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Tokyo 2020

Tokyo 2020 se acerca a la paridad de género, con un 48,8 % de mujeres deportistas

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Algunas de las atletas estrella que competirán en Tokyo 2020
Algunas de las atletas estrella que competirán en Tokyo 2020

Los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020 se acercarán a la paridad de género con un 48,8 % de participación femenina, según los cálculos previos del Comité Olímpico Internacional (COI), lo que supondrá el mayor número de mujeres deportistas en la historia de las olimpiadas modernas. A falta de concretar la cifra final de atletas -que depende de lesiones y otros contratiempos-, serán más de 5.400 mujeres las que competirán en 145 pruebas femeninas y mixtas, el 47,4 % de las programadas. Mujeres entre las que se encuentran algunas de las más grandes estrellas del deporte, como la gimnasta Simone Biles, la tenista Naomi Osaka, la nadadora Mireis Belmonte y la ciclista Mariana Pajón.

Un paso más en un proceso en el que, como en otros muchos ámbitos, las mujeres han tenido que sortear numerosos obstáculos para ganar presencia en el movimiento olímpico. Empezando por la resistencia del barón Pierre de Coubertin, principal responsable de la creación de los Juegos Olímpicos modernos, pero explícitamente opuesto a que las mujeres participaran: "En cuanto a la participación femenina en los Juegos Olímpicos soy contrario a ella. Es contrario a mi voluntad que hayan sido admitidas en un número de pruebas cada vez mayor", decía en 1928, cuando los juegos ya eran un evento plenamente consolidado.

En las primeras ediciones, sin embargo, la presencia femenina era testimonial, en el mejor de los casos: ninguna compitió en Atenas 1896 y apenas seis en San Luis 1904, por 675 hombres. Y, salvo algunas contadísimas excepciones, solo se les permitía en determinadas disciplinas, como el tenis o la natación desde 1912, sin que hubiera pruebas femeninas en el atletismo o la gimnasia, dos pilares del programa olímpico, hasta Ámsterdam 1928.

Para lograrlo, fue fundamental la labor de Alice Milliet, creadora de la Federación Internacional de Deportes Femeninos y figura equivalente a la de Coubertin para el deporte femenino, que organizó con notable éxito hasta cuatro ediciones de los Juegos Mundiales Femeninos para presionar al COI. Su impulso fue imprescindible para vencer las reticencias de quienes defendían los perjuicios del deporte para las mujeres o su incapacidad para determinados esfuerzos, aunque la incorporación de la mujer era todavía lenta.

El gran salto del siglo XXI

Así, la participación femenina no alcanzó el umbral del 10 % hasta después de la Segunda Guerra Mundial, en los Juegos Olímpicos de Helsinki 1952. Un año después, el recién nombrado presidente del COI, Avery Brundage, aún propuso excluir a las mujeres de los juegos, aunque la iniciativa fue rechazada. El primer deporte de equipo femenino, el voleibol, no se introdujo hasta Tokio 1964 y en Seúl 1988 solo uno de cada cuatro atletas era una mujer.

No es hasta 1996, más de un siglo después de su fundación, que el COI enmienda la Carta Olímpicapara incluir entre sus fines "estimular y apoyar la promoción de las mujeres en el deporte, a todos los niveles y en todas las estructuras, con objeto de llevar a la práctica el principio de igualdad entre el hombre y la mujer".

Así, el gran salto se ha producido en el siglo XXI, con más de un 40 % de participación femenina en los Juegos Olímpicos y la aspiración de alcanzar la paridad, no solo de forma conjunta, sino en las propias delegaciones nacionales. Según los datos del COI, salvo algún caso aislado en delegaciones pequeñas (Panamá en 1960, Perú en 1976, República del Congo en 1980 o Antillas Neerlandesas en 1984), los primeros países en ser representados por más mujeres que hombres aparecen en Seúl 1988, con Rumanía, Perú y Costa de Marfil.

En ese camino destaca la apuesta de China por el deporte femenino: desde Barcelona 1992, su delegación siempre ha estado compuesta por más mujeres que hombres, con la única excepción de Pekín 2008, donde la condición de anfitrión abrió la puerta a que muchos más deportistas chinos pudieran participar en los juegos. En Tokyo 2020, las deportistas chinas serán 298, más del doble que los 133 atletas masculinos.

Las mujeres, mayoría en las grandes potencias

También Estados Unidos, la principal potencia olímpica, enviará más mujeres que hombres a buscar medallas en Japón, tal como ya ocurrió en Londres 2012 y en Río 2016. Australia, otra potencia, repite mayoría femenina, al igual que hace cuatro años. Y Reino Unido, segundo país en el medallero de los últimos juegos, presenta este año el primer Team GB de la historia con mayoría femenina, 201 mujeres por 175 hombres.

No así Japón, el país anfitrión, que sí envió equipos olímpicos de mayoría femenina a Atenas 2004 y Londres 2012. Ni las potencias europeas: Alemania, Francia e Italia nunca han configurado una delegación con mayoría de mujeres. Tampoco España, que este año envía a Tokio a 184 hombres y a 137 mujeres, el 43,6 % del total, por debajo del 46,6 % de Río 2016 o del 44,1 % de Atenas 2004.

Tampoco parece que, tal como pretendía el COI -aprobó una orden ejecutiva al respecto en marzo del año pasado-, todas las delegaciones vayan a tener representación femenina: Bahréin, Omán, Surinam, Emiratos Árabes Unidos y Vanuatu no presentan a ninguna deportista en su equipo olímpico. Son cinco delegaciones enteramente masculinas, el mismo número que hace cuatro años en Río de Janeiro; entonces fueron Irak, Mónaco, Nauru, Tuvalu y Vanuatu, que repite.

Si hace un siglo las mujeres tenían vetados casi todos los deportes, ahora participarán en todas las disciplinas programadas en Tokyo 2020, donde las pruebas mixtas crecen hasta 18 y se mantienen dos deportes únicamente femeninos: la natación artística y la gimnasia rítmica. Hay 21 disciplinas con el mismo número de competidores y, del resto, habrá más mujeres que hombres en ciclismo BMX estilo libre, saltos y taekwondo, aunque solo por una atleta de diferencia. En cambio, hay 19 disciplinas en las que habrá más hombres que mujeres, en algunas con diferencias significativas, como el boxeo (188 boxeadores frente a 103 boxeadoras) o el atletismo (1.037 hombres por 967 mujeres).

Las brechas que persisten

La mayor brecha de género, en cualquier caso, se encuentra en las entrenadoras y las juezas de competición: según los datos de un informe del COI de marzo de 2018, en las últimas cuatro ediciones de los Juegos Olímpicos, incluyendo tanto los de verano como los de invierno (Vancouver 2010, Londres 2012, Sochi 2014 y Río 2016), las árbitras no alcanzaban ni siquiera un tercio del total, mientras que las entrenadoras no pasaban del 11 %.

En Tokyo 2020, no habrá ninguna mujer que ejerza de entrenadora de un equipo masculino en baloncesto, balonmano, fútbol, voleibol, hockey hierba ni rugby. Por el contrario, en baloncesto femenino, siete de los doce técnicos principales serán hombres y en balonmano femenino, serán once de doce hombres.

Ona Carbonell denuncia que no podrá mantener la lactancia de su hijo en Tokyo 2020

En fútbol femenino habrá cuatro mujeres de un total de doce entrenadores; en hockey hierba femenino, cuatro de 24; y en voleibol, las entrenadoras son dos, por diez hombres. En rugby a siete, no hay ninguna entrenadora tampoco en la competición femenina. Así, la única disciplina en la que las entrenadoras son mayoría clara es la natación artística, un deporte en el que únicamente compiten mujeres.

Incluso en esta disciplina completamente femenina, persisten las trabas, como denunciaba esta misma semana Ona Carbonell, ganadora de dos medallas olímpicas y una de las estrellas del equipo español, quien no podrá llevar a su bebé a Tokio para mantener la lactancia ante las condiciones impuestas por las autoridades japonesas contra la COVID-19. Más allá de la presencia de más mujeres deportistas, quedan aspectos en los que profundizar para alcanzar una auténtica paridad en los Juegos Olímpicos.