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Europa League | Villarreal - Manchester United

El Villarreal vence a sus fantasmas

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El Villarreal celebra la Liga Europa este jueves con recorrido por la ciudad

El Villarreal volvío a enfrentarse a su pesadilla en Europa. Las mentes groguets viajaron 15 años atrás con aquel penalti decisivo en las semifinales de la Champions y que Riquelme no pudo anotar.

Fantasmas y más fantasmas recorrieron las cabezas de los 51.000 villarrealenses que no podían creerse que su cita con la gloria en la Europa League volvería a decidirse desde los 11 metros. Ocurrió hasta en 22 ocasiones. 21 lanzamientos que fueron todos dentro mientras Rulli y De Gea rozaban algunos sin lograr detenerlos.

Nunca estuvo tan justificado decir que los 11 jugadores del equipo le dieron su primer título al Villarreal.

El destino se la tenía preparada al Villarreal para el lanzamiento definitivo. Los porteros fueron los artífices del momento definitivo y, como si estuviera escrito, Rulli atajó el penalti de De Gea en el mismo lugar que Lehmann detuvo aquel disparo de Riquelme 15 años atrás (raso a la izquierda del portero). No pudo ser más épico.

Rulli y Lehmann se tiraron al mismo lado para atajar el penalti decisivo

Rulli y Lehmann se tiraron al mismo lado para atajar el penalti decisivo

Unai Emery, 'Mr Europa League'

Lo que no pudieron lograr los Riquelme, Forlán, Senna y compañía lo hicieron los Gerard Moreno, Pau Torres y Trigueros. Una generación de jugadores que vengaron aquella noche fatídica en el Madrigal y que han dibujado un nuevo horizonte para el Villarreal: una nueva cita con la Champions para la próxima temporada.

Los groguets no pudieron tener un mejor capitán. Unai Emery desembarcó en Villarreal este año para indicar el rumbo que seguiría el submarino amarillo. Un técnico que sabía perfectamente lo que era ganar, no una, sino tres Europa League, llevó al equipo a la gloria para sumar su primer título europeo, el cuarto del de Hondarribia.

Fue el partido más importante de sus vidas. Palabras de Pau Torres, nacido en Villarreal, que llevó el sentimiento groguet a lo más alto. Finalmente, el destino hizo que todo Gdansk se tiñera de amarillo.