El Ekaterimburgo impone su potencial sobre un guerrero Fenerbahce y jugará la final de la Euroliga
- El equipo de Miguel Méndez y Alba Torrens gana 84-88 guiado por una estelar Allie Quigley
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El Ekaterimburgo ya está en la final de la Euroliga femenina de baloncesto, a la que llega tras dejar en el camino a un feroz Fenerbahce por un ajustado 84-88. Plantó cara el equipo de Victor Lapeña ante el tremendo arsenal de las rusas, pero el acierto de Quigley y el poderío de Griner resultaron determinantes para que las de Méndez sacasen el billete a la final.
La primera semifinal de la Final Four fue un auténtico partidazo entre dos equipos sin miedo a la derrota. Dos grandes del baloncesto europeo frente a frente, sin complejos y con la única meta de anotar sin especulaciones.
Los dos primeros candidatos a llegar a la final de la máxima competición continental nos regalaron una primera parte de ensueño, en la que Ekaterimburgo trató de llevar la iniciativa, pero se encontró con un Fenerbahe fantástico y tan arcertado de cara al aro como su rival. Sin apenas pérdidas de balón ni muchas faltas, el marcador se disparó de inmediato.
El duelo entre Quegley y Iagupova fue astronómico, con una ligera ventaja de la del Ekaterimburgo (21 puntos) sobre la del Fenerbahce (18) al término del segundo cuarto. El tremendo acierto de ambas se llevó la portada de los dos primeros cuartos, que terminaron con el equipo ruso siete puntos arriba (48-55) gracias a su mayor oferta coral, con una Griner intratable, y una escasa aportación de McBride en el equipo turco.
Fenerbahce aguanta hasta el último aliento
El tercer cuarto pareció un tiempo muerto en el espectacular choque, con Iagupova desaparecida en combate. El crecimiento de McBride permitió a Fenerbahce mantenerse en pie y aguantar el ritmo anotador de Ekaterimburgo, donde Alba Torrens crecía minuto a minuto.
El equipo de Lapeña hacía la goma y, pese a verse diez por debajo, logró meterse de nuevo con un parcial de 7-0 (57-60). Ekaterimburgo, sin embargo, se mantenía fiel a su regularidad anotadora y llegó al cuarto definitivo siete arriba (61-68). La ventaja y el cansancio acumulado de Fenerbahce parecía resultar definitiva para las rusas, pero el equipo turco no había dicho su última palabra.
Un parcial de 6-0 a falta de cuatro minutos para el final puso la igualdad en el marcador (79-79) y nos regaló un igualado final del partido, digno del espectáculo visto sobre la cancha de Estambul. Finalmente, y tras un toma y daca en el que Griner (16 puntos, 8 rebotes) demostró su fortaleza, el partido se decidió con dos jugadas de las estrellas del partido. Primero Iagupova (26 pnuntos, 8 asistencias) se marcó un triplazo contra tablero con rectificado incluido (84-86) en los últimos segundos que dieron el último aire a su equipo.
Sin embargo, Quigley (27 puntos) decantó el partido definitivamente con dos libres que dejaron el marcador en el 84-88 final.