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Fútbol Sala

El Barça gana la liga de futsal al Levante de forma agónica

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El Barça gana la liga al Levante en la muerte súbita

El Barça ha ganado la Liga de fútbol sala ante el Levante (2-2, 5-4 en los penaltis), después de obrar dos milagros forzando primero la prórroga y luego la tanda de penaltis en el último suspiro.

El título, último de la era de Andreu Plaza, se decidió gracias a la parada de Dídac a Esteban en el lanzamiento definitivo de la muerte súbita.

La sombra del trofeo de la Liga atenazó las piernas de los futbolistas en el primer tiempo, dispuestos a cerrar la defensa y a no tomar excesivos riesgos ni en la salida de balón ni en campo contrario.

El Levante dominó los primeros diez minutos del encuentro gracias a su presión alta, pero las ocasiones escasearon por los dos bandos.

Solo hubo dos acercamientos claros a gol, uno por equipo, ambos en el minuto 6, primero en los pies de Roger y en la siguiente acción en los de Adolfo, pero ninguno de los dos encontró la portería.

El tanteo siguió hasta el descanso, embrutecido por una retahíla de amarillas que azotó tanto a locales y visitantes, incapaces de romper la defensa rival.

Pese al ritmo bajo, Rubi Lemos estuvo a punto de desequilibrar el marcador en una jugada aislada, pero el ala del Levante se encontró con la madera en un poderoso disparo en el minuto 19, a las puertas del paso por los vestuarios.

Dos empates

En el primer minuto de la segunda mitad llegó el primer gol del encuentro en un rechace: Pedro Toro adelantó a los levantinistas tras un despeje de Dídac y ante la pasividad de toda la defensa azulgrana.

El Barça reaccionó al tanto subiendo la intensidad en todas las fases del juego y a punto estuvo de tener Ferrao el premio del empate con un balón al poste en el minuto 22.

El Levante respondió con portero-jugador para atacar con Rubi Lemos vestido de guardameta. En el minuto 25, el propio Lemos perdió el balón y para evitar el probable gol azulgrana atropelló a Coelho. El portugués perdió los nervios y soltó el brazo desde el suelo, lo que le costó la expulsión por doble amarilla.

El Barça, tras el varapalo, supo aguantar sin encajar con tres jugadores y puso a todo el Palau Blaugrana de pie en el intento de remontada.

La polémica continuó en el minuto 29, cuando todo el pabellón, encendido por el acelerón de su equipo, pidió penalti de Tolrá a Ferrao. Los árbitros no pitaron ante un contacto más que evidente, que sin embargo parecía fuera del área.

El Levante trató de parar el arreón local con portero-jugador y Dídac estuvo muy cerca de castigarlo en el 34 con un disparo desde su propia portería que botó en el larguero.

El asedio del Barça continuó con intentos de Ferrao, pero como no tuvo frutos el técnico Andreu Plaza echó mano de Daniel como portero-jugador a algo más de cuatro minutos para el final.

El cuadro catalán encerró en su área al elenco valenciano y, cuando el partido parecía abocado al final, Marcenio conectó con Daniel en el segundo palo y el ala brasileño puso el 1-1 a falta de 44 segundos para forzar la prórroga.

El Levante, lejos de acusar el golpe, se atrevió con el portero-jugador en la prórroga, una valentía premiada con un gol por el palo corto de Rafa Usín en el minuto 42 para hacer el 1-2.

El Barça, con el mismo guion que en el tiempo regular, tuvo paciencia con el portero-jugador y volvió a igualar al borde del final, por medio de Matheus, cuando solo quedaban 46 segundos de juego corrido antes de los penaltis.