Estreno amargo para Simone Biles y la española Popa se clasifica para la final del concurso completo
- El Comité Olímpico Ruso se ha clasificado primero, por delante de Estados Unidos
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La gimnasta estadounidense Simone Biles, gran triunfadora de los Juegos de Río 2016 con cuatro medallas de oro y un bronce, ha comenzado su andadura en los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020 con la presentación de un repertorio de nuevas dificultades en la ronda clasificatoria por equipos. Su estreno se ha producido en suelo con un ejercicio lleno de potencia, pero sin una ejecución perfecta. Un arranque con sabor amargo y con claro acento ruso, con destacada actuación del Comité Olímpico de Rusia.
La dificultad del primer ejercicio de Biles era de 6,7, siendo por tanto uno de los más complicados de ejecutar. Las piruetas y la energía en sus saltos destacan por encima de su 'gracia' a la hora de ejecutarlos al compás de la música. Sin embargo, al ser la única deportista del mundo capaz de realizar esa clase de movimientos, incluso con una penalización de 0,3 al salirse del tapiz en unos de los saltos, ha quedado segunda en su rotación con una nota de ejecución de 7,7 y una nota final de 14,133.
Posteriormente, ha arrasado en el salto de trampolín, aunque de nuevo ha recibido una penalización de 0,3 al salirse en la recepción de su primer salto. Tenía una dificultad de 6 y ha obtenido una nota de ejecución de 9,266 con una puntuación final de 14,966. En el segundo salto ha rebajado la dificultad a 5,8, lo que le ha permitido perfeccionar la ejecución con una nota de 9,600 y 15,400 en conjunto y quedando primera en la ronda de clasificación con un valor global de 15,183 entre ambos intentos.
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Luego, la gimnasta estadounidense se ha tenido que enfrentar al aparato que menos domina, las barras asimétricas, donde no puede mostrar su habitual explosividad en los movimientos y donde no alcanzó medalla en Río 2016. En Tokio vuelve a quedarse fuera de la final en este aparato, pero aun así, con una dificultad de 6,2 y una nota de ejecución de 8,366, ha obtenido 14,566 en total, ayudando así a la clasificación de su equipo, del que ha sido la segunda mejor por detrás de Sunisa Lee.
Precisamente, este ejercicio de la norteamericana Lee ha sido el que ha obtenido la segunda mayor nota de toda la clasificación femenina de gimnasia artística. La puntuación de 15,200, resultado de la suma de una dificultad de 6,6 y una ejecución de 8,600, ha sido superada por la de la belga Nina Derwael (15,366), también en barras asimétricas. Ambos repertorioas han superado a otros como el de Biles en salto de trampolín (15,183), la italiana Vanessa Ferrari en suelo (14,166) o la china Chenchen Guan en barra de equilibrio (14,933).
En el ejercicio de viga de equilibrio de la clasificación llegó la peor actuación de Simone Biles, puesto que su nota -14,066- fue la más baja de todos los aparatos. En el desarrollo del ejercicio no tuvo fallos, pero el error llegó en la salida final, cuando no controló la fuerza y de nuevo tuvo que retroceder hasta poner un pie fuera de la colchoneta de recepción, recibiendo una nota de ejecución de 7,566 con una dificultad de 6,5.
En la barra de equilibrio la mejor nota ha sido para Chenchen Guan, cuyo ejercicio tenía la mayor dificultad de toda la competición -6,9- y lo ha resuelto con una puntuación en ejecución de 8,033, sumando 14,933.
Sabor amargo para Simone Biles
En la suma de todos los aparatos, Biles se ha colocado primera en la clasificación individual con 57,731 de puntuación. Un resultado que no le ha permitido a Estados Unidos quedar primera, siendo relegada al segundo puesto (170,562) por detrás del Comité Olímpico Ruso (171,629). Y todo a pesar de que el tercer puesto de la clasificación individual lo ocupa Sunisa Lee. Entre medias ha obtenido el segundo puesto la brasileña Rebeca Andrade, con 57,399 puntos, que ha participado de forma individual.
El problema para Biles y Lee viene con el resto de sus compañeras estadounidenses, que no han podido mostrar su mejor nivel, y el equipo del comité ruso ha conseguido que tres gimnastas obtengan una puntuación global en torno a los 57,000 puntos. Es el caso de Angelina Menlikova, Vladislava Urazova y Viktoriia Listunova, cuarta, quinta y sexta respectivamente.
Por detrás del Comité Olímpico Ruso y Estados Unidos, en tercer lugar se ha clasificado para la final China, cuyas gimnastas dominan en la viga de equilibrio. El resto de combinados clasificados entre los ocho finalistas son Francia, Bélgica, Reino Unido, Italia y Japón.
Quedan eliminados los equipos de Alemania, Canadá, Países Bajos y España, que ha quedado en última posición con 157,128 puntos. La final por equipos podrá seguirse el martes 27 de julio a las 12:45h en directo desde RTVE Play.
La española Roxana Popa se clasifica para la final
La final del concurso completo femenino tendrá lugar el 29 de julio, y en ella estará la española Roxana Popa. La gimnasta, nacida en Rumanía, ha obtenido una puntuación global de 54,099 puntos (14,300 en salto, 14,400 en asimétricas, 12,866 en equilibrio y 12,533 en suelo).
Popa ha quedado clasificada en la 21ª posición y clasifican 24, pero como solo pueden acceder dos representantes por país, su pase final se ha situado en 16º lugar. Esta clasificación significa un gran resarcir tras la lesión que le obligó a perderse los juegos de Río 2016.
Oksana Chusovitina se retira en sus octavos Juegos Olímpicos
La gran ovación de la jornada ha sido para la veterana gimnasta Oksana Chusovitina. La uzbeka, con 46 años, ha participado en Tokio en sus octavos Juegos Olímpicos, que ponen punto final a una longeva carrera. Jueces, rivales, entrenadores, voluntarios y periodistas al unísono se han puesto en pie para despedir a Chusovitina con aplausos y alguna que otra lágrima.
La gimnasta uzbeka buscaba clasificarse para la final de salto de trampolín, pero con una puntuación de 14,166, se ha quedado a cuatro décimas de las ocho primeras. Tras finalizar su actuación, Oksana comenzó a llorar y tuvo que volver a subirse al pasillo de salto para saludar a todo el gimnasio Ariake de Tokio que le estaba ovacionando.
Chusovitina comenzó su andadura olímpica en Barcelona 92 como miembro del Equipo Unificado, creado tras la desaparición de URSS, y que ganó la medalla de oro por equipos. Además de ser la gimnasta olímpica de más edad, Oksana tiene en su poder otro récord: el de haber competido bajo cuatro banderas.
Como uzbeka ha competido en Atlanta 1996, Sídney 2000 y Atenas 2004, como alemana en Pekín 2008 y Londres 2012 -se trasladó a Alemania para que su hijo pudiera recibir un tratamiento especial- y lo hizo en Río 2016 de nuevo como uzbeka.