Las pruebas COVID obligatorias indignan a los aficionados con entrada para la Euro: "Si lo sé, no las compro"
- Los aficionados critican la falta de información previa de la UEFA en la venta de las entradas para La Cartuja
- "En el proceso de compra no se indicaba nada, y ahora esto nos dobla el precio de la entrada", protestan
"Si me dicen que me tengo que pagar una prueba además del precio de las entradas no las habría comprado". Son palabras de Sebastián, un aficionado que ha comprado dos entradas para el partido de octavos de final de la Eurocopa que se disputará en La Cartuja y que, ahora, tras conocer que la presentación de una prueba PCR o de antígenos con resultado negativo es requisito imprescindible para ingresar al estadio, está indignado. Y como él, miles de aficionados que critican la falta de información previa.
"Cuando compramos las entradas no nos dieron ningún tipo de indicación y ayer cuando salió la noticia comenzamos a mirar precios de pruebas. Son, como poco, entre 35 y 40 euros, con lo que se pone todo en 90 euros. Deberían haber avisado", explica Sebastián, que ha comprado dos entradas de la gama más asequible, a 50 euros, ya que las más caras alcanzan los 185 euros.
La indignación ya es palpable en las redes sociales, donde son cientos los mensajes de aficionados que se encuentran en la encrucijada de doblar el gasto previsto para ver un partido de la Eurocopa o perder directamente el dinero de una entrada que, al ser nominal, no puede ser transferida o vendida a otra persona, ni devuelta, ya que el plazo de devolución de la UEFA está cerrado.
"No hay ninguna solución viable"
"No hay ninguna solución viable, te dejan con el culo al aire", protesta Adrián, un aficionado residente en Madrid que dice sentirse "bastante molesto" por la situación. "Si hubiese salido antes, al comprar la entrada, lo puedes meditar. Me puede parecer lógico que te pidan una prueba, pero tienen que avisar... ahora creo que la opción más viable será pagarme una prueba rápida".
Con el negativo de esa prueba se otorga una pulsera con la que puedes acceder al interior del recinto deportivo, donde será obligatoria la distancia de seguridad y el uso de mascarilla, y estará prohibido el acceso con comida o bebida. "Eso sí lo indicaban antes de la compra, pero no decía nada de las pruebas", recuerda Sebastián.
La UEFA, por su parte, se remite a las restricciones que impone cada país, y recuerda que no son ellos los encargados de aplicar las restricciones para el acceso a los estadios. El organismo europeo, que puso las entradas a la venta el pasado 1 de junio, solo hacía referencia a las pruebas en el correo electrónico que enviaba una vez finalizada la compra. Es dentro de ese correo, y en un link sobre las normas "En el esadio", donde se explicaba el protocolo.
"Mi padre me ha contado muchas anécdotas de cuando fue al Mundial '82 en el Villamarín y me hacía ilusión ir y vivir una experiencia parecida, pero la información es tan mala que te quita la ilusión", finaliza Sebastián, sin ocultar la frustración de una situación que cree que se arreglaría si "la UEFA, al menos, pagara un porcentaje de las pruebas".