de los jugadores sean del club, de la cantera. (….). Tenemos una base muy fuerte y bastante potente”.
Ya desde pequeños, el club intenta inculcarles una serie de valores. “En primer lugar, el compañerismo. También que sepan competir, pero con amistades. Nada de ir a ganar por ganar. Tienen que aprender a llevarse bien entre todos”, defiende Camacho.
“El tema del público es lo más sensible”
Los jugadores y jugadoras del Rivas Futsal afrontan el tramo final de la temporada tras haber sufrido en su inicio las consecuencias de la pandemia. “Tuvimos desde marzo de 2020 un parón. Volvimos en septiembre, y aunque estuvimos mucho tiempo paradas, nuestra entrenadora nos mandó ejercicios para estar en forma. Luego, el tema de horarios, confinamientos y toques de queda han complicado un poco los entrenamientos”, declara María Teresa Manchado.
La dinámica de los propios entrenamientos, así como de los partidos, también ha variado. “Nos dividimos en dos vestuarios, no nos podemos duchar, tenemos que esperar a que el pabellón esté vacío para poder entrar… Ha cambiado todo un montón”, continúa diciendo la capitana, a lo que su homólogo masculino añade la nota positiva: “Por suerte, como nos hacemos test casi todas las semanas, podemos entrenar y jugar sin mascarilla”.
Son muchas las modificaciones, pero también las costumbres que se echan de menos de la antigua normalidad. “Todo el tema del público es lo más sensible. Ir a un campo y que esté vacío e incluso oír tu propia voz. Es algo inusual”, indica José Luis Ballano. El aforo del pabellón donde compiten todos los equipos de Rivas Futsal es de 1.000 personas, pero en la actualidad solo puede acoger a 100 espectadores.
A pesar de que las gradas se mantienen más vacías que llenas, los jugadores consideran que este hecho no es del todo determinante en su ánimo a la hora de disputar los partidos y se conforman con poder competir: “Simplemente el volver a trabajar después de tanto tiempo y disfrutar de este deporte es una motivación más que extra”.
Para ayudar al Rivas Futsal a que sigan comiendo a sus rivales y contribuir al mismo tiempo a mejorar la situación económica de muchas familias ripenses, tan solo hay que realizar una donación de cualquier cuantía a su número de cuenta. Toda la información está disponible en la página web del club y en sus redes sociales.